El cáncer de mama sigue siendo el más frecuente entre las mujeres y es responsable de aproximadamente una de cada cinco muertes asociadas al cáncer. En lo que respecta a la conexión entre la pérdida de peso y el riesgo de cáncer de mama, un estudio ha aportado ahora algunas ideas en el Simposio sobre el Cáncer de Mama de San Antonio (Texas).
El cáncer de mama sigue siendo el más frecuente entre las mujeres. A pesar de una terapia cada vez mejor y de un descenso constante de la tasa de mortalidad desde 1985, el carcinoma de mama sigue siendo responsable de aproximadamente una de cada cinco muertes asociadas al cáncer [2]. Por lo tanto, una prevención primaria eficaz es de gran importancia. El Prof. Dr. Rowan Chlebowski, del Departamento de Oncología Médica e Investigación Terapéutica del City of Hope de Duarte (California, EE.UU.), presentó en el Simposio sobre el Cáncer de Mama de San Antonio un análisis de los datos del Estudio Observacional de la Iniciativa para la Salud de la Mujer (WHI), que aporta resultados positivos sobre el tema.
Estudio observacional de la Iniciativa para la Salud de la Mujer (WHI)
El estudio de observación WHI incluyó a 93.676 mujeres posmenopáusicas de entre 50 y 79 años. Los participantes fueron reclutados en 40 centros diferentes de EE.UU. entre 1993 y 1998. La exclusión se producía, entre otras cosas, si existía una enfermedad que hiciera improbable una esperanza de vida media de tres años. El objetivo del estudio era explorar los factores predictivos y desencadenantes de la morbilidad y la mortalidad en las mujeres posmenopáusicas, así como servir de control para el ensayo clínico WHI [3].
Si había constancia de una mamografía discreta, un historial médico negativo para la presencia de carcinoma de mama y un IMC ≥18,5 kg/m2, los datos de los respectivos sujetos se incluyeron en la evaluación actual del Prof. Chlebowski. Al inicio del estudio y al cabo de tres años, se registraron la altura y el peso de los sujetos.
El estudio de Chlebowski
La cohorte final utilizada para la evaluación del profesor Chlebowski estaba formada por 61.335 mujeres [4]. El 41% tenía un peso normal al inicio del estudio, el 34% sobrepeso y el 25% obesidad.
Se realizó un seguimiento al cabo de tres años. Se evaluaron las tendencias de peso y se clasificó a las mujeres en una de las siguientes categorías: “peso estable” (≤5% de cambio en el peso, n=41.139), “peso aumentado” (≥5% de aumento, n=12.021) y “peso perdido” (≥5% de disminución, n=8175). El valor límite se fijó en el 5%, ya que una disminución de al menos Un 5% de peso podría influir en ciertos procesos bioquímicos del organismo que se sospecha están asociados al cáncer, según los autores del estudio. Además de controlar el peso, también se recogieron cuestionarios sobre el historial médico, la medicación, los factores de riesgo del cáncer de mama y la frecuencia de las mamografías.
Efectos de una pérdida de peso moderada
Para su evaluación, los sujetos se dividieron en cuatro grupos y sus datos se analizaron en función del subtipo de tumor (receptor hormonal y estado Her2/neu), el IMC basal (normal, sobrepeso, obesidad), la edad (50-<70 años) y el origen étnico. No hubo diferencias entre los grupos.
A lo largo de un periodo medio de seguimiento de 11,4 años, durante el cual las mujeres se sometieron a pruebas anuales de detección del cáncer de mama, 3061 del total de 61.335 pacientes desarrollaron un cáncer de mama invasivo. Esto demostró que, en comparación con los sujetos con un historial de peso estable, las mujeres que habían perdido ≥5% de peso tenían un 12% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de mama (HR=0,88, p=0,02). Si se había producido una pérdida de peso ≥15%, el riesgo se reducía en un 37% (HR=0,63). No hubo diferencias significativas en la incidencia del cáncer de mama y la pérdida de peso involuntaria o intencionada (HR=0,82 frente a 0,91, p=0,2).
Aunque el aumento de peso (≥5%) no se asoció con un mayor riesgo general de desarrollar cáncer de mama (HR=1,02), las mujeres en esta categoría tenían un riesgo mayor del 50% de cáncer de mama triple negativo (HR=1,54).
Paralelismos en el carcinoma endometrial
En el caso del carcinoma endometrial se pudieron demostrar resultados similares [5]. Las mujeres posmenopáusicas que perdieron ≥5% de peso tuvieron un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de endometrio en comparación con las que evolucionaron de forma estable (HR=0,71). La asociación más clara se observó en las mujeres obesas con pérdida de peso intencionada (HR=0,44).
Fuente: Simposio sobre el cáncer de mama de San Antonio, 5-9 de diciembre de 2017, San Antonio.
Literatura:
- Oficina Federal de Estadística de Suiza: Determinantes de la salud: Sobrepeso. www.bfs.admin.ch/bfs/de/home/statistiken/gesundheit/determinanten/uebergewicht.html (a 15.12.17)
- Oficina Federal de Estadística: Enfermedades específicas del cáncer. www.bfs.admin.ch/bfs/de/home/statistiken/gesundheit/gesundheitszustand/krankheiten/krebs/spezifische.html (a 15.12.17)
- Langer RD, et al: The Women’s Health Initiative Observational Study: baseline characteristics of participants and reliability of baseline measures. Ann Epidemiol 2003; 13 (9 Suppl): S107-21.
- Simposio sobre el cáncer de mama de San Antonio (SABCS) 2017: Resumen GS5-07. Presentado el 8 de diciembre de 2017.
- Luo J, Hendryx M, Chlebowski RT: Pérdida de peso intencionada y riesgo de cáncer. Oncotarget 2017; 8(47): 81719-81720.
InFo ONCOLOGÍA & HEMATOLOGÍA 2018; 6(1): 27-28.