Aproximadamente el 90% de todos los casos de cáncer de estómago están asociados a infecciones por Helicobacter pylori. La erradicación de estos patógenos en individuos sanos asintomáticos o en la población general parece reducir la incidencia del cáncer de estómago, en un 34% en comparación con el placebo o la ausencia de terapia, según una revisión Cochrane. Sin embargo, los autores subrayan que las pruebas son de calidad mediocre y el número de estudios es limitado.
Se examinaron datos del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials), MEDLINE y EMBASE, así como resúmenes de congresos relevantes seleccionados a mano. Además, se pidió a los expertos los estudios clínicos más significativos y material no publicado.
Fueron elegibles para el análisis los ensayos controlados aleatorios que compararon el tratamiento contra el H. pylori durante al menos una semana con placebo o ningún tratamiento y comprobaron su efecto preventivo. El cáncer gástrico se definió como todos los adenocarcinomas de estómago (de tipo diferenciado intestinal o indiferenciado difuso, con/sin histología especificada). El seguimiento debía ser de al menos dos años y ≥2 individuos debían tener realmente cáncer gástrico en el momento de finalizar el estudio. Sin embargo, en la línea de base, no se permitió que los participantes tuvieran ningún síntoma o enfermedad aparte de su positividad confirmada para el H. pylori.
Gran parte de los datos proceden de Asia
Sólo seis estudios con un total de 6.497 participantes cumplieron los estrictos criterios de selección/calidad. Cinco de los seis análisis se referían a una población asiática, lo que no es sorprendente, ya que Japón, por ejemplo, lleva a cabo un amplio programa de erradicación y una estrategia de “prueba y tratamiento” en el curso de la prevención del cáncer gástrico (entre otras cosas, por la prevalencia significativamente mayor de las infecciones por H. pylori en comparación con otros países). Los autores evaluaron el riesgo de sesgo como alto en dos estudios, bajo en tres y poco claro en uno.
La calidad de los exámenes es mediocre
El principal objetivo del metaanálisis era determinar el alcance del efecto preventivo de la erradicación. Basándose en las pruebas moderadas de los seis ensayos utilizados, concluyen que el cociente de riesgos de desarrollar un cáncer de estómago posterior frente a ninguna terapia o placebo es de 0,66 (IC del 95%: 0,46-0,95). El 1,6% del grupo de erradicación enfermó, mientras que esto ocurrió con el 2,4% del grupo no tratado. O dicho de otro modo: el riesgo de enfermedad se redujo en un 34% gracias a la erradicación. No se pudo determinar a partir de los datos si esto también reduce el riesgo de muerte por cáncer de estómago, ya que los intervalos de confianza variaban ampliamente. Tres estudios con 4.475 participantes habían investigado este parámetro y hallaron una reducción del riesgo del 33%, pero los valores asociados del intervalo de confianza del 95% oscilaban entre 0,4 y 1,11. No se pudo demostrar un efecto relevante sobre la mortalidad por todas las causas en ninguno de los cuatro estudios que investigaron este factor.
Los efectos secundarios de la erradicación se describieron de forma insuficiente, por lo que los autores se abstienen de hacer una afirmación concluyente.
Efecto sobre los tumores esofágicos
Sólo un estudio investigó el efecto de la erradicación en el desarrollo de un tumor de esófago. Dos de las 817 participantes del grupo de erradicación y una del grupo placebo (n=813) desarrollaron una neoplasia de este tipo (RR 1,99; IC 95%: 0,18-21,91). En consecuencia, la presencia de H. pylori podría incluso reducir el riesgo en este caso, pero los resultados no permiten una afirmación clara y, por tanto, no contribuyen a aclarar la controvertida situación de los datos en este ámbito.
Limitaciones
En general, los autores señalan que no está claro si los resultados de su metaanálisis pueden aplicarse también a otras poblaciones no asiáticas. El peso dado a los grandes estudios en una muestra tan pequeña de seis estudios también es crítico. Por último, hay que hacer referencia a la delicada situación de las resistencias y a los gérmenes multirresistentes que amenazan toda terapia antibiótica; al fin y al cabo, no todos los casos de erradicación de antibióticos tienen éxito. Una forma de limitar el uso de antibióticos es definir grupos de riesgo susceptibles de ser erradicados. Sin embargo, esto sigue siendo un gran reto y hay que tener en cuenta otros muchos factores de riesgo individuales, además de la infección por H. pylori.
Fuente: Ford AC, et al: Helicobacter pylori eradication for the prevention of gastric neoplasia Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas 2015; 7: CD005583. DOI: 10.1002/14651858.CD005583.pub2.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2015; 3(11-12): 4