Con el rápido desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer altamente eficaces, como los inhibidores de los puntos de control, surge inevitablemente un espectro ampliado de efectos secundarios de las terapias oncológicas. El uso creciente de la inmunoterapia exige conocer estos efectos adversos potenciales y también las estrategias para su gestión. Mientras se va conociendo poco a poco el abanico, el alcance y la frecuencia de los efectos secundarios con un uso más amplio fuera de los ensayos, se prueban con diligencia métodos para su profilaxis y terapia.