El tema de la Conferencia Anual 2022 de la ASTRO fue “Inteligencia artificial e inteligencia emocional: el cuidado del paciente en un mundo sin cables”. Se destacó el papel central de la interacción humana en el cuidado y la curación del paciente. Pero también el potencial de la inteligencia artificial, los macrodatos y los últimos logros científicos.
La monitorización del recuento diario de pasos además de las características clínicas puede predecir -y posiblemente prevenir- la hospitalización por eventos agudos en pacientes con cáncer sometidos a quimiorradioterapia (CRT). El análisis de los datos de recuento de pasos de un dispositivo wearable demostró que puede predecir qué pacientes tienen más probabilidades de ser hospitalizados en la semana siguiente. Para el estudio se recogieron datos de 124 pacientes con cáncer que se sometieron a TRC en tres ensayos clínicos prospectivos. Estos pacientes padecían diversos tipos de cáncer, como cáncer de cabeza y cuello (30%) y tumores de pulmón (29%), y llevaban rastreadores de actividad física que controlaban su actividad durante varias semanas. El equipo asignó aleatoriamente el 70% de los pacientes a un grupo de ejercicio y el 30% restante a un grupo de prueba. Recogieron información sobre los posibles predictores de un evento agudo, como la edad, el estado de rendimiento ECOG, la localización del cáncer y las características clínicas, así como numerosas métricas de recuento de pasos. Para analizar los datos, utilizaron la regresión logística de red elástica, el análisis de bosque aleatorio y la red neuronal de entrada dispersa. Con una tasa de primera hospitalización del 27% durante la TRC, el equipo descubrió que el modelo de malla elástica era el que mejor funcionaba. Predijo mejor la hospitalización a la semana siguiente. Para este hallazgo, el área bajo la curva de características operativas del receptor (AUC) fue de 0,80, significativamente superior a la AUC de 0,46 cuando el modelo se restringió únicamente a las características clínicas. Las características más predictivas del ingreso hospitalario fueron el recuento de pasos ajustado en los dos últimos días y el cambio relativo en el recuento de pasos máximo semanal, seguidas del diagnóstico de cáncer de cuello uterino.
Sexualidad después de la braquiterapia
La braquiterapia, en la que se implantan microesferas radiactivas, es un tratamiento importante para los cánceres del tracto genitourinario, pero conlleva un riesgo a largo plazo de disfunción sexual. Hasta el 90% de las mujeres con neoplasias ginecológicas y el 50% de los hombres con cáncer de próstata declaran haber tenido problemas sexuales tras dicho tratamiento. Investigadores estadounidenses han descubierto que existen grandes diferencias de género entre las mujeres y los hombres sometidos a braquiterapia cuando se les pregunta por su función sexual. Cuando se examinaron los historiales de más de 200 pacientes que se habían sometido a braquiterapia en su centro para tratar un cáncer de cuello de útero o de próstata, se descubrió que rara vez se preguntaba a las mujeres por su salud sexual. Mientras que a la mayoría de los hombres (89%) se les preguntó por su salud sexual antes del tratamiento, sólo al 13% de las mujeres. Además, en ninguna de las mujeres con cáncer de cuello de útero se evaluó la función sexual mediante un resultado comunicado por el paciente, en comparación con el 81% de los hombres con cáncer de próstata. Las mujeres eran de media 20 años más jóvenes que los pacientes masculinos. Estos hallazgos obligan a los clínicos a ser más inclusivos y a reconocer el potencial de este tipo de morbilidad sexual en los tratamientos entre géneros.
Terapia del linfoma orbitario indolente de células B
La radioterapia (RT) con dosis de 24-30 Gy se utiliza para tratar el linfoma indolente de células B (LBC). Sin embargo, son frecuentes los efectos agudos y tardíos significativos sobre los ojos. El objetivo era, por tanto, desarrollar una estrategia adaptada (AR) que mantuviera unos resultados excelentes de la enfermedad pero redujera la morbilidad orbitaria. En un estudio prospectivo de fase II, se aplicó una estrategia de AR en 50 pacientes con LCC orbital indolente en estadio I-IV. Los pacientes fueron tratados con una dosis ultrabaja (ULD) de 4 Gy en 2 fracciones y se evaluó su respuesta a intervalos de 3 meses. A los pacientes con linfoma orbitario persistente se les ofreció un tratamiento adicional con 20 Gy en 10 fracciones. Se observó a los pacientes que tuvieron una respuesta completa (RC) a la ULD-RT. La mediana del tiempo de seguimiento de los 55 pacientes tratados en la cohorte retrospectiva entre marzo de 2013 y octubre de 2021 fue de 28,7 meses. El 98% de los pacientes tuvieron una RC con RA-RT, incluidos 2 pacientes con una RC tras 20 Gy adicionales. Los pacientes restantes recibieron terapia sistémica en lugar de RT adicional para la enfermedad persistente. Entre los 54 pacientes que tuvieron RC con AR-RT, hubo una recidiva local en un paciente con FL conjuntival, 27,8 meses después de la RC con ULD-RT. Esta paciente fue irradiada con 20 Gy y la enfermedad localmente recurrente desapareció. En general, se observó un excelente control de la enfermedad con una toxicidad insignificante en el primer estudio prospectivo en el que se investigó este novedoso enfoque de ULD-RT en pacientes con síndrome indolente de células B.
Congreso: Reunión anual 2022 de la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO)