Durante los XIII Días de Tendencias Sanitarias celebrados en Lucerna, más de 800 responsables del sector sanitario suizo abordaron la cuestión de hacia dónde conducirá la digitalización en el sector sanitario, qué oportunidades se vislumbran en el horizonte y qué tendencias son ya una realidad. Ponentes de la industria informática, la medicina, la política y la sanidad dieron charlas y debatieron sobre Big Data, la protección de datos, el Internet de las cosas y la preparación digital. Aunque la digitalización se está desarrollando con enorme rapidez y cada vez más rápido, la situación actual de la digitalización en el sector sanitario en Suiza no está mucho más avanzada que en la agricultura, como señaló uno de los ponentes: los retos son complejos.
“Los cambios siempre se producen en contextos”, así introdujo el evento el futurólogo Matthias Horx en su presentación. Una idea que resonó en casi todas las ponencias del congreso. La “megatendencia de la salud” enunciada por Horx va de la mano de un cambio demográfico, de un cambio de valores, del progreso tecnológico. Los actores del sector sanitario se enfrentan a un desafío global:
- de pacientes que, con la creciente concienciación sanitaria y las demandas de autonomía y soluciones individuales, plantean nuevas exigencias en materia de información, apoyo, atención y prestación.de tecnologías como los macrodatos, los expedientes electrónicos de los pacientes, los sistemas de información integrados, la normalización de los datos estructurados-.
- intercambio, así como un alto grado de seguridad de los datos.
- de las aseguradoras y los proveedores de asistencia sanitaria que tienen que gestionar las explosiones de costes y satisfacer la creciente demanda de productos de prevención.
Píldoras digitales y gestión de costes
En la interfaz entre la informática y la psicología, el Dr. Tobias Kowatsch trabaja en intervenciones sanitarias digitales orientadas al comportamiento en la Universidad de St. Gallen y la ETH de Zúrich. Aquí investigamos cómo las aplicaciones, los entrenadores móviles y otros sensores integrados en el hardware que se utiliza a diario pueden medir y comprobar los valores vitales y reflejarlos al usuario en forma de intervención. Ejemplos de aplicaciones son la intervención móvil para depresivos o los chat bots en cuidados posteriores o acompañando a los pacientes cuando toman la medicación.
A cambio, el seguimiento de los pacientes también genera una enorme cantidad de datos. Sólo el smartphone tiene al menos 17 sensores (visión general 1), como explicó Volker Schmidt, de CSS Versicherung, en su presentación sobre las ofertas de prevención digital. Basándose en estos datos, no sólo se pueden crear interacciones de usuario a través de interfaces lúdicas. Los datos obtenidos -Big Data- pueden almacenarse en bases de datos que proporcionen información sobre la evolución de la enfermedad, junto con otros datos recopilados por los proveedores de atención sanitaria. El objetivo de estas evaluaciones es mejorar la rentabilidad calculando y pronosticando con mayor precisión los patrones típicos de las enfermedades y los costes de los servicios. Los productos de seguros pueden optimizarse de este modo y los casos de abuso pueden detectarse más fácilmente, como explicó a los asistentes Rolf Schmidiger, de SUVA. Una aplicación debe garantizar que el paciente no quede completamente degradado a un “caso” estadístico, que se utilizará en otro campo de acción de la digitalización, la optimización de procesos: la factura médica comprensible para el lego, que debe hacer justicia al paciente como cliente informado.
El hecho de que exista una brecha entre el mundo cotidiano digital en el que se mueven las personas hoy en día y los canales de comunicación con el cliente de los proveedores de servicios en el sector sanitario queda patente de forma impresionante en una diapositiva de la presentación de Stefan Spycher, Vicedirector de la Oficina Federal de Salud Pública FOPH, sobre “Avances digitales en el sistema sanitario suizo” (Fig. 1).
