El dióxido de titanio actúa como filtro UV y está presente en muchos productos, incluidos los cosméticos. Su eficacia para prevenir el cáncer de piel y las quemaduras solares ha quedado demostrada, pero siempre ha habido dudas sobre su seguridad. Sin embargo, según los estudios actuales, los riesgos son extremadamente bajos.
En los protectores solares, las cremas de día, las lociones y los productos para el cuidado de los labios, el dióxido de titanio sólo se encuentra en forma de nanopartículas [1]. Tienen un tamaño de 1-10 nm y se sospecha que pueden penetrar las barreras dérmicas, respiratorias y gastrointestinales, extendiéndose y suponiendo así un riesgo potencial para el consumidor. “En la mayoría de los estudios sobre la piel humana, las partículas de dióxido de nanotitanio suelen permanecer en la superficie de la piel tras la aplicación de una fórmula de protección solar. Sólo una pequeña proporción de las nanopartículas penetra más profundamente en el estrato córneo, pero no alcanza las células viables de la epidermis o la dermis”, afirma la doctora Laurence Imhof, jefa del Departamento de Dermatología Estética y Terapias Físicas del Hospital Universitario de Zúrich, resumiendo los resultados de una publicación de 2019 en JEADV [2].
Excepto en el caso de los productos pulverizados, la aplicación es inocua
Dos estudios en animales sugirieron la penetración cutánea de partículas de dióxido de titanio en nanoforma en el estrato granuloso. En humanos, sólo existe un hallazgo correspondiente de un estudio de caso in vivo, dijo el ponente. Dos voluntarios se aplicaron un protector solar comercial con partículas de dióxido de nanotitanio seis veces al día [3]. Siete días después de la aplicación, se detectaron partículas más allá del estrato córneo en células viables de la dermis mediante un microscopio electrónico de transmisión. El ponente relativiza estos hallazgos: “Eso significaría que habría que frotarse con estos protectores solares de forma muy constante varias veces al día, lo que no se corresponde con la realidad”. En la revisión de Dreno et al. la conclusión es la siguiente: Casi todos los estudios realizados hasta ahora en humanos o animales habrían demostrado que la penetración de las partículas de dióxido de nanotitanio se limitaba en gran medida al estrato córneo. A excepción del único estudio de Naess et al. las partículas de dióxido de nanotitanio no penetraron en la piel más allá de las capas superficiales hasta las células viables. Esto se observó tanto en la piel sana como en la dañada. Sin embargo, los autores desaconsejan el uso de productos en aerosol que contengan nanotiandióxido, ya que las nanopartículas inhaladas pueden difundirse a través de la barrera pulmonar y translocarse al resto del organismo. Aunque los datos en humanos al respecto son escasos e inconsistentes, existen datos de estudios en animales en los que se ha descrito neumonía. En cuanto a la exposición oral a las partículas de dióxido de nanotitanio, por ejemplo durante la aplicación de productos para el cuidado de los labios, los autores mencionan que no cabe esperar efectos adversos para la salud, aunque estas partículas podrían penetrar potencialmente en la mucosa gastrointestinal tras la ingesta oral, pero probablemente sólo de forma limitada.
Fuente: ZDFT 2020
Literatura:
- Imhof L: ¿Qué hay de nuevo en dermatología estética? Dra. Laurence Imhof, Zürcher Dermatologische Fortbildungstage (ZDFT), 14/15.5.2020.
- Dreno B, et al: Seguridad de las nanopartículas de dióxido de titanio en los cosméticos. JEADV 2019; 33 Suppl 7: 34-46.
- Naess EM, et al: Las nanopartículas de dióxido de titanio de los protectores solares penetran en las capas viables de la epidermis: un enfoque clínico. Fotodermatol Fotoinmunol Fotomed 2016; 32: 48-51.
DERMATOLOGIE PRAXIS 2020; 30(5): 22 (publicado el 8.10.20, antes de impresión).