Con la ayuda de una molécula del virus HI, los investigadores introducen una proteína antidepresiva directamente en las células nerviosas. El efecto terapéutico en el modelo de ratón es significativamente más rápido y fuerte que con los fármacos anteriores.
Los antidepresivos son los fármacos psicotrópicos más utilizados. Sin embargo, a menudo sólo mejoran los síntomas al cabo de semanas o meses, tienen fuertes efectos secundarios y no funcionan en absoluto para muchos enfermos. Ahora, científicos del Centro Médico Universitario de Friburgo presentan un nuevo enfoque terapéutico en el modelo de ratón que podría resolver en gran medida este problema: Acoplaron la proteína de señalización terapéuticamente activa Homer1a con una molécula contrabandista que también permite la entrada del virus HI en las células. De este modo, la sustancia activa penetra en la célula nerviosa y puede intervenir directamente en las vías de señalización de la célula.
“La sustancia activa despliega su efecto antidepresivo sin rodeos y, por tanto, de forma significativamente más rápida y potente que los antidepresivos clásicos”, afirma el Dr. Tsvetan Serchov, jefe del grupo de investigación del Departamento de Neurocirugía Estereotáctica y Funcional del Departamento de Neurocirugía del Centro Médico Universitario de Friburgo. El estudio se publicó en la prestigiosa revista Neuron el 13 de agosto de 2019.
El enfoque terapéutico de los años 80 podría adquirir un nuevo significado
Los investigadores utilizaron un proceso conocido desde finales de los años ochenta, pero que hasta ahora apenas se había empleado con fines terapéuticos. Vincularon una pequeña proteína del virus HI con la proteína Homer1a, importante para el tratamiento de la depresión. La proteína del VIH puede penetrar fácilmente en la membrana celular debido a sus propiedades fisicoquímicas. En el proceso, hace pasar de contrabando la proteína Homer, terapéuticamente eficaz, a través de la barrera hematoencefálica y hacia el interior de la célula.
Después de que los científicos introdujeran la molécula doble en la sangre de los ratones, el efecto antidepresivo sólo tardó una hora en hacer efecto. En los últimos años, los investigadores de Friburgo habían identificado la proteína Homer1a como un importante mediador celular en la terapia de la depresión. “En estudios anteriores pudimos demostrar que no sólo los fármacos, sino incluso el efecto antidepresivo de la privación del sueño conduce a la activación de las proteínas Homer”, afirma Serchov.
En el estudio actual, realizado en estrecha colaboración con médicos y científicos del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del Hospital Universitario de Friburgo, los investigadores también descifraron cómo ejercen las proteínas Homer su efecto antidepresivo. Activan unas proteínas de superficie llamadas receptores AMPA, que hacen que la célula reaccione con más fuerza a los estímulos. Esto facilita la adaptación y el aprendizaje. Si las proteínas Homer y AMPA se producen en menor medida, como ocurre en los cerebros de las personas con depresión grave, los afectados encuentran más dificultades en estos procesos.
Uso concebible como aerosol nasal
“El enfoque terapéutico tuvo mucho éxito en el laboratorio y en modelos animales. Ahora hay que seguir estudiando los posibles efectos secundarios, la metabolización de la sustancia activa y el uso psiquiátrico concreto”, afirma Serchov. “A largo plazo, es concebible que la sustancia activa se utilice también como aerosol nasal. Así llegaría directamente a la región correcta del cerebro, el córtex prefrontal”.
Fuente: El aumento de la señalización de mGlu5 en las neuronas excitadoras promueve efectos antidepresivos rápidos a través de la activación del receptor AMPA DOI: 10.1016/j.neuron.2019.07.011
www.cell.com/neuron/fulltext/S0896-6273(19)30637-3
Centro Médico Universitario de Friburgo (D)
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2019; 17(5): 31