En esta entrevista, el Dr. Oliver Ph. Kreyden, de Muttenz, nos habla del envejecimiento intrínseco y extrínseco de la piel y de los numerosos enfoques terapéuticos que pueden utilizarse para abordar dichos cambios. Básicamente, el botulínico, el ácido hialurónico y el láser son bien eficaces. Pueden complementarse con una exfoliación química de media a profunda, que muestra muy buenos resultados.
Dra. Kreyden, hay envejecimiento cutáneo intrínseco y extrínseco. ¿Cómo se diferencian las dos formas puramente externas?
Dra. Kreyden:
Las dos expresiones se refieren a las causas del envejecimiento de la piel. La forma intrínseca está determinada genéticamente: hay personas que envejecen más rápido y otras que lo hacen más lentamente. Los signos externos son el aumento de la elasticidad, el adelgazamiento y la mayor vulnerabilidad de la piel. Además, los vasos se vuelven más frágiles y se producen hemorragias frecuentes. Incluso un ligero golpe puede dejar un hematoma en la piel.
El envejecimiento cutáneo extrínseco está causado predominantemente por el fotoenvejecimiento debido a la radiación UV. Otros factores son la nicotina, el alcohol, los patrones de sueño y la dieta. Todos ellos inhiben la síntesis de colágeno y, a su vez, activan las metaloproteinasas con la degradación de las proteínas de la matriz y el fomento de la producción de elastina.
La exposición a la luz solar con demasiada frecuencia da lugar a la típica “piel de cuero”. La hiperpigmentación (lentigos solares) y la hipopigmentación (hipomelanosis guttata idiopática), máculas despigmentadas especialmente en las extremidades inferiores, también son posibles consecuencias.
El consumo de tabaco puede provocar la llamada facies nicotínica, la piel se vuelve gris azulada, ligeramente en forma de montículo y engrosada.
Sobre la frecuencia y distribución de las dos especies. Si me encuentro con alguien por la calle que tiene la piel muy envejecida desde el principio: ¿Qué es más probable, que lo llevara en los genes o que él mismo sea el responsable?
Es una pregunta interesante, pero no está del todo claro responderla porque las dos formas se fusionan. Curiosamente, existe un gradiente socioeconómico en el envejecimiento de la piel: En los países menos desarrollados se encuentra un mayor número de formas intrínsecas que en los países desarrollados. También hay diferencias entre el norte y el sur: En el norte, por ejemplo en Noruega, la gente envejece menos deprisa que en el sur. Las diferencias genéticas regionales son, por tanto, decisivas en este caso.
Estas observaciones también pueden hacerse en el envejecimiento extrínseco de la piel. En determinadas profesiones, por ejemplo, los trabajadores de la construcción, están expuestos al sol con más frecuencia de forma natural. Por tanto, la piel envejece más rápido.
¿Puede abordarse o tratarse eficazmente la forma intrínseca del envejecimiento cutáneo? En caso afirmativo, ¿qué métodos existen para alisar las arrugas mímicas y estáticas?
En principio, seguimos siendo impotentes ante los genes. Es difícil influir en el envejecimiento intrínseco de la piel. Desde el punto de vista de la protección, no hay mucho que podamos hacer. Sólo tomando medidas correctivas a tiempo es posible algún tipo de prevención. La dermatología estética, con sus cuatro pilares principales: botulina, ácido hialurónico, láser y peeling, ofrece aquí buenas posibilidades. Mientras que el láser y el ácido hialurónico se utilizan principalmente para corregir las arrugas estáticas, el botulinum es eficaz contra las arrugas mímicas, que están causadas por una fuerte actividad de los músculos bajo la piel.
En este contexto, el botulismo ya no sólo se utiliza de forma correctiva. La dermatología estética ha aprendido que se pueden conseguir mejores resultados a largo plazo con el botulinum como medida preventiva. Tratamos a determinados grupos de pacientes antes de que aparezcan las arrugas para que no se desarrollen en primer lugar estos signos de envejecimiento cutáneo.
¿Iniciar el tratamiento lo antes posible aumenta el éxito de la terapia?
Absolutamente. Por supuesto, hay que decidir caso por caso a quién tratar y cómo, pero cada vez nos orientamos más hacia el tratamiento preventivo, especialmente con botulina. Un procedimiento de este tipo ya puede evaluarse en una joven de 20 años que presenta una musculatura muy hipertónica en la región interocular.
Diversas influencias medioambientales contribuyen al envejecimiento extrínseco de la piel: Exposición a los rayos UV, dieta, nicotina y alcohol. ¿Puede lograrse ya el éxito terapéutico prescribiendo medidas de estilo de vida?
Por supuesto, los factores desencadenantes deben evitarse en la medida de lo posible. La industria cosmética lo ha comprendido, por lo que hoy en día prácticamente todas las cremas de día contienen un factor de protección solar. No obstante, también hay que explicar al paciente que el envejecimiento de la piel no se detiene de forma natural cuando deja de fumar, por ejemplo. En este caso, las medidas relativas al estilo de vida deben ponderarse correctamente e integrarse en el concepto global de la terapia.
Actualmente se dispone de una gran variedad de medidas terapéuticas: desde láser, rellenos y botulina hasta peeling. Mi favorito personal es el peeling químico de medio a profundo, ya que ofrece unos resultados excelentes.
¿Las personas cuya piel ha envejecido mucho extrínsecamente tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones cutáneas actínicas como queratosis actínicas o espinomas?
Sí, está claro que estos dos factores están correlacionados: cuanto más daño extrínseco haya en la piel, mayor será el riesgo de desarrollar un espinalioma. Esto podría demostrarse. Se sabe que la radiación UV daña los queratinocitos y los fibroblastos a nivel molecular e inicia una transducción de señales que conduce a una ruptura de la matriz extracelular y a un silenciamiento de la síntesis de colágeno. Además, cada vez aparecen más células hijas falsas, que pueden convertirse en un cáncer.
Entrevista: Andreas Grossmann
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2013; 23(6): 12-13