Según nuevos datos, el tabaquismo pasivo y activo aumenta significativamente el riesgo de cáncer de mama. Las mujeres jóvenes después de la menarquia y antes de su primer embarazo a término (PTG) corren un riesgo especial. Además, el primer cigarrillo de la mañana parece ser el factor más importante para el cáncer de pulmón.
(ag) Varios estudios de cohortes recientes han demostrado que un mayor riesgo de cáncer de mama está asociado con:
- mayor número de “años paquete” (unidad definida como un paquete de cigarrillos al día durante un año)
- mayor tiempo de ahumado.
Además, se demostró una relación de dependencia entre la dosis y la respuesta entre la menarquia y el FFTP con el aumento de los “años de envase”. También se analizó el tabaquismo pasivo como factor de riesgo: También en este caso se encontró una asociación entre la dosis ingerida pasivamente (durante toda la vida) y el riesgo de cáncer de mama.
En la cohorte EPIC [1], estos resultados volvieron a confirmarse rotundamente: En comparación con las mujeres que nunca fumaron y no declararon haber estado expuestas al humo pasivo en el trabajo o en casa en el momento del registro del estudio, las fumadoras activas y pasivas tuvieron un riesgo significativamente mayor de cáncer de mama (10-16%). También en este caso, el aumento de riesgo más relevante se produjo en relación con los “años paquete” entre la menarquia y la FFTP. La probabilidad aumentaba nada menos que un 73% por cada 20 “años de cajetilla” (es decir, si alguien fumó dos cajetillas al día durante más de diez años, por ejemplo, 2x 10 = 20). Después de la menopausia se observó exactamente la tendencia contraria: el riesgo disminuyó un 47% por cada 20 “años paquete”.
El primer cigarrillo marca la diferencia
Con el fin de simplificar la estratificación de las personas que corren un riesgo especial de padecer cáncer de pulmón, un estudio [2] probó el valor informativo de una medida extremadamente sencilla: la pregunta sobre el tiempo transcurrido hasta el primer cigarrillo después de despertarse (“tiempo transcurrido hasta el primer cigarrillo después de despertarse”, TTFC).
Más allá de otras medidas como la intensidad, la duración y los años de cajetilla, esta sencilla encuesta demostró tener relevancia estadística: se estudiaron 3249 ex fumadores (grupo de control sin cáncer de pulmón, n=1437/grupo con cáncer de pulmón, n=1812). Se descubrió que la probabilidad de padecer cáncer de pulmón estaba significativamente relacionada con la TTFC. En comparación con las personas con un TTFC superior a 60 minutos:
- el cociente de probabilidades a los 31-60 minutos fue de 2,57
- el cociente de probabilidades a los 6-30 minutos fue de 2,27
- el cociente de probabilidades para menos de cinco minutos fue de 3,50.
Según los autores, se trata por tanto de una herramienta útil para especificar la evaluación de riesgos, que también podría utilizarse en programas para dejar de fumar en el futuro.
Literatura:
- Dossus L, et al: Int J Cancer 2014 Apr 15; 134(8): 1871-1888.
- Gu F, et al: J Natl Cancer Inst 2014; 107(6): dju118. doi:10.1093/jnci/dju118.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2014; 2(9): 5