La inercia con respecto al ajuste de la terapia se denomina “inercia” terapéutica en la literatura y es una de las razones por las que no se alcanzan plenamente los objetivos del tratamiento en la gestión de una enfermedad crónica. Hasta ahora apenas existen datos al respecto en el campo de la psoriasis. Un equipo de investigadores de Francia acaba de realizar un estudio, publicado en JEADV en 2020, que analiza la cuestión desde distintos ángulos.
Desde el concepto de “inercia” terapéutica de Phillips et al. [1] en relación con la gestión de enfermedades crónicas en 2001, se han publicado más de 1.000 artículos científicos en el campo de la tensión arterial, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis [2,3]. En el Congreso de la EADV celebrado en Madrid, el Dr. Bruno Halioua, del Departamento de Dermatología del Instituto Alfred Fournier de París, presentó el primer estudio realizado en Francia sobre este tema en relación con la psoriasis [2]. En vista del espectro en constante expansión de las opciones terapéuticas, la cuestión de un régimen de tratamiento adaptado de forma óptima a las características individuales del paciente y, por tanto, también el tema de la adaptación de la terapia es de gran actualidad. ¿Qué explicaciones hay para la “inercia” terapéutica? Se citan varios factores como causas, entre ellos la sobreestimación del tratamiento actual, la falta de formación y los obstáculos organizativos. En el contexto de la gestión de la enfermedad en la diabetes, donde existen numerosos hallazgos empíricos sobre este fenómeno, los motivos se dividieron en aspectos relacionados con el paciente, el médico y el sistema sanitario (Fig. 1).
Un estudio observacional arroja resultados interesantes
En el estudio realizado por Halioua et al. Se trata de un estudio por cuestionario realizado entre enero y junio de 2019 [2,4]. Los pacientes fueron reclutados a través de la plataforma Carenity y completaron encuestas en línea. Los objetivos del estudio: averiguar las causas de la “inercia” terapéutica desde el punto de vista de los pacientes; evaluar las consecuencias e identificar las posibilidades de resolver el problema. Participaron en el estudio 181 sujetos, la edad media era de 51,3 años (DE 14,4), el tiempo medio desde el diagnóstico era de 15,7 años (DE 13,9). El 30,4% de los sujetos eran mujeres y el 69,6% hombres. El 46% recibía tratamiento tópico en el momento de la entrevista y el 31% recibía terapia sistémica convencional (metotrexato, acitretina, apremilast). Los biológicos se utilizaron en el 20% y la fototerapia se empleó como monoterapia o terapia coadyuvante en el 6%. El tratamiento fue coordinado por un dermatólogo en el 62%, por el médico de cabecera en el 30% y el resto fue gestionado por reumatólogos u otros especialistas. Entre los que recibieron tratamiento biológico, la proporción de pacientes manejados por dermatólogos fue del 81%, con tratamiento sistémico convencional (metotrexato, acitretina, apremilast) del 77% y con terapia tópica del 44%.
Reflexionar sobre el “trato al objetivo” caso por caso
En el 51% de los encuestados se ha producido un ajuste de la terapia en el curso del tratamiento hasta el momento, la mitad de ellos opina que su médico debería haber modificado el tratamiento en una fase anterior. El 41% pasó del tratamiento tópico al oral y el 31% de la terapia oral a la subcutánea. Entre los pacientes a los que el médico no había sugerido un ajuste del tratamiento, el 68% afirmó que le gustaría que el médico le sugiriera una modificación del tratamiento. El orador subraya que se trata de una proporción asombrosamente alta. Entre las posibles razones por las que el médico tratante no ofrece terapia oral o subcutánea a los pacientes tratados tópicamente, los participantes en el estudio indicaron las siguientes: Subestimación del alcance del deterioro causado por la enfermedad psoriásica, resistencia a terapias innovadoras, falta de tiempo, no se da suficiente relevancia al ajuste de la terapia, el médico no se siente lo bastante competente para prescribir opciones terapéuticas orales o subcutáneas. Para el 69% de los que aún no han ajustado su tratamiento, la falta de modificación del mismo repercute en su calidad de vida, y el 51% cree que afecta al curso de su psoriasis (Fig. 2).
La decisión terapéutica influye en la adherencia
Para superar la “inercia” terapéutica, es importante comprender correctamente la complejidad de “tratar para apuntar” en un caso concreto y organizar los procedimientos clínicos rutinarios de forma que se facilite la aplicación de las medidas adecuadas [1]. El 71% de todos los participantes en el estudio (128 de 181) han cambiado de médico. Las razones aducidas fueron: para el 42%, el cambio a otro médico fue independiente del tratamiento, el 41% consideró que el médico no le prescribió el mejor tratamiento posible, el 29% no se sintió suficientemente implicado por el médico, el 16% consideraron insuficientes las explicaciones de las decisiones terapéuticas, para el resto fueron decisivas otras razones. La resistencia a la terapia es una cuestión compleja. Cuando se les preguntó cómo reaccionarían si tuvieran la sensación de que el médico no les estaba prescribiendo la mejor terapia posible, el 14% de los pacientes afirmaron que interrumpirían el tratamiento y el 9% que no lo seguirían de forma sistemática. En conjunto, esto corresponde a una proporción del 23% para la que la no adherencia sería una consecuencia probable con la posible consecuencia de un empeoramiento de la afección, subraya el ponente. El estudio de Haliou et al. [2,4] demuestra que la “inercia” terapéutica tiene implicaciones para el tratamiento y el curso de la psoriasis y que una atención adecuada a este complejo problema puede contribuir a mejorar los resultados del tratamiento y la satisfacción del paciente.
Literatura:
- Phillips LS, et al: Inercia clínica. Ann Intern Med 2001; 135: 825-834.
- Halioua B: Percepción de la inercia terapéutica por parte de los pacientes con psoriasis en Francia. Bruno Haliou, MD, Comunicaciones libres, Congreso de la EADV, Madrid, 10.10.2019.
- Khunti K, et al: Inercia terapéutica en el tratamiento de la hiperglucemia en pacientes con diabetes tipo 2: Una revisión sistemática. Diabetes Obes Metab 2018; 20: 427-437
- Halioua B, et al: Inercia terapéutica en el tratamiento de la psoriasis en placas de moderada a grave. J Eur Acad Dermatol Venereol 2020; 34(1):e30-e32. doi: 10.1111/jdv.15882.
- Allen JD, Curtiss FR, Fairman KA: ¿No adherencia, inercia clínica o inercia terapéutica? J Manag Care Pharm 2009; 15(8): 690-695.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2020; 30(2): 22-24