Así, al menos en 2015, el fax seguía siendo el medio de transmisión de datos preferido para la información de los pacientes. “Las interfaces digitales con el cliente tendrán una gran importancia en los servicios de seguros y asesoramiento en el futuro. Están predestinadas al ataque de un Uber de la salud”, afirmó Ralph Landolt, miembro del Consejo de Administración de nivel C, socio y director general de BoydakStrategy Consulting, en su presentación “Análisis de la madurez en el trasfondo de la transformación digital”, en alusión a la empresa californiana Uber, que compite de forma significativa con el sector del taxi en la mayoría de las ciudades. Los directivos de nivel C del sector sanitario son conscientes de los ámbitos de actuación y también se han puesto en marcha estrategias; sólo las organizaciones con su actividad principal dominante carecen de una cultura del cambio (visión de conjunto 2).
La visión de los macrodatos en la investigación
Las aplicaciones móviles de más de 5.000 millones de teléfonos inteligentes en uso en 2020 generarán un enorme flujo de datos procedentes de fuentes tradicionales y no tradicionales que podrán utilizarse para la elaboración de modelos predictivos y el diagnóstico asistido por IA en sistemas de autoaprendizaje: ésta es la visión del profesor Marcel Salathé, Ciencias de la Vida e Informática y Comunicación; Director Académico de la Escuela de Extensión EPFL. Esto requiere infraestructuras técnicas capaces de procesar enormes cantidades de datos. En este contexto, el ponente presentó www.healthbank.coop. Un proyecto organizado de forma cooperativa en el que los voluntarios pueden compartir sus datos sanitarios, por ejemplo, con otras personas. del Expediente Electrónico del Paciente o de otras fuentes a Healthbank y ponerlos a disposición de la investigación. Este sistema es promovido por diversos representantes del sector sanitario.
El Prof. Christian Lovis, Director de la División de Ciencias de la Información Médica de la Universidad de Ginebra /HUG, habló de otro proyecto muy conocido: Watson de IBM. Watson recopila miles de imágenes y diagnósticos asociados y es capaz de generar diagnósticos y análisis independientes basados en los conocimientos almacenados. La automatización de los diagnósticos es uno de los objetivos visionarios para el uso de Big Data, además de diversos proyectos de investigación, por ejemplo. investigación sobre enfermedades raras.
Sin embargo, lo que suena visionario esconde poderosos escollos. El profesor Salathè describió uno de ellos como el “conflicto de nuestra era”: la humanidad puede mantener sus datos en silos por miedo a perder la privacidad o, por el contrario, hacer que los datos estén disponibles para fines de investigación (y asegurarse de que no puedan utilizarse indebidamente). El profesor Lovis planteó problemas metodológicos más fundamentales: La sobrecarga de información necesita sistemas de evaluación. Éstos filtran las pruebas, identifican las fuentes fiables y revisan los dogmas. Correlación y causalidad resultan ser con demasiada frecuencia un binomio inadecuado. ¿Quién determina las pruebas, quién revisa el dogma, quién identifica las fuentes?
La fascinación por los macrodatos en la investigación, con sus oportunidades, no debe hacer a los científicos insensibles a las exigencias de controlabilidad y cuidado, un reto ético en una época en la que la tecnología está fácilmente disponible y los datos se recopilan ampliamente.
La relación no puede digitalizarse
“Como médico de cabecera, uno está demasiado ocupado con los problemas sociales y psicosomáticos”, señaló en la mesa redonda el Dr. med. Aldo Kramis, presidente de la Asociación Médica Cantonal de Lucerna. La cuestión es qué beneficio aporta la digitalización a los médicos de cabecera como primer punto de contacto para los pacientes. Este es un punto crítico cuando se habla de aplicaciones y Big Data. Sólo la normalización técnica del expediente electrónico del paciente es políticamente explosiva, después de todo -según Spycher- la decisión del Consejo Federal sobre la EPD ha dado por fin luz verde a su aplicación. Según el Dr. Stoffel, hay que añadir el beneficio a la base. El objetivo del proyecto es mostrar cómo la
Horx ya anticipó los conflictos en abanico en su discurso de apertura cuando dijo: “El futuro surge cuando las relaciones tienen éxito”. Se refería tanto a las relaciones entre las personas como a las relaciones entre las personas y la tecnología.
PRÁCTICA GP 2017; 12(5): 29-31