Informe del caso: La entonces fisioterapeuta de 37 años había recibido un pelotazo en la sien derecha mientras jugaba al tenis durante sus vacaciones en Turquía. Tras un breve dolor de cabeza y palpitaciones en el oído izquierdo, a la mañana siguiente se produjeron fuertes mareos y problemas de equilibrio con incapacidad para ponerse de pie y caminar. Vomitó varias veces y fue ingresada en un hospital local. Allí, el diagnóstico por imagen reveló un infarto de la PICA izquierda debido a una disección vertebral.
La terapia primaria consistió en la administración combinada de Aspirina®, Clopidogrel y Clexane® (2,0 × 0,6 ml). Tras la repatriación a nuestra clínica, pudimos confirmar la persistencia de la disección vertebral en ecografía y resonancia magnética (Fig. 1) y cambiamos a Aspirina®, 100 mg diarios, como monoterapia según los datos actuales y la extensión de la disección a intradural.
Además, la paciente recibió heparina de bajo peso molecular (Fragmin®) para la profilaxis de la trombosis. Tras un rápido traslado a rehabilitación neurológica, el estado mejoró de forma prolongada hasta que la paciente quedó completamente libre de síntomas. Los controles de seguimiento mediante ecografía y resonancia magnética confirmaron la recanalización completa del vaso (Fig. 2). Mientras tanto, la paciente ha vuelto a su trabajo al 100% y, aparte de ataques ocasionales de mareo en “situaciones de estrés”, está libre de síntomas.
De la historia previa, cabe mencionar una disección vertebral derecha sufrida varios años antes tras una maniobra quiropráctica, que ya no era detectable en las imágenes actuales. En ese momento no existían síntomas neurológicos ni signos de imagen de isquemia cerebral.
Discusión: Si incluso los síntomas neurológicos leves, el dolor (típico de la disección) y/o el síndrome de Horner (que no se observó en nuestro paciente) se producen tras movimientos bruscos y posiblemente espasmódicos de la cabeza – en nuestro informe de caso un giro reflejo repentino de la cabeza tras golpear una pelota de tenis en la sien – entonces esto debe sugerir una disección de las arterias carótidas y/o vertebrales.
Diversas modalidades de diagnóstico (TC, RM y ecografía) pueden documentar muy bien la disección o sus efectos hemodinámicos en la fase aguda y pueden proporcionar pruebas no invasivas de la recanalización durante el seguimiento. Mientras tanto, confirmado en el estudio CADISS [1], la Aspirina® en monoterapia es la recomendación terapéutica actual en profilaxis secundaria.
La evolución tras las disecciones de las arterias del cuello suele ser más benigna y el riesgo de recurrencia es menor que en los ictus cerebrales de origen arteriosclerótico [2]. Incluso si las disecciones pueden producirse durante la actividad deportiva, la recomendación “nada de deporte” atribuida a Winston Churchill no puede deducirse de ello.
Literatura:
- Investigadores del ensayo CADISS: Lancet Neurol 2015 abr; 14(4): 361-367.
- Georgiadis D, et al: Neurología 2009; 72: 1810-1815.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2015; 13(5): 30-31