En los últimos meses se ha prestado mayor atención a la profilaxis de la migraña. Se presentaron algunas nuevas y prometedoras opciones de tratamiento que también muestran los primeros resultados positivos. Pero estas estrategias de tratamiento no son adecuadas para todos los pacientes. ¿Cuál es el tratamiento actual de la migraña aguda? ¿Los triptanes han tenido su día?
La fisiopatología de la migraña se ha ido descifrando cada vez más en los últimos años. La mejora de la caracterización y el diagnóstico de las características clínicas han llevado a que la migraña se considere actualmente un trastorno complejo y variable de la función del sistema nervioso y no sólo una cefalea vascular. Estudios recientes han aportado nuevos e importantes conocimientos sobre las causas genéticas, las características anatómicas y fisiológicas y los mecanismos farmacológicos. La identificación de nuevos genes asociados a la migraña, la visualización de las regiones cerebrales activadas en las fases más tempranas de un ataque de migraña, una mejor evaluación del papel potencial de los nervios cervicales y el reconocimiento del papel crucial de los neuropéptidos han conducido a nuevas dianas para la terapia de la migraña. En consecuencia, se desarrollaron los anticuerpos CGRP para la profilaxis.
Existen varias intervenciones farmacológicas para el tratamiento agudo de la migraña. Por ejemplo, pueden utilizarse analgésicos como el AAS, el ibuprofeno o el metamizol. Los preparados combinados de AAS, paracetamol y cafeína también aportan su contribución a la terapia de la migraña, tal y como confirma el Prof. Martin Marziniak, MD, de Múnich (D). Sin embargo, los analgésicos no suelen ser suficientes para el dolor moderado o intenso. En este caso, se suele utilizar un triptán (tab. 1) . Se han desarrollado específicamente para el tratamiento de las crisis de migraña y son eficaces en el 70% de los afectados y en el 95% de sus crisis. En cierto modo, imitan la función del neurotransmisor serotonina en el cerebro. Sin embargo, dado que cada preparado ataca en un punto diferente, sin duda tiene sentido cambiar a otro triptán si no hay respuesta, según la experta. “Tres ataques deben tratarse con el mismo preparado en la misma dosis. Si después no se alivia suficientemente el dolor, se puede aumentar la dosis en consecuencia o cambiar a otro preparado”, dice Marziniak.
La forma farmacéutica puede ser el factor decisivo
Los triptanes están disponibles en forma de comprimidos, comprimidos fundentes, aerosol nasal o inyección s.c.. Dependiendo de la galénica, el alivio del dolor se produce a ritmos diferentes. Tomarlo como una tableta es sin duda la norma aquí. Pero algunos pacientes pueden preferir un comprimido fundente. Sobre todo si el sumatriptán tarda un poco en hacer efecto. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el rizatriptán en particular puede provocar un dolor de cabeza recurrente. En estos casos, merece la pena probar el aerosol nasal o la inyección s.c., dijo el ponente.
Probado y comprobado
Puede decirse que los triptanes no han perdido su estatus de medicación aguda eficaz. Por el contrario, para aquellos pacientes para los que la profilaxis no es una opción, suponen una valiosa contribución a la normalización de su calidad de vida. Aunque las intervenciones no farmacológicas no deben descartarse por completo.
Fuente: 14º Congreso de la Federación Europea de Cefaleas (EHF)
InFo NEUROLOGY & PSYCHIATRY 2020; 18(5): 33 (publicado el 2.9.20, antes de impresión).