El carcinoma de mama es el tumor maligno más frecuente de la glándula mamaria. Las mutaciones de los genes BRCA, en particular, aumentan significativamente el riesgo de enfermedad, por lo que una prueba genética puede resultar útil.
Más de una de cada cinco personas desarrolla un cáncer antes de los 70 años. Esta enfermedad es la segunda causa de muerte en Suiza. Según la Oficina Federal de Estadística, el número de nuevos casos de cáncer y de fallecimientos ha aumentado en los últimos años. En las mujeres, el cáncer de mama es el más frecuente con un 32% y es responsable del 18,3% de las muertes. Entre otras cosas, las mutaciones genéticas son responsables del desarrollo del carcinoma de mama, como señaló el Prof. Dr. med. Felix Hilpert, de Hamburgo. Los genes BRCA (BReast CAncer) BRCA1 y BRCA2 en particular se encuentran entre los genes de alto riesgo cuya mutación causa aproximadamente la mitad de los cánceres de mama hereditarios.
Reparación de las roturas de doble cadena del ADN
Los genes supresores de tumores desempeñan un papel importante en la reparación de las roturas de doble cadena del ADN, por lo que normalmente impiden el desarrollo de un tumor. Si ahora se producen mutaciones, ya no podrá evitarse la multiplicación incontrolada de las células defectuosas. Una de cada 20 pacientes con cáncer de mama es portadora de una mutación BRCA. Estas mujeres suelen enfermar antes y a menudo tienen una evolución menos favorable de la enfermedad. En el caso del cáncer de ovario, la dificultad radica principalmente en los síntomas inespecíficos y en la falta de opciones de detección precoz eficaces establecidas. En una gran parte de los afectados (aproximadamente el 75%), la enfermedad sólo se diagnostica en una fase muy tardía, por lo que a menudo ya no es posible una terapia curativa.
Especialmente en el caso de acumulación familiar, la probabilidad de una mutación BRCA es obvia. Con una probabilidad del 50%, el portador transmite la alteración genética a la siguiente generación. Las mujeres y los hombres con genes de alto riesgo de padecer cáncer de mama tienen un riesgo de por vida de desarrollar la enfermedad de hasta el 80%. En las mujeres con una mutación BRCA1, el riesgo de cáncer de ovario aumenta hasta un 40-60%, y hasta un 10-20% en el caso de una mutación BRCA2. “Dado que el marco terapéutico puede adaptarse mejor a la situación individual, debería considerarse la posibilidad de realizar una prueba genética diagnóstica a la clientela adecuada”, afirma el experto. En una familia de alto riesgo con mutaciones BRCA conocidas, se recomienda realizar una ecografía cada seis meses y una IRM cada año a partir de los 25 años, y una mamografía cada dos años como máximo a partir de los 40.
Terapia individual con inhibidores de PARP
El olaparib (Lynparza®), un eficaz inhibidor de PARP, está disponible como terapia. Se une al sitio activo de las poli-ADP-ribosa polimerasas. Esto impide que se disocien del ADN y bloquea el espacio para las enzimas de reparación por escisión de bases. El resultado es una rotura de la doble cadena, que no puede repararse eficazmente. La célula tumoral se vuelve inestable. De este modo, los defectos en el mecanismo de reparación del ADN se utilizan específicamente para provocar la muerte de las células cancerosas. Actualmente, el inhibidor de PARP está aprobado en Suiza para el tratamiento de mantenimiento de pacientes con cáncer de ovario epitelial de alto grado con mutación BRCA1/2 (germinal y/o somática) avanzada (estadios FIGO III y IV) tras una respuesta completa o parcial a la quimioterapia de primera línea basada en platino. También está indicado como monoterapia en pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 negativo con una mutación gBRCA que hayan sido tratadas previamente con antraciclina y un taxano (a menos que esté contraindicado) en un entorno neoadyuvante, adyuvante o metastásico. Las pacientes con cáncer de mama positivo para receptores hormonales (RH) deben haber mostrado progresión bajo una terapia endocrina previa adecuada o considerarse inadecuadas para el tratamiento endocrino.
Fuente: Visiting Time Oncology, Mutaciones en el cáncer de mama y ovario: ¿Qué necesitan saber las mujeres?, 2.9.2019, Hamburgo (D); MSD SHARP & DOHME/AstraZeneca
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2019; 7(5): 22