Mientras que la comorbilidad se centra en una enfermedad índice, en la multimorbilidad coexisten varias enfermedades crónicas al mismo tiempo y la dificultad estriba en averiguar cuál es el principal problema para el paciente.
La multimorbilidad está claramente correlacionada con la edad, pero también afecta en menor medida a las personas más jóvenes. En la población media de una consulta de medicina general, nueve de cada diez pacientes adultos padecen más de una enfermedad crónica, la mitad incluso cinco o más [1]. Sólo hay diferencias muy pequeñas entre hombres y mujeres, e incluso la educación escolar no influye en el número de enfermedades crónicas, pero los ingresos sí: Cuanto más gana una persona, menos a menudo enferma [2].
La tarea más importante del médico de cabecera en la atención a los pacientes multimórbidos es establecer prioridades, es decir, averiguar cuál es el problema principal. “Ahora, para el paciente, el mayor problema a menudo no es la enfermedad que llamaríamos el problema principal desde nuestro punto de vista, por lo que es muy importante que siga preguntando a sus pacientes qué es lo que más les molesta”, subrayó el doctor Martin Krause, de Münsterlingen, en el congreso SGIM de este año en Basilea. El Dr. Krause señala a continuación que muchas de las cosas que hoy llamamos enfermedades corresponden en principio al proceso fisiológico de envejecimiento y, por tanto, no requieren necesariamente tratamiento. Sin embargo, es importante tener siempre en cuenta que este proceso de envejecimiento fisiológico conduce a una mayor fragilidad, que empeora significativamente el pronóstico de nuevas enfermedades e intervenciones, incluso menores. No siempre es fácil dejar esto claro a los pacientes y especialmente a sus familiares.
Fuente: 81ª Reunión Anual de la SGIM, 29-31 de mayo de 2013, Basilea
Literatura:
- Fortin M, et al: Ann Fam Med 2005; 3: 223-228.
- Agborsangaya CB, et al: BMC Public Health 2012; 12: 201.