Si se sospecha clínicamente, el carcinoma hepatocelular se diagnostica mediante parámetros de laboratorio, diagnóstico por imagen y, si es necesario, una biopsia. Los procedimientos de diagnóstico por imagen con contraste, como la ecografía, la tomografía computerizada y la resonancia magnética, desempeñan un papel especialmente importante en el diagnóstico y el seguimiento.
La incidencia del carcinoma hepatocelular (CHC) en Europa Occidental es relativamente baja, en torno a 5:100.000 al año. En amplias zonas de Asia y África, la incidencia es significativamente mayor, entre un 5 y un 30%, debido a la mayor prevalencia de hepatitis víricas crónicas y a la tendencia a una edad de aparición más temprana. [1,2] Los hombres enferman unas 3-4 veces más que las mujeres . Diversas afecciones preexistentes y factores de riesgo favorecen el desarrollo del CHC, como se muestra enla tabla 1.
En el carcinoma hepatocelular se distinguen tres formas de crecimiento, que se enumeran en la tabla 2.
Todas las formas de carcinoma hepatocelular tienden a invadir los vasos sanguíneos circundantes. Así, los conos tumorales pueden irrumpir en la vena porta o la vena cava inferior y obstruir el lumen de los vasos. Las metástasis se producen relativamente tarde en el curso de la enfermedad y entonces afectan principalmente a los ganglios linfáticos regionales, los pulmones, los huesos y las glándulas suprarrenales.
Clínicamente, al principio hay síntomas generales inespecíficos como náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El dolor a la presión en el abdomen superior derecho suele ser una expresión de tensión capsular en el hígado. En fases avanzadas, puede detectarse un tumor palpable en el abdomen superior derecho, así como ascitis y caquexia.
En ocasiones, el carcinoma hepatocelular se manifiesta por descompensación de una cirrosis hepática existente y/o por síntomas paraneoplásicos como la fiebre.
El laboratorio, el diagnóstico por imagen y posiblemente también el examen de tejidos son importantes para el diagnóstico, y el trasplante de hígado es la opción terapéutica de elección en un enfoque curativo. La quimioembolización transarterial paliativa y la terapia antiviral concomitante para la hepatitis B y C pueden utilizarse como prevención secundaria [3].
Las técnicas de imagen con contraste (ecografía, tomografía computarizada y resonancia magnética) muestran una delimitación y clasificación del tumor relativamente precisas. El CHC se caracteriza por una acumulación de medio de contraste (hiperperfusión) en la fase arterial con un rápido lavado posterior en la fase venosa portal y venosa. Otro criterio es un tamaño de la masa >1 cm. La RM tiene una mayor sensibilidad que la TC, especialmente en el caso de las lesiones más pequeñas, por lo que la RM debe realizarse en primer lugar. En el caso de masas poco claras y pequeñas (<1 cm), se recomienda un examen de seguimiento al cabo de tres meses. Sin embargo, si la masa es mayor de 1 cm y presenta un comportamiento atípico del agente de contraste, se requiere una segunda exploración por imagen o una biopsia para establecer un diagnóstico fiable antes de iniciar el tratamiento. Dado que los síntomas sólo aparecen relativamente tarde, el CHC suele detectarse tarde. Actualmente, la tasa de mortalidad muestra un aumento anual del 2-3% en todo el mundo [4].
Los rayos X no tienen ninguna importancia para la detección del carcinoma hepatocelular.
La resonancia magnética tiene una gran sensibilidad en la detección del CHC. El uso de agentes de contraste en la resonancia magnética para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular es obligatorio. El objetivo de la investigación actual es la utilización de secuencias de RM sin el uso de agentes de contraste [5].
La tomografía computarizada ha asumido una posición complementaria en el procedimiento diagnóstico. Si los hallazgos de la resonancia magnética no son claros, debe utilizarse la tomografía computarizada trifásica y/o la ecografía con contraste [6].
Para detectar cambios sospechosos en el CHC en una fase temprana, los pacientes de riesgo deben someterse a una ecografía cada seis meses [7]. Dependiendo de su tamaño, el CHC suele visualizarse con un patrón de eco mixto, según el cual las lesiones de CHC más pequeñas de menos de 3 cm suelen visualizarse de forma hipoecogénica. La hipervascularización puede demostrarse mediante ecografía Doppler y Doppler de potencia. La hipervascularización arterial y el rápido lavado posterior pueden mostrarse con ecografía con contraste.
Estudios de caso
El caso 1 muestra la progresión del carcinoma hepatocelular en una paciente de 68 años. El diagnóstico inicial se realizó en abril de 2022. Las medidas de tratamiento incluyeron TIPPS y quimioembolización. El seguimiento mediante TC posterapéutico en febrero de 2024 demostró no sólo un CHC sino también una esplenomegalia significativa y una circulación portocava circundante (Fig. 1A a C).
El caso 2 muestra el seguimiento de un CHC bajo tratamiento con sorafenib. La RMN de abril de 2015 mostró un tumor bifocal en el lóbulo derecho e izquierdo del hígado. La RM de seguimiento 1 año después demuestra una necrosis creciente de las masas con un tamaño tumoral casi sin cambios (Fig. 2A a C).
Mensajes para llevar a casa
La incidencia del carcinoma hepatocelular en Europa Occidental es baja.- Los hombres se ven afectados con más frecuencia que las mujeres.
- Varias afecciones preexistentes y agentes nocivos como las hepatitis virales B y C y el abuso del alcohol aumentan significativamente el riesgo de desarrollar un CHC.
- Existen diferentes formas de crecimiento.
- Suele ser necesaria una combinación de pruebas de laboratorio, diagnóstico por imagen y, ocasionalmente, una biopsia para realizar un diagnóstico.
Literatura:
- Burgener FA, et al: Diagnóstico diferencial en resonancia magnética. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York: 2002; pp. 500-502.
- Hircin E, et al: Carcinoma hepatocelular. https://flexikon.doccheck.com/Hepatozelluläres_Karzinom,(último acceso 03.07.2024)
- Urbanek P, Hribek P: El carcinoma hepatocelular desde el punto de vista del gastroenterólogo/hepatólogo. Clinical Oncol 2020 Otoño; 33(Suplemento 3): 34-44.
- Wang W, Wie C: Avances en el diagnóstico precoz del carcinoma hepatocelular. Genes Dis. 2020; 7(3): 308-319.
- Niendorf E, et al: RM realzada por contraste en el diagnóstico del CHC. Diagnostics (Basilea) 2015, Sep 21; 5(3): 383-398.
- Directriz S3 Diagnóstico y terapia del carcinoma hepatocelular y del carcinoma biliar, 2021. https://leitlinienprogramm-onkologie.de,(última consulta: 03.07.2024)
- Lincke T, Boll D, Zech C. Radiology up2date 4; 2016: 295.
- Fu Y, et al: Cáncer de hígado asociado al alcohol. Hepatology 2024, 12 de abril. doi: 10.1097.
- Smith M, Tomboc PJ, Markovich B: Carcinoma hepatocelular fibrolamelar. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 ene, 2022 sep 26.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2024; 12(5): 26-28