Una consulta de medicina general tiene muchas oportunidades de estar presente digitalmente. Desde concertar citas a través de Internet, pasando por recordatorios por SMS para el paciente, hasta la integración de aplicaciones útiles en el diagnóstico, existen numerosas formas de que el médico utilice los medios electrónicos. En el Congreso KHM de este año en Lucerna, Martin Moser, de Basilea, y Michael F. Bagattini, MD, de Zúrich, presentaron algunos conceptos interesantes.
La presencia en Internet de muchas consultas médicas podría mejorarse, subrayó Martin Moser, director de mercado de PostFinance, al comienzo de su presentación. Cada vez es más fácil encontrar médicos generalistas a través de los motores de búsqueda de Internet. Sin embargo, los enlaces no siempre conducen a los sitios web de las prácticas, sino a veces a sitios externos de recogida de direcciones. La persona buscada no puede controlar el contenido de estas páginas, por lo que su nombre puede aparecer en contextos desfavorables. “Para evitarlo, recomiendo que los consultorios de medicina general creen su propia presencia en Internet. Muchos piensan que esto lleva demasiado tiempo. Por supuesto, puede encargar el trabajo a una agencia, pero incluso si elabora usted mismo el contenido utilizando las denominadas plantillas web (plantilla de diseño para crear una página de inicio), a los profanos en la materia apenas les llevará más de un domingo lluvioso empezar. También existen falsas ideas preconcebidas sobre los costes: Una dirección .ch está disponible por tan sólo CHF 17/año!”, subrayó Moser.
Su propia página web: ¿qué debe tener en cuenta?
Esta presencia controlable es importante porque muchos pacientes encuentran a sus futuros médicos de cabecera en Internet. A la hora de crearlo, debe tener en cuenta los siguientes puntos:
Usabilidad: La página web debe ser adecuada para el grupo objetivo, fácil de usar y de aprender. “Siempre que sea posible, el principio es: ceder el control al usuario”, dice Moser. “Para hacerse una idea de la usabilidad de un sitio web, lo mejor es enseñárselo a un amigo y dejar que pruebe directamente la navegación”. Básicamente, se recomiendan imágenes, jerarquías claras, texto poco fluido y una elección clara de las palabras.
Accesibilidad: Por accesibilidad se entiende el diseño estructural de la página de inicio de forma que pueda ser utilizada por personas con discapacidad de la misma manera que por personas sin discapacidad. Por ejemplo, un tamaño de letra seleccionable individualmente, fuertes contrastes o un código de estructura limpia que permita a una persona con discapacidad visual que una voz electrónica lea el texto en voz alta facilitan el acceso. Además, debe evitarse la jerga técnica.
Optimización de los motores de búsqueda (SEO): “De forma óptima, cuando se introduce su nombre en los motores de búsqueda, la ubicación de su consulta aparece en un mapa a la derecha, su sitio web a la izquierda más los subenlaces que llevan directamente a las respectivas secciones temáticas de su página de inicio”, afirma Moser (véase el recuadro).
Comunicación con los nuevos medios
La página web también puede utilizarse para mostrar al paciente las posibilidades de cita abiertas para un examen. Si se quiere llenar la plataforma de contenidos, se pueden concebir áreas de servicio en las que se transmitan los conocimientos médicos de forma nítida y así contrarrestar la desinformación, que circula en abundancia por Internet, o posibilitar una autoevaluación inicial. Estos “cribados” (cuestionarios electrónicos para comprobar el riesgo de gripe o el estado de vacunación, por ejemplo) alivian el tiempo de consulta. “No hay que engañarse: De todos modos, no sólo los pacientes jóvenes se informan sobre su posible diagnóstico en Internet antes de una consulta, por lo que el consejo inicial del médico de cabecera tiene sentido porque, como persona de confianza, puede refutar posibles escenarios de horror”, afirma Moser. Las fotografías que de otro modo se muestran en los folletos, como las fases de desarrollo de un melanoma incipiente, podrían ser subidas a la página de inicio por los propios pacientes para su examen. Esto le proporciona una evaluación inicial por parte del médico antes de la visita. El objetivo aquí no sería el autodiagnóstico en línea, sino evitar la desinformación. La posterior comunicación interpersonal entre médico y paciente queda así libre de malentendidos.
No sólo es posible enviar a los pacientes mensajes de texto con recordatorios de citas a través de sus teléfonos móviles, sino que las aplicaciones también pueden integrarse fácilmente en la consulta. “Los pacientes pueden, por ejemplo, medir su propia tensión arterial, llevar un diario del dolor y mucho más. En cualquier caso, el futuro es móvil”, explicó Moser para concluir.
Fuente: “Digitale Medien in der Arztpraxis”, Workshop an der 15. Fortbildungstagung des Kollegiums für Hausarztmedizin (KHM), 20-21 de junio de 2013, Lucerna. Presentación en www.arzt-online.tk
PRÁCTICA GP 2013; (11)10: 10