Gallen, el Prof. Dr. med. Volker Heinemann, de Múnich, y el Prof. Dr. med. Werner Scheithauer, de Viena, dirigieron un debate sobre el uso de terapias antiangiogénicas de primera línea. La elevada edad en el momento del diagnóstico (80-84 años según el Registro Holandés del Cáncer) de cáncer colorrectal (mCRC) es un aspecto importante de esta cuestión.
(dk) El ensayo FIRE-3 aporta argumentos importantes en la cuestión de la terapia antiangiogénica de primera línea en el cáncer colorrectal metastásico (CCRm), aunque los datos aún no son lo suficientemente seguros como para provocar un cambio en la práctica clínica.
En este contexto, el Prof. Dr. med. Volker Heinemann, de Múnich, subrayó la importancia de las pruebas moleculares patológicas de la mutación KRAS como la innovación más importante en la terapia del cáncer colorrectal metastásico. Por ejemplo, análisis recientes confirmaron que los pacientes de cáncer colorrectal con metástasis tienen una ventaja significativa en la supervivencia si sus células tumorales contienen un gen RAS de tipo salvaje sin alteraciones genéticas y reciben terapia anti-EGFR además de quimioterapia. “FIRE-3 compara una terapia que inhibe la vascularización del tumor asociada al tumor con un tratamiento anti-EGFR que detiene el crecimiento celular incontrolado en el tumor”, explicó el Prof. Heinemann en su papel de director del estudio en el Centro Integral del Cáncer de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich. El resultado de la prueba KRAS debe utilizarse en la decisión de la terapia de primera línea en cualquier paciente con cáncer colorrectal metastásico. Para los pacientes con RAS de tipo salvaje, los resultados del ensayo FIRE-3 son alentadores, mientras que para los pacientes con una mutación de RAS, son mucho más inciertos. Esto afecta al 50% de todos los pacientes con cáncer colorrectal metastásico, afirma el Prof. Heinemann. Por esta razón, se necesitan más estudios para poder conseguir una terapia óptima. Además, hizo hincapié en la relevancia de la terapia de primera línea, ya que su respuesta contribuye de forma decisiva a la supervivencia global. Por ello, aboga por administrar directamente cetuximab a los pacientes de tipo salvaje.
El Prof. Dr. med. Werner Scheithauer, de Viena, argumentó: “En caso de diseminación de la enfermedad, enfermedad indolente y pacientes comórbidos de edad avanzada, debería llevarse a cabo principalmente una terapia secuencial con FU ± bevacizumab”. Al mismo tiempo, le gustaría ver un ensayo aleatorizado de fase III en pacientes con RAS salvaje (estándar frente a X + cetuximab). En el CCRm ± RAS de tipo salvaje, el bevacizumab como biológico de primera línea ofrece una serie de ventajas (Tab. 1 ) si el objetivo terapéutico principal es reducir o al menos evitar la progresión.
Según el Prof. Scheithauer, los datos de FIRE-3 no tienen aún el peso suficiente para cambiar la práctica clínica actual. Quedan demasiadas preguntas sin respuesta, como el sesgo, la coincidencia y la realidad clínica. Los datos de CALGB-80405 podrían responder aquí a algunas preguntas. En el caso positivo, el Prof. Scheithauer también daría su consentimiento para que todos, excluidos los mutantes RAS, recibieran terapia anti-EGFR.
Fuente: 24º Curso de formación médica continuada en oncología clínica, 20-22 de febrero de 2014, St.
InFo Oncología y Hematología 2014; 2(5): 35-36