Una dieta baja en germen en el tratamiento de pacientes con cáncer está asociada a riesgos considerables desde un punto de vista científico y no debería seguir practicándose.
Esta recomendación urgente del Grupo de Trabajo de Prevención y Oncología Integrativa (PRIO) de la Sociedad Alemana contra el Cáncer, el Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Alemana de Hematología y Oncología Médica, la Sociedad Alemana de Medicina Nutricional, la Asociación de Dietistas – Asociación Federal Alemana (VDD) y la Asociación Profesional de Oecotrofología (BerufsVerband Oecotrophologie e.V.) apunta a un mal uso significativo en el cuidado de pacientes con cáncer. En su lugar, las organizaciones piden una terapia nutricional individualizada para prevenir la desnutrición.
Durante mucho tiempo, se consideró norma prestar atención a la llamada “dieta baja en gérmenes” en pacientes oncológicos con quimioterapia intensiva y/o terapia de células madre, en la que la elección de alimentos está muy limitada y, por ejemplo, las frutas y verduras frescas, así como los alimentos no calentados y las especias son tabú. En una declaración actual basada en pruebas, las organizaciones señalan ahora los hechos científicos: Existen muchos más riesgos que beneficios para los pacientes asociados a la dieta baja en germen (KE) que se ha aplicado hasta la fecha. Entre los socios colaboradores y firmantes de la declaración se encuentra también el Grupo de Trabajo sobre Prevención y Oncología Integral (PRIO) de la Sociedad Alemana contra el Cáncer.
En consecuencia, las pruebas no sugieren que la incidencia de infección por KE sea menor que por una dieta normal. Por el contrario, varios metaanálisis muestran incluso una mayor susceptibilidad a la infección cuando se adhiere a una CLA. El principal problema es el alto riesgo de desnutrición con este tipo de dieta. Desde 2021, el Instituto Robert Koch desaconseja explícitamente una dieta baja en gérmenes para los pacientes inmunodeprimidos, pero señala la observancia de la higiene de la cocina en la manipulación y elaboración de los alimentos y da consejos orientativos para evitar las enfermedades asociadas a la alimentación (por ejemplo, sólo carne bien cocinada, al menos productos lácteos pasteurizados).
En su declaración, las sociedades profesionales y grupos de trabajo abajo firmantes exigen, por tanto, que los pacientes sometidos a quimioterapia intensiva y después de ésta reciban un asesoramiento médico nutricional completo. Cualquier pérdida de peso debe contrarrestarse con medidas nutricionales adecuadas. En este contexto, el asesoramiento nutricional cualificado con formación de los pacientes sobre el cumplimiento de la higiene en la cocina es la máxima prioridad.
Publicación original:
www.ernaehrungs-umschau.de/print-artikel/14-03-2022-keimarme-ernaehrung-bei-der-hochdosistherapie-ein-risiko-fuer-patientinnen/