Basándose en la situación actual de los datos y en consideraciones fisiopatológicas, las sociedades profesionales actualizan continuamente las recomendaciones para el tratamiento de los pacientes durante la pandemia. Esto también se aplica a las enfermedades cutáneas comunes con una patogénesis inmunológica compleja. En particular, aborda la cuestión de lo que debe tenerse en cuenta en pacientes en tratamiento sistémico o con respecto al inicio de dicho tratamiento.
Cuando se trata de tratamientos para dermatosis primarias que interfieren en la respuesta inmunológica, la decisión terapéutica puede verse afectada. ¿Qué tratamientos son seguros y qué debe considerarse en términos de equilibrio entre riesgos y beneficios? La Prof. Dra. med. Margitta Worm, Charité Medizin Berlin, habló de ello en un evento web de la FomF (D), Dermatología y Alergología Refershers [1].
Mantener el control de los síntomas, evitar las exacerbaciones
Al igual que en la psoriasis, las terapias inmunomoduladoras deben continuarse en general en la dermatitis atópica [2]. Con respecto al inicio de una nueva terapia sistémica, los retinoides o el dupilumab tienden a ser preferibles al tratamiento con terapias sistémicas convencionales, ya que influyen en menor medida en la defensa inmunitaria contra la infección vírica [2,3]. Dado que las exacerbaciones de la enfermedad subyacente podrían tener un impacto negativo en la inmunidad, es importante controlar los síntomas lo mejor posible, lo que aboga a favor de continuar con los tratamientos inmunomoduladores [4]. Además, deben seguirse las precauciones generales y las medidas de higiene. En el contexto del lavado frecuente de las manos, debe recordarse a los pacientes que realicen los cuidados básicos de la piel de forma sistemática, incluidos los productos hidratantes para el cuidado de la piel.
Para los pacientes con enfermedad COVID-19 probada, se recomienda lo siguiente en un número de junio del Foro Especial JEADV COVID-19 [4]: La decisión de interrumpir o no el tratamiento inmunomodulador debe tomarse en función de una evaluación interdisciplinaria de los riesgos y de las recomendaciones de las directrices. También es importante tener en cuenta que los inmunomoduladores utilizados en el tratamiento de la dermatitis atópica también pueden afectar a comorbilidades como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, esofagitis eosinofílica, enfermedad renal y alergias graves, y la interrupción brusca de un régimen de tratamiento sistémico estable puede provocar exacerbaciones de estas afecciones. Si se toma la decisión de interrumpir el tratamiento sistémico de la dermatitis atópica, debe proporcionarse a los pacientes una terapia tópica lo más eficaz posible para poder prevenir los brotes. También es importante vigilar y tratar cualquier comorbilidad, como el asma.
Literatura:
- Worm M: COVID-19: Importancia para la dermatología y la alergología. Prof. Dra. med. Margitta Worm, Actualización en Dermatología y Alergología, FomF.de, Hofheim (D), 10.09.2020.
- Buhl T, et al: COVID-19 e implicaciones para las enfermedades dermatológicas y alergológicas. JDDG 2020;18(8): 815-825.
- Ruzicka T, et al: Eficacia y seguridad de la alitretinoína oral (ácido retinoico 9-cis) en pacientes con eccema crónico grave de manos refractario a los corticosteroides tópicos: resultados de un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y multicéntrico. Br J Dermatol 2008; 158: 808-17.
- Wollenberg A, et al: European Task Force on Atopic Dermatitis statement on severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-Cov-2) infection and atopic dermatitis. FORO ESPECIAL COVID-19. JEADV 2020; 34(6): e241-e242.
- De Giorgi V: Manifestaciones cutáneas relacionadas con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19): Un estudio prospectivo de China e Italia. J Am Acad Dermatol 2020; 83(2): 674-675.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2020; 30(5): 4