La enfermedad de Parkinson y la sarcopenia son dos signos del envejecimiento que se refuerzan mutuamente: Mientras que la EP se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas nigroestriatales y depósitos anormales de α-sinucleína, la sarcopenia se caracteriza por la pérdida de masa y fuerza muscular con la edad. Los estudios clínicos demuestran que hasta un 20% de todos los pacientes con EP padecen también sarcopenia manifiesta. Esta coincidencia perjudica notablemente la movilidad, el equilibrio y la calidad de vida, aumenta el riesgo de caídas y fracturas y, por tanto, contribuye significativamente a la morbilidad y la mortalidad. Para romper este círculo vicioso, es esencial conocer a fondo los mecanismos patogenéticos comunes.
Autoren
- Tanja Schliebe
Publikation
- InFo NEUROLOGIE & PSYCHIATRIE
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