La nefropatía como complicación tardía de la diabetes es una causa frecuente de insuficiencia renal que requiere diálisis. En el estudio CREDENCE, los inhibidores de SGLT-2 ralentizaron la progresión de la disfunción renal en los diabéticos. Este efecto es muy significativo, ya que también se asocia a un menor riesgo cardiovascular y a una reducción de la mortalidad.