La diabetes mellitus puede provocar restricciones en el manejo de máquinas en situaciones excepcionales. Después de que Suiza ya hubiera publicado directrices en 2011 para prevenir situaciones peligrosas, la DDG estableció una nueva directriz S2e a partir de diciembre de 2017.
La directriz de la DDG y la directriz de la Sociedad Suiza de Endocrinología y Diabetología (SGED), la Sociedad Suiza de Diabetes (SDG) y la Sociedad Suiza de Medicina Forense (SGRM) relativas a la aptitud para conducir y la capacidad de conducción en la diabetes mellitus ofrecen recomendaciones de actuación para los propios pacientes, así como para todos los grupos de personas implicadas en el cuidado de los diabéticos (médicos, autoridades, asesores en diabetes, psicólogos, especialistas en seguros, etc.). Permiten a los médicos tomar decisiones basadas en directrices validadas científicamente y crean seguridad jurídica.
En principio, la aptitud para conducir existe
Las directrices contienen recomendaciones para la concesión y renovación de los permisos de conducir, así como instrucciones prácticas para las situaciones cotidianas de los diabéticos en el tráfico rodado.
La mayoría de las afirmaciones centrales de las directrices suizas y alemanas son las mismas. Por ejemplo, se considera que el riesgo para los demás de que los diabéticos participen en el tráfico rodado es irrelevante o aumenta de forma insignificante porque la mayoría de los pacientes afectados por la diabetes conducen su vehículo de forma segura. En principio, debe mantenerse un nivel estable de glucosa en sangre antes de conducir para evitar hiperglucemias e hipoglucemias graves, que podrían tener efectos relevantes para el tráfico. Los efectos tardíos y/o las enfermedades concomitantes de la diabetes, como la neuropatía, las enfermedades cardiovasculares o la retinopatía/maculopatía, tampoco deben estar presentes si pueden limitar la seguridad de la conducción. Dado que es sobre todo el tipo de terapia elegida lo que influye en la tendencia a la hipoglucemia, ésta debe incluirse finalmente en la evaluación individual del riesgo de cada paciente junto con la percepción de la hipoglucemia.
Además de las recomendaciones médicas, se aplican los marcos jurídicos de cada país.
Una comparación que (aún) cojea
Aparte de las declaraciones centrales mencionadas, es difícil comparar las dos directivas en su forma actual. La versión suiza está muy orientada a la práctica y resume en diez páginas las directrices para los titulares de permisos de conducir del llamado primer grupo médico (conductores particulares) y del segundo grupo médico (conductores profesionales, expertos en tráfico). Un esquema de semáforo ilustra la división de las recomendaciones en un riesgo de hipoglucemia ausente, bajo, aumentado y alto (Tab. 1 ). Además, el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Zúrich ha elaborado un folleto para los usuarios de la carretera que reciben una forma de terapia con riesgo de hipoglucemia (insulina, sulfonilureas, glinidas).
La versión alemana, en cambio, sólo está disponible hasta ahora en la versión larga de 188 páginas. Además de los efectos de la diabetes en la seguridad de la conducción, sus complicaciones y las opciones terapéuticas, también se hablará aquí, entre otras cosas, de la posible influencia de comorbilidades como la demencia, la apnea del sueño y la depresión. También hay pequeñas desviaciones de la versión suiza en las versiones detalladas. Por ejemplo, la DDG está en general en contra de un valor límite para la HbA1c, mientras que la directriz suiza exige una HbA1c de 6,5-8,5% como requisito previo para la aptitud para conducir en la segunda categoría médica en caso de terapia con bajo riesgo de hipoglucemia.
Sin duda, la comparabilidad de ambas directrices se verá facilitada en gran medida por la publicación de una versión práctica más compacta prevista por el DDG. Al igual que el folleto para usuarios de la vía pública del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Zúrich, está prevista una versión para pacientes de la edición alemana. Estas adiciones pretenden que la versión larga alemana (análoga a la pionera suiza), hasta ahora muy detallada, sea más fácil de aplicar en la práctica.
Fuente: Congreso de Diabetes, 9-12 de mayo de 2018, Berlín (D)
Para saber más:
- Lehmann R, et al.: Directrices relativas a la aptitud para conducir y la capacidad de conducción en la diabetes mellitus. Sociedad Suiza de Endocrinología y Diabetología 2017. www.sgedssed.ch
- Ebert O, et al.: S2e-Leitlinie Diabetes und Strassenverkehr. Sociedad Alemana de Diabetes 2017. www.deutsche-diabetes-gesellschaft.de
PRÁCTICA GP 2018; 13(8): 12-13