Este número de CARDIOVASC se centra en la insuficiencia cardiaca. Se trata de una afección aún infravalorada que afecta principalmente a la población anciana y se asocia a un deterioro progresivo de la calidad de vida. En términos de supervivencia global, el pronóstico de la insuficiencia cardiaca avanzada no suele ser mejor que el de los tumores malignos.
En nuestro artículo nos ocupamos de un importante cofactor: la carencia de hierro. Esto ocurre como concomitante frecuente de la insuficiencia cardiaca crónica. Afecta aproximadamente a la mitad de los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica y tiene un impacto significativo en la mortalidad y la morbilidad. A menudo se trata de una carencia de hierro denominada “funcional”, por la que se inhibe la biodisponibilidad del hierro corporal. La diferenciación entre la ferropenia absoluta y la funcional en la anemia inflamatoria crónica puede realizarse mediante criterios de diagnóstico sencillos basados en la ferritina sérica y la saturación de transferrina. El primer artículo pretende mostrar de forma práctica en qué se basan las conexiones fisiopatológicas entre insuficiencia cardiaca – carencia de hierro – anemia y qué pasos diagnósticos o enfoques terapéuticos son útiles en este caso.
¿Cuándo debe el médico de cabecera remitir al cardiólogo a un paciente con insuficiencia cardiaca y en qué momento deben valorarse otras medidas como un procedimiento de sustitución cardiaca? Un equipo de cardiólogos del Inselspital de Berna aborda esta cuestión en el segundo artículo. La llamada clasificación INTERMACS de la gravedad clínica de la insuficiencia cardiaca es una herramienta sencilla para evaluar el momento óptimo de los procedimientos de sustitución cardiaca. Si los pacientes son asignados a tiempo, algunos pueden beneficiarse enormemente de estos procedimientos. Los autores analizan las ventajas e inconvenientes de las bombas de asistencia cardiaca y del trasplante de corazón.
Le deseamos una lectura apasionante e informativa con el número actual de CARDIOVASC y le saludamos atentamente.
PD Otmar Pfister, MD
Dr. Lukas Meier
CARDIOVASC 2014; 13(3): 3