Los pacientes con enfermedad coronaria se benefician de unos niveles de colesterol bien controlados. Pero con niveles elevados, las modificaciones del estilo de vida no siempre son suficientes para alcanzar el valor objetivo. Por regla general, las estatinas se utilizan entonces para reducir las LDL. Pero, ¿qué ocurre si los afectados no toleran las estatinas? Con ellos se pueden conseguir resultados eficaces con los inhibidores de la PCSK9, y no sólo con ellos…
El papel causal que desempeña el colesterol LDL en el desarrollo de la arteriosclerosis es hoy indiscutible. Se ha demostrado que las personas con una mutación en uno de los genes implicados en el metabolismo del colesterol muestran unos niveles de colesterol LDL significativamente mayores. A menudo se asocian a enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, las personas que presentan mutaciones de pérdida de función en el gen PCSK9 -que da lugar a concentraciones muy bajas de LDL-C- tienen un riesgo cardiovascular sorprendentemente bajo. Aquí es donde entran en juego las medidas terapéuticas. La reducción del colesterol LDL conseguida con la medicación es proporcional a la reducción del riesgo cardiovascular. Las modificaciones del estilo de vida, como el cambio a una dieta sana y un estilo de vida más activo, rara vez conducen al éxito por sí solas. La terapia farmacológica estándar incluye las estatinas. Sin embargo, el tratamiento óptimo de la dislipidemia está aún muy lejos. Un estudio reciente ha sacado ahora a la luz que ningún 16% de los pacientes con cardiopatía coronaria alcanza el valor objetivo de colesterol LDL de <1,4 mmol/l a pesar de una terapia hipolipemiante eficaz.
El trasfondo del estudio era la cuestión de si el objetivo de tratamiento de la directriz actual de la ESC de <1,4 mmol/l y/o reducir a la mitad el nivel basal de colesterol LDL en pacientes con un riesgo cardiovascular muy elevado puede alcanzarse con la terapia estándar (estatinas ± ezetemib). Para ello, se registró la adaptación y el cumplimiento de la terapia hipolipemiante durante y después de una medida de rehabilitación cardiológica durante un periodo de 12 meses en 1.000 pacientes. La proporción de pacientes tratados con estatinas fue superior al 94% al ingreso y al alta de la clínica de rehabilitación, así como en el seguimiento a los tres y 12 meses. Aproximadamente el 9% de los pacientes fueron tratados con ezetemib al ingreso, y más del 23% al alta de la clínica de rehabilitación y en el curso posterior.
Mostró que la proporción de pacientes con colesterol LDL en el rango objetivo era del 9% al ingreso y del 15,7% al alta. Por ello, los responsables del estudio se preguntan si los objetivos de tratamiento especificados pueden alcanzarse en absoluto en la mayoría de los pacientes con cardiopatía coronaria sin la administración adicional de inhibidores de la PCSK9.
Es posible una reducción significativa de más del 50%.
Con la administración adicional de un inhibidor de la PCSK9 puede conseguirse una reducción eficaz de los lípidos de hasta el 60%. El anticuerpo monoclonal se une a la proteína PCSK9 para que deje de poder acoplarse a los receptores de LDL. Esto aumenta la absorción del colesterol LDL de la sangre en el hígado. Además de en pacientes con un riesgo cardiovascular muy elevado y con hipercolesterolemia familiar heterocigota, la nueva clase de sustancias puede utilizarse actualmente sobre todo en pacientes con intolerancia a las estatinas. Se habla de intolerancia a los agentes terapéuticos estándar cuando dos estatinas provocan un dolor muscular que no puede explicarse de otra manera y que desaparece tras interrumpir el tratamiento con estatinas. Una de las estatinas utilizadas debe haber sido administrada en la dosis más baja aprobada. Además de la reducción eficaz y duradera del colesterol LDL, los inhibidores de la PCSK9 también convencen por su buen perfil de seguridad. Sigue siendo emocionante ver cómo seguirán manteniéndose en la práctica clínica diaria.
DGK JT 2020 virtual
Fuente: Guha M, Völler H, Eckrich K, et al.: El objetivo actual de LDL-C de la ESC <1,4mmol/l se alcanza en menos del 16% de los pacientes con cardiopatía coronaria a pesar de un tratamiento hipolipemiante eficaz: datos del registro LLT-R. Clin Res Cardiol 109, Suppl 1, Abril 2020 – Contribución V1796
CARDIOVASC 2020; 19(2): 36 (publicado el 8.7.20, antes de impresión).