Tres de cada cuatro supervivientes de sepsis se ven afectados por nuevos trastornos de la memoria o enfermedades mentales o físicas. Incluso en el grupo de menores de 40 años, más de la mitad de los supervivientes de sepsis la padecen. Éstas son dos conclusiones de un análisis anónimo de los datos de los seguros sanitarios que ahora publica la revista JAMA Network Open. El equipo de autores del Hospital Universitario de Jena, Charité – Universitätsmedizin Berlin y el Instituto Científico de la AOK examina la frecuencia y los costes de las consecuencias sanitarias de la sepsis.
La ciencia médica define la sepsis como una disfunción orgánica peligrosa causada por una respuesta inmunitaria excesiva a una infección. Esta afección potencialmente mortal se produce cuando la respuesta del organismo a una infección daña sus propios tejidos de modo que órganos como los riñones o el hígado dejan de funcionar. En todo el mundo, la sepsis es la principal causa de muerte relacionada con las infecciones. En Alemania, cada año se tratan 320.000 casos en el hospital, y la tasa de mortalidad hospitalaria es de aproximadamente el 25%, lo que resulta alarmantemente elevado. Según estudios recientes, la mayoría de las personas tratadas con COVID-19 grave también padecen sepsis.
Los resultados de la investigación del Centro de Sepsis y Consecuencias de la Sepsis (CSCC) del Hospital Universitario de Jena (UKJ) no sólo han contribuido significativamente a la conexión en red de la investigación básica orientada al paciente con la investigación clínica en el campo de la sepsis, sino que el centro también ha investigado las consecuencias a largo plazo y la rehabilitación tras la grave enfermedad. En la actualidad se está creando aquí un Centro Postcovídico interdisciplinar. Una cooperación de la UKJ y la Charité, financiada por el Comité Federal Conjunto con recursos del Fondo de Innovación, ha analizado ahora las secuelas, los factores de riesgo, los cuidados y los costes de la sepsis junto con el Instituto Científico de la AOK.
Para la evaluación, el equipo del estudio pudo recurrir a los datos sanitarios anonimizados de más de 23 millones de asegurados de la AOK entre 2009 y 2017, que bien pueden representar al conjunto de la población alemana. Entre ellos, el equipo identificó a 159 684 asegurados mayores de 15 años que fueron hospitalizados por sepsis en una unidad de cuidados normales o intensivos en 2013 o 2014. Para ellos, se registraron tanto las enfermedades previas como los nuevos diagnósticos que se produjeron en los tres años posteriores a la sepsis y el tratamiento y las necesidades de cuidados resultantes. “Buscábamos nuevas alteraciones físicas, mentales y cognitivas que se sabe que se producen como consecuencia de la sepsis, como enfermedades cardiovasculares, trastornos cognitivos o motores, síndrome de fatiga o depresión”, explica la Dra. Carolin Fleischmann-Struzek, directora del proyecto.
Sólo en el primer año tras el alta, tres cuartas partes de los supervivientes de sepsis tuvieron un nuevo diagnóstico y más del 30% murieron en el primer año. Incluso en el grupo de personas menores de 40 años, más del 56% desarrollaron enfermedades secundarias en el primer año tras la enfermedad. La Prof. Dra. Christiane Hartog, investigadora de servicios sanitarios de la Clínica de Anestesiología con especialización en Medicina Intensiva Operatoria de la Charité y última autora del estudio, subraya: “Las secuelas psicológicas, cognitivas y físicas afectan a la mayoría de los supervivientes e incluso con frecuencia se presentan juntas, lo que supone una carga especial para los afectados. Sorprendentemente, apenas hay diferencia si la sepsis fue menos grave o tuvo que ser tratada en cuidados intensivos. Especialmente en lo que respecta al síndrome de secuelas infecciosas tras el covid-19, esto es de gran relevancia”.
El equipo del estudio también analizó los gastos en que incurrieron los supervivientes en concepto de tratamiento hospitalario y ambulatorio, rehabilitación, remedios y medicación. Sitúa los costes de tratamiento por caso en los tres primeros años tras la enfermedad en 29.000 euros. Esto no incluye los costes de emergencia y transporte, ayudas, costes de cuidados y costes indirectos como la pérdida de trabajo. Más del 30% de los supervivientes de sepsis requirieron cuidados de enfermería en el año posterior al alta hospitalaria, y más del 13% necesitaron nuevos cuidados en una residencia tras un curso grave. El equipo de autores también afirma en su estudio que apenas existen medidas de seguimiento adaptadas. Sólo el 5% de los supervivientes de sepsis fueron dados de alta a un centro de rehabilitación. “La sepsis tiene consecuencias masivas y duraderas, tanto para los supervivientes y sus familiares como para el sistema sanitario. Por eso se necesitan conceptos de cuidados posteriores específicos para la sepsis”, subraya Carolin Fleischmann-Struzek.
Publicación original:
Fleischmann-Struzek C, et al. Epidemiología y costes de la morbilidad, la dependencia de cuidados de enfermería y la mortalidad post-epsis en Alemania, de 2013 a 2017. JAMA Netw Open. 2021;4(11):e2134290. doi:10.1001/jamanetworkopen.2021.34290 https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2786030