Los factores psicosociales suelen ser más importantes que los orgánicos para las diferentes formas y duraciones de una lesión por latigazo cervical. En el caso de lesiones recientes por latigazo cervical, la información objetiva es, por tanto, esencial. No debe fomentarse la cronificación.
Casi ninguna otra dolencia es tan controvertida en cuanto a su génesis y efectos como el llamado “latigazo cervical” o “lesión por latigazo”. “Traumatismo por distorsión de la columna cervical”. Según la patodinámica, se trata de un esguince de la columna cervical causado por una fuerza indirecta, por lo que esta distensión de los tejidos blandos de ligamentos, tendones y músculos se produce en un contexto de aceleración/desaceleración, como suele ocurrir en las colisiones por alcance en el tráfico rodado o también en los accidentes deportivos (artes marciales, submarinismo). En casos muy graves, también es posible que se produzcan lesiones óseas o vasculares; sin embargo, en la gran mayoría de los casos, esto no es de suponer.
Esta forma de traumatismo es extremadamente frecuente: sólo en Suiza se registran unos 25.000 casos al año [1]. El pronóstico parece ser favorable sólo hasta cierto punto: la cronicidad se da -según el autor- en el 10% o incluso más de los afectados. Sin embargo, estudios más profundos hablan de una recuperación completa en el 97% de los pacientes en el plazo de un año [2]. Además, los estudios que comparan países y regiones han mostrado enormes diferencias en la prevalencia de dichas secuelas: las percepciones culturales y las expectativas sobre las prestaciones del seguro parecen desempeñar un papel sustancial.
Síntomas y evolución
El complejo sintomático que puede seguir inmediatamente a una colisión correspondiente como consecuencia directa de un traumatismo es indiscutible [3]:
- Dolor de cuello, hombros y brazos
- Cefalea, predominantemente occipital, con tendencia a extenderse
- Mareo no sistemático.
Además, puede haber más síntomas de irritación psicovegetativa en el sentido de un trastorno general del estado de ánimo. Sin embargo, el posible periodo de latencia hasta la aparición de dichos síntomas ya es discutido. Cabe señalar aquí que las quejas de dolor en los esguinces se suceden con relativa rapidez al traumatismo de distorsión, sobre todo porque aquí el cuello tiene que soportar todo el peso de la cabeza y hay pocas opciones de alivio. En este sentido, un intervalo libre de síntomas de más de 24 horas ya es dudoso; uno de más de 72 horas difícilmente puede explicarse médicamente. Si las molestias persisten después de seis meses, se habla de una “enfermedad crónica del latigazo cervical” o de un “síndrome pseudoneurasténico tras distorsión de la columna cervical” (“síndrome del latigazo cervical tardío”). Entre ellos se incluyen los siguientes síntomas [3]:
- Rápida agotabilidad
- Somnolencia diurna
- Trastornos del sueño
- Miedo
- Mareos
- Sensibilidad al ruido
- Irritabilidad
- Resistencia reducida
- Trastornos cognitivos.
Esta sintomatología recuerda sorprendentemente al complejo sintomático que Widder [4] describió como un “trastorno del estado de ánimo inespecífico, es decir, independiente de la etiología” (resumen 1).
Sin embargo, ahora está claro que en la “sentencia Salanitri” de 1991, el Tribunal Supremo Federal suizo definió una molestia completamente inespecífica como un supuesto trastorno que demuestra una sintomatología a largo plazo en el “latigazo cervical”.
A la vista de estos complejos sintomáticos ampliamente solapados, surgió la impresión de que aquí no hay delimitación nosológica y que estos síntomas crónicos tras un traumatismo por “latigazo cervical” pueden equipararse a los trastornos somatomorfos (BGE 9C_510/2009) y, por tanto, no dan derecho per se a prestaciones.
Sobre la génesis
Hasta la fecha, ni siquiera los radiodiagnósticos más modernos han logrado mostrar de forma convincente ninguna microlesión que pudiera plausibilizar estos procesos persistentes a largo plazo a nivel orgánico. En la medicina de orientación psicosocial, en cambio, se ha reconocido que la forma en que el individuo afronta su enfermedad, es decir, su conducta de enfermedad, tiene una importancia decisiva. Estas observaciones también se han emitido, por ejemplo, en casos de traumatismo cerebral leve e incluso de cáncer. Para concretar el problema del afrontamiento de los trastornos, es necesario recurrir a antiguos conceptos de sociología médica.
