En este CARDIOVASC, el tema del ictus se examina desde diferentes perspectivas. Por un lado, trata sobre las causas y la profilaxis de los ictus isquémicos cardiogénicos y transcardioembólicos y, por otro, sobre la terapia endovascular del ictus isquémico agudo.
Mientras que en aproximadamente el 40% de todos los ictus (los llamados ictus criptogénicos) o bien no se pueden detectar causas cardiacas o extracardiacas objetivables en el diagnóstico (aproximadamente 1/3 de estos casos) o bien son posibles varias causas (2/3 de estos casos), las causas cardiogénicas-embólicas se encuentran en aproximadamente el 20-33%. En este grupo, la mayor proporción, con diferencia, es atribuible a un trombo en la orejuela auricular izquierda en fibrilación auricular. Una posibilidad de profilaxis, además del tratamiento permanente con anticoagulantes, es el cierre de la orejuela auricular izquierda, que es al menos igual (y a largo plazo incluso superior) a la anticoagulación permanente durante un periodo a medio plazo. PD Dr. med. Steffen Gloekler, Dr. med. Samera Shakir y Prof. Dr. med. Bernhard Meier, de Berna, ofrecen una amplia visión de la situación actual en este campo.
Además del tiempo que transcurre entre el inicio de los síntomas y la recanalización y la posible aparición de una transformación hemorrágica, las tasas de recanalización en particular tienen una influencia decisiva en el éxito de la recuperación tras un ictus. El flujo sanguíneo cerebral debe restablecerse lo antes posible. La mortalidad también es significativamente menor tras la recanalización. Hoy en día también se utilizan técnicas mecánicas de segunda generación para extraer los trombos (los llamados recuperadores de stents desde 2009), que permiten elevadas tasas de recanalización y mantienen bajos los tiempos de intervención. Especialmente los pacientes con contraindicaciones para la trombólisis intravenosa, tras una trombólisis infructuosa o más allá de la ventana temporal de 4,5 horas pueden beneficiarse enormemente de estas innovaciones. Las posibilidades de recuperación aumentan considerablemente. Ahora es necesario comparar estos enfoques mecánicos con los sistémicos existentes (y dentro de la ventana de 4,5 horas), lo que se está haciendo actualmente en varios estudios. El artículo del Prof. Dr. med. Jan Gralla, de Berna, ofrece una valiosa visión general de este campo y proporciona una evaluación de la situación actual de los estudios.
¡Le deseo una lectura interesante!
Prof. Philippe Lyrer, MD
CARDIOVASC 2014; 13(4): 2