¿Cuál es la terapia óptima para el tromboembolismo venoso asociado a tumores? Esta cuestión fue abordada por dos científicos de renombre que sopesaron las ventajas y desventajas de las opciones de tratamiento disponibles.
Hasta un 12% de todos los pacientes con cáncer desarrollan un tromboembolismo venoso (TEV) asociado al tumor, a veces con un desenlace fatal. Actualmente, las directrices recomiendan las heparinas de bajo peso molecular tanto para la terapia aguda como para la profilaxis. Sin embargo, los anticoagulantes orales directos (DOAC) están cobrando cada vez más protagonismo. PD Dr.med. Jan Beyer-Westendorf, de Dresde (D), explicó que el tratamiento de esta clientela no es comparable al de la anticoagulación normal: “No sólo hay una composición diferente del trombo, sino también diferentes tasas de complicaciones”. Hasta un 15% de los afectados sufren una recaída y entre un 3 y un 7% hemorragias graves. La combinación de tumor y trombosis también conlleva un aumento significativo de la mortalidad, del 31,2%, frente al 5,1% de los pacientes con trombosis sola y el 7,4% de los pacientes con cáncer solo. Esto sugiere la cuestión de si la atención debe centrarse en la mejora de la prevención primaria o en un tratamiento más eficaz de la ETV.
Sólo las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) están aprobadas para la prevención primaria. Sin embargo, los datos son muy contradictorios. Sólo en pacientes de medicina interna hospitalizados y gravemente enfermos se pudo demostrar que la administración de HNM, HNF o fondaparinux se asocia a una reducción de la mortalidad. La profilaxis farmacológica rutinaria de la ETV no está indicada en pacientes ambulatorios. Aquí deben tomarse decisiones individuales, informó la PD Dra med Marianne Sinn, de Hamburgo (D). Los DOAK no están aprobados para la prevención primaria.
Evitar las recidivas de TEV
Las directrices dan preferencia a los HNM sobre los antagonistas de la vitamina K (AVK) para el tratamiento de la TEV. En realidad, los NMH también son superiores a los AVK, pero siguen provocando una alta tasa de recurrencia de TEV y hemorragias graves. Los DOAc han demostrado ser significativamente superiores a los NMH en la prevención de la recurrencia de TEV. Sin embargo, se asocian a un mayor riesgo de hemorragias graves y clínicamente relevantes. Los expertos coincidieron en que tanto el NMH como el DOAK tienen su justificación, dependiendo de la indicación y de la situación individual de la persona afectada. Los NMH son en sí mismos una buena opción para la terapia CAT, aunque hay que tener en cuenta la adherencia a las inyecciones. Los DOAK logran una mejor aceptación mediante la administración oral, lo que puede dar lugar a tiempos de tratamiento más largos. Sin embargo, en este caso se observan tasas más elevadas de hemorragias mucosas, por lo que se recomienda precaución, especialmente en pacientes con tumores gastrointestinales o urogenitales.
Fuente: Reunión Anual de las Sociedades de Habla Alemana de Hematología y Oncología Médica (DGHO) 2019
InFo ONCOLOGY & HEMATOLOGY 2019; 7(6): 25 (publicado el 8.12.19, antes de impresión).