Especialmente en el caso del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos, la cuestión de la comorbilidad/diagnóstico diferencial desempeña un papel que no debe subestimarse. Los expertos suponen que una gran parte de los afectados padecen también otras enfermedades concomitantes. Sin embargo, no es infrecuente que sólo se diagnostiquen éstos y que el TDAH permanezca oculto tras la máscara de la comorbilidad.
Los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en adultos pueden ocultarse tras afecciones médicas comórbidas. De hecho, en muchos casos, los pacientes recién diagnosticados destacan primero por otras enfermedades psiquiátricas. Sin embargo, un estudio observacional multicéntrico de adultos demostró que las comorbilidades son la norma y no la excepción en los pacientes adultos con TDAH: En el momento del diagnóstico del TDAH, la tasa de morbilidad psiquiátrica era del 66,2%, con más hombres afectados. Las comorbilidades más comunes del TDAH en adultos incluyen trastornos adictivos (39%), trastornos de ansiedad (23%) y trastornos afectivos como depresión, manía o bipolaridad (18%). Las “cuatro grandes” comorbilidades del TDAH también incluyen los trastornos de la personalidad. Sin embargo, debido al gran esfuerzo que supone registrar estos diagnósticos, no se dispone de datos epidemiológicos fiables.
Posible solapamiento de síntomas
El reconocimiento de las distintas enfermedades se ve dificultado por el hecho de que no son infrecuentes los solapamientos de síntomas. Los síntomas principales del TDAH son problemas de atención, hiperactividad e impulsividad. Estos están presentes de forma crónica. En el trastorno bipolar, por ejemplo, también se producen, pero sólo durante los episodios de la enfermedad. El TDAH está clasificado como un trastorno del desarrollo y comienza en la infancia. El trastorno bipolar, por otro lado, suele comenzar al final de la adolescencia o en la edad adulta. De forma similar a un episodio maníaco, los pacientes con TDAH tienen un mayor impulso, mayor fluidez verbal, mayor impulsividad y tendencia a realizar actividades peligrosas. Además, los pacientes con TDAH se distraen con facilidad, son erráticos en su proceso de pensamiento formal y comienzan muchas actividades al mismo tiempo sin terminarlas.
Lo mismo ocurre con la depresión. Tanto el TDAH como un episodio depresivo presentan algunos de los mismos síntomas o síntomas similares, especialmente agitación psicomotriz y problemas de concentración. Sin embargo, en casos extremos, los síntomas depresivos pueden enmascarar el TDAH durante años e impedir una terapia específica. Por regla general, los adultos que padecen TDAH suelen buscar ayuda psiquiátrica “sólo” a causa de la depresión. Como muy tarde, cuando el paciente se muestra resistente a la terapia, hay que pensar también en el TDAH.
¿Qué enfermedad tratar primero?
La decisión sobre la farmacoterapia del TDAH depende del tipo y la gravedad de los respectivos trastornos concomitantes. Básicamente, el tratamiento con estimulantes está indicado cuando el TDAH es el foco principal. El fármaco de elección es el metilfenidato. La farmacoterapia para los pacientes adultos con TDAH se recomienda ahora no sólo para las manifestaciones graves, sino también para las leves o moderadas, siempre que se ajuste a las preferencias del paciente. A menudo, la reducción de la gravedad de los síntomas del TDAH también mejora los síntomas de un trastorno comórbido. En el caso de un trastorno depresivo comórbido, normalmente no hay nada que decir en contra del tratamiento farmacológico simultáneo. Sin embargo, en caso de manía, ésta debe tratarse en primer lugar. Este es el requisito previo para que la terapia de los síntomas del TDAH sea posible en primer lugar. El abuso de alcohol y el consumo de cannabis no son, en principio, contraindicaciones estrictas para el tratamiento farmacológico. Sin embargo, debe trabajarse por la abstinencia en el curso del tratamiento. En cambio, en caso de abuso de cocaína, anfetaminas u opiáceos o de politoxicomanía, la atención se centra en la desintoxicación.
Para saber más:
- Pineiro-Dieguez B, et al: Comorbilidad psiquiátrica en el momento del diagnóstico en adultos con TDAH: El estudio CAT. J Atten Disord 2016; 20: 1066-1075.
- Torgersen T, et al: TDAH en adultos: un estudio de las características clínicas, el deterioro y la comorbilidad. Nord J Psiquiatría 2006; 60(1): 38-43.
- Rostain AL: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos: recomendaciones basadas en la evidencia para su tratamiento. Postgrad Med 2008, 120(3): 27-38.
- Directriz S3 “TDAH en niños, adolescentes y adultos”; Estado 02.05.2017; www.awmf.org/leitlinien/detail/ll/028-045.html