“Como médicos, a veces tenemos que llegar a extremos: tenemos que hablar con los pacientes”. El viejo chiste médico puede adquirir un tono muy serio cuando se trata de dar malas noticias. ¿Fue suficiente con uno sensible? ¿El paciente entendió siquiera el contenido de lo que se le dijo? ¿Está en estado de shock? Adherirse a ciertas estrategias en este sentido puede ayudar a ambas partes a perfilar bien la conversación. Una de estas estrategias es el llamado protocolo SPIKES.
Comunicar malas noticias forma parte de la práctica diaria de médicos generalistas y especialistas. Pero cotidiano no significa fácil, sino todo lo contrario: las conversaciones de este tipo son comunicativamente difíciles y emocionalmente estresantes. Por lo tanto, requieren competencias especiales. Tiene sentido adquirirlas y, con una formación específica, mejorar el acercamiento al paciente -al igual que otras habilidades médico-profesionales- también es factible para cualquier médico, escriben el Prof. Dr. Sascha Bechmann, de la Universidad Fliedner de Ciencias Aplicadas de Düsseldorf (D), y su colega [1].
Por lo general, los pacientes quieren ser comprendidos y esperan toda la atención de su médico. Los médicos, por su parte, tienen que informar a sus pacientes lo mejor posible sin soltar términos técnicos incomprensibles. Especialmente cuando se dan malas noticias, un médico debe mostrar empatía y ser capaz de ayudar a su paciente a afrontar las emociones, a veces difíciles. Sin embargo, los propios médicos se sienten a menudo impotentes y perdidos cuando se enfrentan a este tipo de conversaciones.
SPIKES como guía
Incluso el médico más experimentado puede llegar a sus límites en el transcurso de una conversación delicada. “El muro de protección científica tras el que les gusta esconderse a los médicos termina aquí”, escriben los autores. De este modo, la pericia médica ya no desempeña ningún papel en caso de reacción imprevista por parte del paciente.
Además de establecer el marco adecuado (tiempo y lugar), es importante transmitir los mensajes con claridad y sin ambigüedades. Asegúrese de que el paciente ha entendido correctamente lo que se le dice. Para ello, hay que ir al grano. Por lo tanto, es importante no entrar nunca en una conversación de este tipo sin estar preparado. No debe decirse nada que sea poco claro o inapropiado.
El llamado protocolo SPIKES ha demostrado ser una buena estrategia para dar malas noticias, en la que se estructura el mal mensaje para que sea entregado de forma significativa. El término SPIKES está compuesto por los nombres de las 6 etapas que componen el protocolo: Setting, Perception, Invitation, Knowledge, Explorey Strategy.
Escenario: El escenario describe el marco comunicativo y temporal: La conversación no debe ser interrumpida por el personal ni por llamadas telefónicas. Además, debe aclararse si los cuidadores de la persona afectada deben estar presentes y, en caso afirmativo, cuáles, y qué información es necesaria.
Percepción: A continuación se pregunta al paciente por sus conocimientos previos. Por ejemplo, el profesional debe averiguar de antemano cuánto está dispuesto a pagar el paciente. en caso de diagnóstico grave y cómo evalúa él mismo la situación. Esto ayuda a identificar la sensación subjetiva de enfermedad del paciente. Si ésta se desvía de la realidad objetiva, es necesario reaccionar con sensibilidad y equilibrar la percepción errónea.
Invitación: El siguiente paso consiste en aclarar hasta qué punto el paciente está preparado para recibir el mensaje. Esto lo decide él mismo: Si no desea más detalles en este momento, la reunión debe interrumpirse y aplazarse si es necesario.
Conocimiento: Sólo cuando se han trabajado los tres puntos anteriores se procede a la entrega de las malas noticias en el cuarto paso. La información debe transmitirse en frases cortas lo más sencillas posible. A continuación se pregunta si se ha entendido todo. Los pacientes suelen necesitar un tiempo para procesar cognitivamente lo que han vivido. Por lo tanto, para el médico en un momento así: simplemente aguante unos minutos de silencio.
Explorar: “Explorar” significa centrarse en las emociones del paciente y comprenderlas. La escucha activa, así como reflejar las afirmaciones del paciente, son especialmente importantes en este caso para poder señalar apoyo y comprensión de forma verbal y no verbal. Los sentimientos del paciente deben reconocerse, nombrarse y permitirse.
Estrategia: El último paso es terminar la conversación “con éxito”. Es comprensible que esto dependa del estado del paciente. Lo ideal sería que aquí ya se debatiera sobre cómo proceder (Estrategia). Esto puede tener éxito, pero en muchos casos es aconsejable posponer esta cuestión hasta una fecha posterior. Los autores también aconsejan precaución: la aparente compostura de un paciente también puede ser una expresión de exigencias excesivas.
Literatura:
- Bechmann S, Roggenkämper J: Romper las malas noticias: la transmisión de las malas noticias. práctica diaria 2022; 66: 309-312.
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2022; 4(3): 25
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2022; 10(5): 36