Cada año, una persona pierde alrededor del 0,2-0,4% de su volumen cerebral. Hasta aquí, tan normal. En los pacientes con esclerosis múltiple, sin embargo, este valor es aproximadamente el doble. Esto se debe a la desaparición de neuronas y a los procesos de desmielinización. Por lo tanto, el objetivo de una gestión terapéutica eficaz debe ser también proteger el volumen cerebral, incluso en las formas leves o moderadas de la enfermedad.
Los datos sobre la pérdida de volumen cerebral en la EM son cada vez más numerosos y muestran que la magnitud de la pérdida de volumen cerebral se correlaciona con los parámetros clínicos y los síntomas de la EM. Los procesos inflamatorios difusos o latentes en el SNC contribuyen significativamente a la pérdida de volumen cerebral y, por tanto, a la progresión de la discapacidad con déficits físicos y cognitivos cada vez mayores. Además, la pérdida de volumen cerebral se produce en gran medida independientemente de la actividad de empuje. Se demostró que los pacientes con la menor pérdida de volumen cerebral en dos años tenían una probabilidad significativamente menor de que se confirmara la progresión de la discapacidad en 12 o 24 semanas a lo largo de siete años [1]. En consecuencia, la pérdida de volumen cerebral en estadios avanzados de la enfermedad podría ser un valor predictivo para la estimación del pronóstico a largo plazo.
En este contexto, las opciones terapéuticas con propiedades neuroprotectoras son cada vez más importantes. Se ha demostrado una inhibición clara y sostenida de la progresión de la discapacidad en la EMRR de leve a moderada con teriflunomida. La sustancia activa ya ha podido demostrar su efecto y la seguridad de la tasa de recaída con datos del mundo real [2]. Por ejemplo, 250 pacientes con EM fueron tratados con la sustancia activa. La edad media de inicio y la duración media de la enfermedad fueron de 30 y 3,3 años, respectivamente. Los síntomas iniciales más frecuentes fueron entumecimiento de las extremidades (39,4%), debilidad de las extremidades (16,8%) y alteraciones visuales (14,9%). Tras al menos 6 meses de tratamiento con teriflunomida, la RRA en el último seguimiento fue significativamente inferior en comparación con el pretratamiento, lo que corresponde a una reducción del 77,3%. La puntuación EDSS mostró una reducción con una puntuación basal de 2,01±1,56 a una puntuación postratamiento de 1,92 ± 1,65. Además, el inmunomodulador fue bien tolerado.
Detener la reducción del volumen cerebral
En cuanto a la pérdida de volumen cerebral, se observó una reducción significativa durante un periodo de observación de dos años en comparación con el placebo [3]. Los porcentajes medios de atrofia cerebral desde el inicio hasta el año 1 y el año 2 fueron del 0,61% y el 1,29%, respectivamente, en el grupo placebo y del 0,39% y el 0,90%, respectivamente, en el grupo de teriflunomida 14 mg, con una reducción relativa del 36,9% en el año 1 y del 30,6% en el año 2. Cabe destacar el posible efecto protector de la teriflunomida sobre la materia gris cortical, ya que el grosor cortical es el mejor predictor de los síntomas cognitivos [4,5]. Esto concuerda con los hallazgos de que una proporción estable de pacientes en tratamiento con teriflunomida presentan un deterioro cognitivo mínimo o incluso nulo 48 semanas después de iniciar la terapia [6].
Medición del volumen cerebral
La pérdida de volumen cerebral es clínicamente significativa en la EM, con efectos medibles en los marcadores de progresión de la enfermedad y la discapacidad. Por lo tanto, sería deseable que la pérdida de volumen cerebral se convirtiera en un parámetro rutinario en la práctica diaria. Sin embargo, la medición del volumen cerebral aún se enfrenta a algunos retos fundamentales. Por ejemplo, para ello se requiere un alto grado de normalización. Además, la interpretación de las mediciones del volumen cerebral es difícil y puede verse falseada por factores que influyen, como la pseudoatrofia inducida por fármacos. No obstante, la medición del volumen cerebral podría ser una baza útil para evaluar y predecir la progresión individual de la enfermedad en el futuro. Las iniciativas están trabajando en formas de aplicar esto en la práctica diaria.
Congreso: 8º Congreso de la Academia Europea de Neurología (EAN)
Literatura:
- Sprenger T, et al: Mult Scler 2020; 26 (10): 1207-1216.
- Yang H, et al: Eficacia real y seguridad de la teriflunomida en pacientes chinos con EM: un estudio retrospectivo multicéntrico. ePoster EPO-413. Congreso EAN 2022.
- Radue EW, et al: Neurol Neuroimmunol Neuroinflamm. 2017;4(5): e390.
- Zivadinov R, et al: Ther Adv Neurol Disord 2020; 13:1756286420970754.
- Calabrese M, et al: Neurología 2010; 74: 321-328.
- Coyle PK, et al: Mult Scler Relat Disord 2017; 17: 107-115.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2022; 20(4): 25