Las convulsiones febriles recurrentes en niños se asocian -según los resultados de un estudio reciente- a un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos y epilepsia en la edad adulta. Posiblemente un efecto en el lóbulo temporal podría ser decisivo.
Las convulsiones febriles son relativamente frecuentes en la infancia y se calcula que afectan a entre el 3% y el 4% de los niños. Por lo general, este tipo de convulsiones se consideran benignas. Sin embargo, investigadores daneses han descubierto ahora que el riesgo a 30 años de sufrir epilepsia y trastornos psiquiátricos en niños con tres o más convulsiones febriles era del 15% y el 30% respectivamente. En comparación, el riesgo de enfermedad mental y epilepsia en individuos no afectados es del 2% y el 17% respectivamente. El estudio también demostró que la mortalidad aumenta en los pacientes con convulsiones febriles recurrentes que luego desarrollan epilepsia.
Los investigadores definieron tres subpoblaciones de niños con convulsiones febriles y sin diagnóstico previo de epilepsia, parálisis cerebral, tumores intracraneales, traumatismo craneoencefálico grave o infecciones intracraneales. Estas subpoblaciones incluían a los niños que habían experimentado al menos una convulsión febril, los que habían experimentado al menos dos y los que habían experimentado al menos tres. El riesgo de recurrencia antes de los 5 años en los niños que tuvieron una convulsión febril fue del 22,7%. Con cada nuevo ataque de fiebre, este riesgo aumentaba.
A partir de otros registros nacionales, los investigadores recopilaron datos sobre epilepsia y trastornos psiquiátricos. Utilizaron regresiones de riesgo competitivo para estimar las incidencias acumuladas y regresión de Cox para obtener cocientes de riesgo (CRI) del riesgo de aparición de estos trastornos en diferentes grupos de edad en función del número de convulsiones febriles.
Se descubrió que los niños con una convulsión febril tenían un riesgo siete veces mayor de diagnóstico de epilepsia a los 5 años (HR: 7,11). Sin embargo, si el niño tenía tres o más convulsiones febriles, el riesgo se multiplicaba por 42 (HR: 42,06). Cuando se incluyeron los trastornos psiquiátricos, los investigadores descubrieron que el riesgo de 30 años al nacer era de alrededor del 17%. Una vez más, se produjo un aumento gradual con cada episodio posterior de fiebre. En el subgrupo con tres o más convulsiones febriles, el riesgo fue de casi el 30%.
¿Efecto directo o indirecto?
No se pudo demostrar la razón del aumento del riesgo. Se ha especulado que podría ser un efecto de las convulsiones febriles sobre el lóbulo temporal. Pero también es posible que se trate de una confusión genética que aumente el riesgo de convulsiones febriles, así como el riesgo de trastornos psiquiátricos. Es posible que nuevas investigaciones arrojen más luz sobre el asunto.
Fuente: 5º Congreso de la Academia Europea de Neurología (EAN)
InFo NEUROLOGY & PSYCHIATRY 2019; 17(6): 39 (publicado el 24.11.19, antes de impresión).