Tras haber financiado desde 2012 la Cátedra IRP de Reparación de la Médula Espinal en la EPFL, dirigida por el Prof. Grégoire Courtine, el IRP participa en la financiación del ensayo clínico que se ha iniciado en colaboración con la Dra. Jocelyne Bloch en el CHUV de Lausana. Ocho pacientes parapléjicos cuya médula espinal está parcialmente lesionada participarán en el estudio, que ha sido bautizado con el nombre de STIMO – por las siglas en inglés de Estimulación de la Médula Espinal en Parapléjicos. Antes de informar sobre los avances de este proyecto, el IRP se complace en compartir los resultados que los dos investigadores han obtenido con primates*.
El 23 de junio de 2015, un primate herido en la médula espinal recuperó el control de su pierna paralizada gracias a un sistema neuroprotésico: Gracias a una “interfaz cerebro-médula espinal”, se salvó la lesión, se restableció la comunicación entre el cerebro y la médula espinal y, por tanto, la movilidad de la pierna. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Nature el 9 de noviembre de 2016 y han causado sensación en todo el mundo.
La interfaz descifra la actividad cerebral vinculada al movimiento de andar y transmite esta información a la médula espinal -por debajo de la lesión- mediante electrodos que estimulan la vía nerviosa que activa los músculos responsables de caminar.
Esta interfaz neuroprotésica fue diseñada en la EPFL y desarrollada en colaboración internacional con Medtronic, la Universidad de Brown y Frauenhofer ICT-IMM. Ha sido probado con la colaboración de la Universidad de Burdeos, Motac Neuroscience y el CHUV de Lausana.
“Es la primera vez que una neurotecnología restablece la capacidad de movimiento en primates”, explica el neurocientífico Grégoire Courtine, titular de la Cátedra de Reparación de la Médula Espinal de la EPFL, que dirigió el proyecto. “Pero aún quedan muchos retos por delante y es posible que necesitemos varios años más antes de que todos los componentes de esta intervención puedan probarse en humanos”.
Transmisión inalámbrica a ambos lados de la lesión
“Para establecer esta interfaz cerebro-médula espinal, desarrollamos un sistema inalámbrico en tiempo real que permitía a un primate moverse libremente sin verse afectado por la electrónica cableada”, explica Courtine. “Conseguimos extraer las señales cerebrales que controlan la flexión y el estiramiento de la pierna mediante un algoritmo matemático. Luego vinculamos estas señales descifradas a la estimulación de zonas específicas de la médula espinal que provocan el movimiento de caminar”.
En las lesiones parciales, los científicos han demostrado que la interfaz cerebro-médula espinal funciona inmediatamente. Los investigadores creen que también debería ser eficaz para lesiones más graves del canal espinal, posiblemente con la ayuda de sustancias farmacéuticas. Cabe señalar que en el caso de las lesiones medulares parciales, el primate puede recuperar espontáneamente la movilidad total tras tres meses de rehabilitación.
Ensayos clínicos
“El vínculo entre la descodificación del cerebro y la estimulación de la médula espinal -para que se establezca la comunicación- es completamente nuevo”, afirma la neurocirujana Jocelyne Bloch, del CHUV de Lausana. Dirige el departamento de neurocirugía funcional y ha insertado los implantes en el cerebro y la médula espinal.
“Por primera vez, puedo imaginar que un paciente completamente paralizado pueda volver a mover las piernas gracias a la interfaz cerebro-médula espinal”, prosigue.
En colaboración con la EPFL y el Prof. Courtine, la Dra. Jocelyne Bloch dirige actualmente un estudio de viabilidad clínica para evaluar el potencial terapéutico de la tecnología de estimulación de la médula espinal (STIMO), sin implante en el cerebro. El objetivo es mejorar la marcha en pacientes con una lesión medular parcial.
* Fuente: Comunicado de prensa de la EPFL
PRÁCTICA GP 2016; 11(12): 6