En el XXIV Curso de Formación Médica Continuada en Oncología Clínica en St. Gallen fue sobre el riesgo de trombosis venosa y embolia pulmonar en pacientes con tumores malignos. No sólo aumenta per se en esta población, sino que los afectados también sufren recurrencias con mayor frecuencia tras un suceso de este tipo. El riesgo de trastornos de la coagulación sanguínea viene determinado por los siguientes factores: tumor, terapia tumoral, otros factores inespecíficos. Una buena ayuda para orientarse rápidamente es la puntuación de riesgo de Khorana.
(rojo) Los pacientes con tumores sufren embolias pulmonares mortales tres veces más a menudo que los pacientes sin neoplasias. Hasta un 15% de todos los pacientes con cáncer sufren un tromboembolismo venoso (TEV), una de las causas más frecuentes de muerte en pacientes tumorales. A menudo es el primer indicio de un tumor. Así lo señaló el Dr. med. Thomas Lehmann, médico jefe del Centro de Medicina de Laboratorio de St. El tema es, por tanto, muy explosivo y de actualidad.
La ETV como síndrome paraneoplásico es menos frecuente, pero está mejor enfocada. El término síndrome de Trousseau designa, en sentido estricto, la aparición de trombos y embolias pulmonares como acontecimiento indicador de una enfermedad tumoral no detectada previamente. El experto subraya que en la trombosis idiopática está indicada una búsqueda limitada de tumores (radiografía de tórax, ecografía, hemograma y valores séricos de rutina).
Los pacientes con tumores como población de alto riesgo
El riesgo de TEV no sólo aumenta por un patomecanismo subyacente. El aumento de la activación del coágulo es posible debido a varios factores: tumor, terapia tumoral, terapia de apoyo y otros factores inespecíficos. Además, deben tenerse en cuenta la edad, las comorbilidades, las infecciones, el sexo, el origen étnico, la obesidad, los antecedentes de TEV y las enfermedades pulmonares y renales. Las sociedades profesionales o sus directrices recomiendan clasificar a los pacientes con tumores como pacientes de alto riesgo de TEV. Pero, ¿cómo se puede determinar el riesgo? La puntuación de riesgo de Khorana, que el Dr. Lehmann presentó en el DESO de St. Gallen, puede ayudar en este sentido (Tab. 1). Según el Dr. Lehmann, el riesgo de tromboembolia venosa sólo es bajo si se alcanzan los cero puntos. Uno o dos puntos, por otra parte, indican un riesgo medio de TEV, y tres puntos o más indican un riesgo alto.
¿Profilaxis?
La profilaxis de la trombosis medicamentosa está establecida para la cirugía visceral y los procedimientos ginecológicos. La TEV asociada a tumores se trata con heparina de bajo peso molecular como profilaxis a largo plazo. Si la neoplasia está activa y el riesgo de hemorragia es bajo, la profilaxis debe continuarse hasta seis meses o más. En cambio, la anticoagulación oral no desempeña ningún papel.
Otros acontecimientos
En el 7% de los casos, los tumores sólidos provocan una coagulación intravascular diseminada (CID), que se caracteriza sobre todo por una reducción de la actividad del sistema fibrinolítico. La fuerza motriz son las citoquinas: IL-6, TNF-α e interleuquinas de activación de la coagulación. El consumo de factores de coagulación es gradual, raramente fulminante en pacientes tumorales. Trombocitopenia es el signo más conocido de CID.
Si el tumor entra en remisión, la CID desaparece al mismo tiempo. Como terapia de apoyo, puede considerarse la anticoagulación de forma rutinaria y, en casos individuales, la transfusión de plaquetas o la sustitución de factores.
La microangiopatía trombótica (TAM) tiene una incidencia de 2-8% en la población sometida a altas dosis de quimioterapia. La adhesión de plaquetas a las células endoteliales suele producirse entre dos y nueve meses después del final de la quimioterapia, seguida de trombocitopenia.
Fuente: 24º Curso de formación médica continuada en oncología clínica, 20-22 de febrero de 2014, St.
InFo Oncología y Hematología 2014; 2(3): 25-26