El “rol de enfermo” fue concebido por Parsons [5] como una expectativa de rol ideal-típico, aplicado por la sociedad a la persona enferma, que persigue en particular la mayor limitación posible del daño: Se permite a la persona enferma retirarse del lugar de trabajo, pero se le exige que busque tratamiento y vuelva al trabajo lo antes posible. Mechanic [6], sin embargo, ha demostrado en relación con el comportamiento ante la enfermedad que el papel del paciente puede configurarse de forma muy diferente en cada individuo, lo que a su vez depende en gran medida de variables de la personalidad como la edad, el sexo, el trasfondo social o el bagaje cultural.
“Comportamiento anómalo en caso de enfermedad” es, por tanto, un comportamiento subóptimo del paciente encaminado a disfrutar de los privilegios de la baja por enfermedad más tiempo del necesario y a permanecer fuera del área de servicio durante más tiempo o de forma permanente. Esto puede dar lugar a ganancias sociales derivadas de la enfermedad (compensaciones económicas y cuidados compasivos), lo que consolida el papel del paciente, por así decirlo. En un trabajo anterior [7] sobre la gestión disfuncional de las quejas, se demuestra que el comportamiento anormal de la enfermedad puede asociarse a una serie de fenómenos de enfermedad que no tienen ningún valor de enfermedad en sí, pero que sin embargo complican masivamente la integración laboral, como la agravación, la autolimitación, la catastrofización, el desacondicionamiento, la expansión de los síntomas, la regresión de la personalidad, la insuficiencia subjetiva del rendimiento y la actitud de compensación final.
De vez en cuando se observan cursos desastrosos, que pueden hacerse comprensibles con el modelo explicativo del proceso de invalidación de Weinstein [8]. Según este autor, los problemas psicosociales que ponen a prueba la autoestima, por ejemplo una sobrecarga laboral o un despido inesperado, están en el origen. Un trastorno de salud, como el causado por un accidente, puede entonces legitimar una salida del área de prestaciones. Las medidas de apoyo estatales y familiares estabilizan la existencia y la psique del afectado, pero también le confirman en su papel de enfermo, lo que a su vez fomenta la cronificación.
Conclusiones
El objetivo del tratamiento de los pacientes debe ser prevenir todos estos procesos de cronificación con sus consecuencias económicamente perjudiciales, lo que puede hacerse principalmente mediante la profilaxis secundaria. La educación inequívoca del paciente sobre la naturaleza y el pronóstico favorable son primordiales. Además, las medidas terapéuticas en la fase inicial deben limitarse a un mínimo razonable: analgésicos, movimiento activo, sólo un breve período de descanso, nada de collar de Schanz, sobre todo porque este último puede incluso contribuir al debilitamiento y la rigidez de los músculos del cuello. En el caso de desarrollar cursos de larga duración, las condiciones psicosociales (factores de estrés familiar y laboral, procesamiento inadaptado de la enfermedad, etc.) deben enfocarse en consecuencia.
Mensajes para llevarse a casa
- El latigazo cervical suele ser una distensión de los tejidos blandos de la columna cervical. El pronóstico es el mismo que para un esguince, así que es bueno.
- Las diferentes formas y duraciones de la progresión se deben menos a factores orgánicos que a factores psicosociales (calidad del procesamiento del trastorno).
- En el caso de lesiones recientes por latigazo cervical, es esencial proporcionar información objetiva y evitar todo lo que pueda promover una postura de protección innecesaria y, por tanto, la cronificación.
Literatura:
- Knecht T: Traumatismo por distorsión de la columna cervical – Una evaluación del estado desde una perspectiva psiquiátrica. Foro Med Suiza 2011; 11(19): 314-318.
- Spitzer WO, et al: Monografía científica del estudio de cohortes del Grupo de Trabajo de Quebec sobre Trastornos Asociados al Latigazo Cervical: Redefinición del “latigazo cervical” y su tratamiento. Columna vertebral 1995; 20: 1-73.
- Hausotter W: Evaluación de los trastornos somatomorfos y funcionales. 2ª edición. Munich: Urban y Fischer 2004.
- Aries B: Síndromes de dolor y trastornos del estado de ánimo. En: Rauschelbach HH, et al. (Ed.): Das neurologische Gutachten. Stuttgart: Thieme 2000; 422-444.
- Parsons T: El sistema social. Nueva York: Free Press de Glencoe 1951.
- Mecánico D: El concepto de comportamiento de enfermedad. J Chron Dis 1962; 13: 189-194.
- Knecht T: Cuando el paciente con dolor no trabaja – fenómenos de gestión disfuncional de las quejas como obstáculos para la rehabilitación. Foro Med Suiza 2008; 8(42): 797-802.
- Weinstein MR: El concepto del proceso de discapacidad. Psicosomática 1978; 19: 94-97.
PRÁCTICA GP 2017; 12(10): 12-14