Las opciones terapéuticas disponibles hoy en día permiten elegir una estrategia terapéutica individualizada. Además de los inmunosupresores covvencionales, los biológicos son cada vez más importantes. El belimumab está aprobado desde hace varios años como complemento del tratamiento estándar. Según los datos clínicos actuales, hay muchas posibilidades de que más anticuerpos monoclonales lleguen al mercado en un futuro próximo y se sumen al arsenal de terapias dirigidas.