El hermoso y cálido tiempo veraniego atrae a la gente al exterior. Aunque una exposición moderada al sol puede ser beneficiosa para la salud, deben evitarse los baños de sol prolongados. Los beneficios de los protectores solares son indiscutibles, y pruebas recientes demuestran que sólo deben utilizarse protectores solares frescos. Esto se debe a que el filtro UV octocrileno que contienen muchos preparados se descompone con el tiempo en benzofenona.
Sólo en el Centro de Tumores Cutáneos del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf (UKE) se trata cada año a unos 2.000 pacientes con cáncer de piel en régimen ambulatorio y a unos 1.400 en régimen de hospitalización, como explicó el Prof. Dr. Christoffer Gebhardt, Director Clínico y Jefe del Centro Universitario de Tumores Cutáneos del UKE, con motivo del Día de la Protección Solar [1]. Una protección solar completa con cremas y profilaxis de la exposición puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel. El uso de productos dermatológicos de protección solar contribuye mucho a la prevención del cáncer de piel, pero hay que tener cuidado de que los preparados sean frescos. En este contexto, se recomienda comprar cremas solares nuevas cada año (recuadro). Esto se debe, por un lado, a que la protección UV puede disminuir con el tiempo y, por otro, a que ciertos ingredientes se descomponen en sustancias posiblemente cancerígenas a medida que el producto envejece [1–3]. Como se sabe hoy en día, el filtro UV octocrileno se descompone con el tiempo en benzofenona. Dado que se supone que la sustancia tiene efectos cancerígenos y alteradores endocrinos, sólo puede utilizarse como filtro UV en la Unión Europea si se respeta un valor límite [2,3]. Las personas sensibles también pueden reaccionar de forma alérgica a determinados ingredientes. Esto se aplica especialmente a las cremas con filtro químico orgánico o con fragancias y conservantes. Estas personas deberían más bien pasarse a las cremas solares minerales. Los productos disponibles en el mercado utilizan sustancias minerales inorgánicas, como el óxido de zinc o el óxido de titanio, o trabajan con filtros UV orgánicos.
Ambos tipos de filtros son eficaces para evitar que la radiación UV dañe la piel. Los filtros minerales están mezclados con diminutas partículas que reflejan la radiación UV. Los filtros orgánicos absorben los rayos UV y los convierten en calor y luz fluorescente.
Por estas razones, sólo deben utilizarse protectores solares frescos El uso de productos dermatológicos de protección solar puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel. No obstante, debe prestarse atención a la frescura de los preparados de protección solar. Esto se debe, por un lado, a que la protección UV puede disminuir con el tiempo y, por otro, a que ciertos ingredientes se descomponen en sustancias potencialmente cancerígenas a medida que el producto envejece [1–3]. Las cremas solares disponibles en el mercado tienen como mecanismo de acción sustancias minerales inorgánicas, como el óxido de zinc o el óxido de titanio, o bien funcionan con filtros UV orgánicos. Ambos tipos de filtros son eficaces para evitar que la radiación UV dañe la piel. Los filtros minerales están mezclados con diminutas partículas que reflejan la radiación UV. Los filtros orgánicos absorben los rayos UV y los convierten en calor y luz fluorescente. El filtro UV octocrileno se descompone con el tiempo en benzofenona. Como se cree que esta sustancia tiene propiedades carcinógenas y de alteración endocrina, sólo puede utilizarse como filtro UV en la Unión Europea sujeto a un valor límite [2,3]. |
¿Qué factor de protección solar debo elegir?
El Prof. Gebhardt recomienda un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 y para las personas con un tipo de piel clara o los niños un FPS de 50. Por ello, no debe exponerse al sol con demasiada frecuencia y durante demasiado tiempo, incluso con la piel cremosa, ya que el daño cutáneo se acumula con los años [1]. El tiempo de protección propio de la piel varía considerablemente de un individuo a otro. Para un tipo de piel muy clara, se suponen unos tres minutos, para tipos de piel más oscuros hasta más de 40 minutos. Para calcular el periodo de tiempo durante el cual es seguro permanecer bajo la luz solar directa con crema en la piel, puede multiplicar el tiempo de autoprotección de la piel por el FPS indicado. El resultado revela el número de minutos que podemos pasar al sol. Aplicar la crema varias veces no ayuda a prolongar el tiempo de protección, pero es útil para mantener la protección. Además, la crema no debe aplicarse demasiado fina.
“La radiación UV del sol es uno de los principales riesgos para el desarrollo del cáncer de piel y un potente carcinógeno conocido. Sigue siendo esencial una protección solar eficaz mediante la profilaxis de la exposición, es decir, ropa adecuada, búsqueda de zonas de sombra, uso de sombrillas o parasoles y aplicación regular de crema solar.” Sociedad Dermatológica Alemana [2] |
Conclusión: los beneficios superan a los riesgos
La radiación UV induce la formación de vitamina D, que es importante para el metabolismo óseo, entre otras cosas, pero se sabe que también puede dañar la piel. Toda quemadura solar supone un ligero daño para la piel. Incluso una sola quemadura solar puede bastar para aumentar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Debe evitarse especialmente el sol abrasador del mediodía. Además, la ropa larga y aireada y un sombrero para el sol a la sombra le ayudarán a protegerse de la luz solar directa. Como alternativa o complemento, todo el mundo debería aplicarse un factor de protección solar elevado con regularidad y a su debido tiempo, resume el Prof. Gebhardt. Esto es tanto más cierto cuanto que el agotamiento de la capa de ozono estratosférico contribuye a aumentar la contaminación UV. Esto se debe a que la capa de ozono tiene el efecto de que la radiación solar ultravioleta, perjudicial para los organismos, se filtra fuertemente en las longitudes de onda inferiores a 320 nm y prácticamente por completo por debajo de 290 nm.
Literatura:
- “Temperaturas tropicales y mucho sol – ¡no olvide la protección solar!”, UKE Hamburgo, 17.06.2021
- “La protección contra el cáncer de piel de las cremas solares supera el riesgo de los ingredientes potencialmente nocivos”, Deutsche Dermatologische Gesellschaft (DDG), 15.06.2021
- Downs CA, et al: La benzofenona se acumula con el tiempo por la degradación del octocrileno en los productos comerciales de protección solar. Chem Res Toxicol, 7 de marzo de 2021. DOI: 10.1021/acs.chemrestox.0c00461
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2021; 31(4): 42