El nacimiento de un ser humano es sin duda uno de los momentos clave de la vida. Con el fin de poder atender los partos en todo el país a un alto nivel, es decir, basándose en recomendaciones científicas y con el mayor grado de fraudulencia posible, la Asociación de Sociedades Científicas Médicas (AWMF) ha publicado ahora la primera directriz S3 sobre este tema en el mundo de habla alemana.
El nacimiento de un ser humano es sin duda uno de los momentos clave de la vida. En la mayoría de los casos, se trata de partos vaginales a término. Por definición, incluye el periodo comprendido entre las 37+0 semanas de gestación (SSW) y las 41+6 SSW. Por regla general, la atención corre a cargo de un equipo de comadronas y médicos obstetras. Además, en casos concretos puede ser necesario consultar a pediatras y anestesistas para garantizar que este acontecimiento especial se desarrolle con seguridad en el sentido de una buena atención obstétrica.
Con el fin de poder atender los partos en todo el país a un alto nivel, es decir, basándose en recomendaciones científicas y con el mayor grado de fraudulencia posible, la Asociación de Sociedades Científicas Médicas (AWMF) ha publicado ahora la primera directriz S3 sobre este tema en el mundo de habla alemana. La recomendación para la acción se elaboró bajo los auspicios de la Sociedad Alemana de Ginecología y Obstetricia (DGGG) y la Sociedad Alemana de Matronas (DGHWi) con la participación de otras numerosas sociedades profesionales. Las recomendaciones se aplican a las mujeres que dan a luz y a sus hijos que nacen únicos desde la posición craneal a término. “Por primera vez, una directriz al más alto nivel de desarrollo fue iniciada aquí por matronas y médicos y elaborada junto con la iniciativa federal de padres Mother Hood e. V.. Un paso importante del que ojalá se beneficien muchas madres y recién nacidos”.
Prof.in Dr.in Rainhild Schäfers, Coordinadora de Directrices de la DGHWi
“El objetivo de esta directriz es resumir los conocimientos actuales sobre el parto vaginal a término”, subrayan conjuntamente la presidenta de la DGHWi, Elke Mattern, y el presidente de la DGGG, el Prof. Dr. Anton J. Scharl. La atención se centra en la descripción de las fases fisiológicas del parto diferenciándolas de los desarrollos problemáticos. También se explican las razones a favor o en contra de las intervenciones en el proceso de parto natural. En opinión de los autores, el documento también ofrece la oportunidad de seguir fomentando la cooperación entre los grupos profesionales implicados, en beneficio de la madre y el niño. “La directriz es el resultado de las pruebas disponibles y de un largo proceso de consenso. La conclusión es que los conocimientos condensados proporcionan a los grupos profesionales implicados en la obstetricia una buena orientación para sus acciones profesionales.”
Prof. Dr. Michael Abou-Dakn, Coordinador de Directrices del DGGG
En los distintos capítulos, los autores dedican especial atención a los cuidados en las distintas fases del parto, así como a la monitorización, la prevención y la terapia de las lesiones en el parto, el tratamiento del dolor y la garantía de calidad. Con el telón de fondo de la constante escasez de personal, , los autores hacen hincapié en que las mujeres que dan a luz deben recibir atención individualizada por parte de una matrona desde la fase de salida activa y no deben ser dejadas solas por el personal obstétrico en la sala de partos, especialmente en la fase de salida activa, es decir, el momento álgido del parto. Inmediatamente después del parto, otra recomendación es que todas las medidas de enfermería y diagnóstico o intervenciones médicas se reduzcan al mínimo. Este tiempo es especialmente importante para conocerse, lo que en la jerga técnica se conoce como “bonding”. Esto incluye, sobre todo, el contacto piel con piel. El cordón umbilical no debe pinzarse antes de un minuto después del nacimiento, siempre que no esté lesionado y el recién nacido no muestre signos de estrés anormal. Para favorecer el inicio de la lactancia materna, las madres deben ponérsela al recién nacido lo antes posible, idealmente en la primera hora de vida.
Fuente: Sociedad Alemana de Ginecología y Obstetricia e.V.