Hoy en día, el tratamiento del cáncer de pulmón es mucho más diferenciado y también más complicado que hace diez años. Esto se debe, entre otras cosas, al gran dinamismo en el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas; en inmunoterapia, en particular, hay muchos nuevos desarrollos de fármacos que pueden utilizarse de forma selectiva. Con la revisión de las directrices sobre el cáncer de pulmón, el estándar actual de terapia ha quedado retratado.
Cada año se diagnostica cáncer de pulmón a unas 4700 personas en Suiza [1]. Sólo entre el 10% y el 20% de los afectados sobreviven a los cinco años siguientes. Esto convierte al cáncer de pulmón en el cáncer con la mayor tasa de mortalidad entre todas las enfermedades tumorales. Con el fin de mejorar significativamente la prevención, el diagnóstico, la terapia y los cuidados de seguimiento, en noviembre de 2022 se publicó la nueva directriz S3 sobre el cáncer de pulmón tras tres años de trabajo en el marco del Congreso Alemán sobre el Cáncer celebrado en Berlín [2]. Con los nuevos hallazgos, será posible mejorar los tratamientos y aumentar las posibilidades de supervivencia de los pacientes. Los médicos también obtendrían una mejor base para tomar decisiones sobre los cuidados mediante recomendaciones basadas en pruebas y consentidas formalmente, explicó el profesor Torsten Bauer, presidente de la Sociedad Alemana de Neumología y Medicina Respiratoria (DGP) [3].
Al igual que en Alemania, el cáncer de pulmón en Suiza es el segundo tumor más frecuente en los hombres después del cáncer de próstata y el tercero más frecuente después del cáncer de mama y de colon en las mujeres. En conjunto, representa entre el 11% y el 12% de todos los diagnósticos de cáncer en ambos países. En el quinquenio 2014-2018, 10.024 hombres y 6302 mujeres murieron de cáncer de pulmón. Así pues, el cáncer de pulmón sigue siendo, con diferencia, la causa más frecuente de muerte por cáncer entre los hombres y la segunda entre las mujeres (Tab. 1 ).
Teniendo en cuenta los progresos realizados en los últimos años
La directriz, que se publicó por primera vez en 2010, se actualizó por última vez en 2018. “Nuestro objetivo con esta segunda actualización es apoyar mejor a los médicos, a los pacientes afectados y a los ciudadanos con mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón a la hora de tomar decisiones médicas. Además, con la versión actualizada hemos creado una base para medidas específicas de educación médica, formación y educación continua”, afirma el Prof. Dr. Wolfgang Schütte, coordinador general de la directriz y uno de los autores principales. Debido a la variedad de opciones terapéuticas que se han desarrollado en los últimos años, existe una individualización cada vez mayor en el tratamiento del cáncer de pulmón, escriben los autores de las directrices. En consecuencia, la ampliación del espectro terapéutico ha dado lugar a numerosas modificaciones e innovaciones en la directriz. Entre las nuevas recomendaciones incluidas en la directriz figuran:
En personas asintomáticas con riesgo de padecer cáncer de pulmón, debe realizarse una tomografía computarizada (TC) del tórax. El riesgo aumentado se define aquí por la edad entre 50 y 75 años o menos, antecedentes de tabaquismo de ≥15 cigarrillos al día durante al menos 25 años o ≥10 cigarrillos al día durante al menos 20 años, y ausencia o menos de 10 años de abstinencia de nicotina.
Fuera del cribado adaptado al riesgo, debe utilizarse un modelo validado de cálculo de probabilidades en línea (por ejemplo, Mayo Clinic, Herder, Brock) para estimar la malignidad de un nuevo nódulo pulmonar en caso de hallazgos incidentales.
El seguimiento mediante TC no debe realizarse en pacientes sin (pre)enfermedad maligna y con bajo riesgo de carcinoma pulmonar con un nódulo pulmonar <5 mm (o <80 mm³) o en pacientes cuyo estado general no permita una investigación o terapia adicionales.
Los carcinomas pulmonares no microcíticos (CPNM) deben someterse a pruebas moleculares para detectar mutaciones del EGFR en estadios tempranos, independientemente del subtipo, así como en situación de recidiva.
A menos que esté contraindicado, a los pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas metastásico a distancia se les debe ofrecer quimioinmunoterapia con platino/etopósido y un anticuerpo PD-L1 (atezolizumab o durvalumab) en primera línea. Para los pacientes con metástasis cerebrales, puede ofrecerse la adición de un anticuerpo PD-L1 a la quimioterapia.
Todo paciente con cáncer de pulmón recién diagnosticado debe ser presentado a una junta de tumores de oncología torácica, donde las decisiones se basan en las directrices actualmente vigentes. Sin embargo, también podría tomarse una decisión de terapia desviada en determinadas condiciones.
Se prevén nuevas revisiones ya en 2023: Debido a la dinámica y a los continuos avances en este campo de investigación, está previsto continuar con la directriz sobre el cáncer de pulmón como una de las denominadas directrices vivas.
Literatura:
- www.bfs.admin.ch/bfs/de/home/statistiken/kataloge-datenbanken/tabellen.assetdetail.20744807.html; último acceso: 22.11.2022.
- Directriz S3 Prevención, diagnóstico, terapia y seguimiento del cáncer de pulmón (versión 2.0, 2022); www.leitlinienprogramm-onkologie.de/leitlinien/lungenkarzinom; fecha de acceso: 22.11.2022.
- Comunicado de prensa Deutsche Gesellschaft für Pneumologie und Beatmungsmedizin e.V., 14.11.2022.
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2022; 4(4): 26