Aunque hasta hace poco la norma era iniciar el tratamiento con betabloqueantes sólo cuando aparecían varices, recientemente se ha recomendado prescribir betabloqueantes precozmente e independientemente del estadio de las varices. Se ha demostrado que esta estrategia de tratamiento mejora la supervivencia a largo plazo y reduce el riesgo de episodios de descompensación. En los pacientes con cirrosis hepática ya descompensada, existe una ventaja de supervivencia si se coloca precozmente la derivación portosistémica intrahepática transyugal (DPIT ) como profilaxis secundaria.
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