En la última década, la terapia basada en la atención plena para la ansiedad y la depresión ha pasado de ocupar una posición marginal en el campo terapéutico a convertirse en un procedimiento reconocido y con base empírica. Además de su uso en la prevención de recaídas en la depresión, estudios recientes indican ahora que esta forma de terapia también podría ser de utilidad en los episodios depresivos agudos.
El término entrenamiento en atención plena está actualmente en boca de todos. La conciencia consciente es el concepto central y debe contribuir a la reducción del estrés. Históricamente, el término “atención plena” se encuentra principalmente en el budismo. La secularización de la atención plena tuvo lugar, entre otros, a través del biólogo molecular estadounidense Jon Kabat-Zinn, que utilizó terapias de atención plena para pacientes con dolor crónico y más tarde desarrolló la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (MBSR) como estilo de vida beneficioso para la salud. Mientras tanto, la terapia de atención plena también se utiliza en el marco de otros conceptos de tratamiento. La terapia cognitiva basada en la atención plena (MBCT), por ejemplo, se utiliza en el campo de la prevención de recaídas de trastornos depresivos recurrentes. Al hacerlo, contrarresta los procesos de acumulación que suelen contribuir a la recaída de un episodio depresivo (Fig. 1). En la práctica, esto significa:
- Estar en contacto con el momento presente y no con recuerdos o planes para el futuro
- Percibir pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales sin evaluar
- También percibe conscientemente ligeros cambios de humor y cogniciones automatizadas; considera los pensamientos y sentimientos como acontecimientos mentales y un reflejo de la realidad (“descentramiento”).
Áreas de aplicación de la terapia de atención plena
En la práctica, la MBCT se utiliza para pacientes con estado tras múltiples episodios depresivos, por ejemplo en forma de una terapia de grupo de varias semanas de duración, en la que, además de la realización conjunta de ejercicios de atención plena y la aplicación de elementos de terapia cognitivo-conductual, la aplicación recurrente de los ejercicios practicados en la vida cotidiana puede contribuir de forma decisiva al éxito.
La eficacia de esta forma de terapia se ha investigado en varios estudios. Kuyken et al. pudieron demostrar en el estudio PREVENT que la terapia de mantenimiento con fármacos durante dos años era equivalente a la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) en la profilaxis de las recaídas de episodios depresivos [1]. Del mismo modo, no se encontraron diferencias significativas en términos de rentabilidad. La MBCT demostró ser especialmente eficaz con aquellos pacientes que habían sufrido traumas infantiles.
Sería interesante saber si la terapia de atención plena, además de su uso en la prevención, también es adecuada para el tratamiento de un episodio depresivo agudo o un episodio de ansiedad. Esta cuestión se abordó en un metaanálisis de 12 ensayos controlados aleatorizados con un total de 578 pacientes que cumplían los criterios diagnósticos de un episodio agudo depresivo o de ansiedad [2]. Los datos muestran que el entrenamiento en atención plena en forma de MBCT tiene un efecto significativo sobre la depresión en comparación con el grupo de control (con un control inactivo) y aportaron pruebas de que la MBCT funciona de forma similar a la terapia cognitivo-conductual en grupo (control activo). No hubo beneficios de la MBCT para los trastornos de ansiedad. Los autores recomiendan que la MBCT puede ofrecerse a los pacientes con un episodio depresivo agudo junto con otras intervenciones basadas en la evidencia, también para ampliar sus opciones de tratamiento.
En cuanto al uso de la terapia de atención plena para los trastornos de ansiedad, el ponente se refirió al estudio de Koszycki et al. El grupo de investigación comparó el efecto terapéutico de 8 semanas de reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) con 12 semanas de terapia cognitiva conductual de grupo (KVGT) [3]. El KVGT fue significativamente superior a la MBSR en la reducción de la ansiedad social, la tasa de respondedores (67 frente a 39%) y la tasa de remisiones (44 frente a 9%). Sin embargo, en términos de mejora del estado de ánimo, la funcionalidad y la calidad de vida, las dos terapias eran comparables. Así pues, para los autores, está claro que el KVGT sigue siendo el tratamiento de elección para el trastorno de ansiedad social. Teniendo en cuenta este resultado, cabe plantearse hasta qué punto los pacientes individuales se beneficiarían de una MBSR adicional en términos de mejora de la calidad de vida, señala el profesor Rufer.
Estudios recientes intentan averiguar cuáles son los mecanismos exactos de acción de la terapia de atención plena. En una revisión [4], se filtraron las áreas de la atención plena y el pensamiento negativo repetitivo (rumiación) como mediadores de los efectos de las terapias basadas en la atención plena. Sin embargo, los autores criticaron las deficiencias metodológicas de algunos de los estudios incluidos.
Correlato neurobiológico
Cómo y si el uso de aplicaciones basadas en la atención plena se manifiesta en un correlato neurobiológico fue investigado, entre otros, por Lazar et al. examinado. En este estudio, se pudieron detectar cambios en las estructuras cerebrales de 20 sujetos con amplia experiencia en meditación con la ayuda de exámenes de IRM [5]. Las áreas cerebrales responsables del procesamiento de las impresiones sensoriales, la regulación de la atención y la interocepción eran más gruesas en los sujetos que meditaban que en los controles emparejados.
En otro estudio, se utilizó la resonancia magnética funcional para investigar las actividades de las áreas cerebrales durante la exposición a imágenes negativas [6]. Los 24 sujetos sanos que utilizaron una breve intervención de atención plena presentaron una menor actividad en las áreas cerebrales responsables del procesamiento de las emociones (como la amígdala o el giro parahipocampal) durante la visualización de estímulos de emociones negativas frente a imágenes neutras, en comparación con los 22 controles sin intervención. Los resultados indican efectos del entrenamiento en atención plena en relación con la regulación de estas actividades neurobiológicas.
Ya existen enfoques para poner en práctica estas conclusiones. El grupo de investigación dirigido por el Prof. Dr. med. Uwe Herwig está investigando el entrenamiento con neurofeedback para poder tratar a los pacientes de forma aún más eficaz [7]. Los sujetos de la prueba se someten a una resonancia magnética, que muestra a los pacientes las zonas del cerebro que se activan con la visualización de estímulos negativos mediante un código de colores (esquema de semáforo). Así, a través de diversas medidas (por ejemplo, la reevaluación de la situación desencadenante de ansiedad), el paciente puede aprender mediante una retroalimentación directa a afrontar mejor estas situaciones desencadenantes de estrés. Además, el método fomenta la autoeficacia del paciente, ya que demuestra que el individuo posee las habilidades necesarias para controlar la ansiedad. El objetivo es interiorizar lo que se ha entrenado hasta tal punto que pueda aplicarse también en la vida cotidiana.
Resumen y perspectivas
En la última década, la terapia basada en la atención plena para la ansiedad y la depresión ha pasado de ocupar una posición marginal en el campo terapéutico a convertirse en un procedimiento reconocido y con base empírica. Por ejemplo, la MBCT figura en las directrices bajo su indicación clásica, la prevención de recaídas en la depresión (NICE, S3). Estudios recientes indican ahora que la MBCT también puede tener un papel en los episodios depresivos y se recomienda cuando se suspenden los antidepresivos. A pesar de estos resultados positivos, no deben descuidarse otros métodos basados en pruebas (por ejemplo, la terapia de exposición para los trastornos de ansiedad), subraya el profesor Rufer a modo de conclusión.
Fuente:9º Foro Suizo de los Trastornos del Ánimo y la Ansiedad (SFMAD), 12. abril 2018, Zúrich
Literatura:
- Kuyken W, et al.: La eficacia y rentabilidad de la terapia cognitiva basada en la atención plena comparada con el tratamiento antidepresivo de mantenimiento en la prevención de las recaídas/recurrencias depresivas: resultados de un ensayo controlado aleatorizado (el estudio PREVENT). Health Technol Assess 2015; 19(73): 1-124.
- Strauss C, et al: Intervenciones basadas en la atención plena para personas diagnosticadas de un episodio actual de un trastorno de ansiedad o depresión: un metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados. PLoS One 2014; 9(4): e96110.
- Koszycki D, et al.: Ensayo aleatorizado de un programa de reducción del estrés basado en la meditación y la terapia cognitivo-conductual en el trastorno de ansiedad social generalizada. Behav Res Ther 2007; 45(10): 2518-2526.
- Gu J, et al.: ¿Cómo mejoran la salud mental y el bienestar la terapia cognitiva basada en la atención plena y la reducción del estrés basada en la atención plena? Una revisión sistemática y un metaanálisis de los estudios de mediación. Clin Psychol Rev 2015; 37: 1-12.
- Lazar SW, et al.: La experiencia en meditación se asocia a un mayor grosor cortical. Neuroreport 2005; 16(17): 1893-1897.
- Lutz J, et al.: Mindfulness y regulación de las emociones – un estudio de RMf. Soc Cogn Affect Neurosci 2014; 9(6): 776-785.
- Nickl R: Controlar los miedos. Revista UZH 2014; 23(2): 12-14. www.news.uzh.ch/de/articles/2014/aengste-konrtollieren.html
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2018; 16(3): 46-48.