Un interés reducido por el contacto social así como una comprensión reducida de las situaciones sociales son los síntomas principales de un trastorno del espectro autista. Este complejo y polifacético trastorno del neurodesarrollo se manifiesta antes de los tres años y persiste durante toda la vida. Sin embargo, puede tratarse muy bien y no todos los pacientes con TEA requieren tratamiento.
El autismo se considera un trastorno del desarrollo del sistema nervioso central que es principalmente genético y está asociado a cambios estructurales y funcionales en el cerebro. Esto tiene una influencia fundamental en la capacidad de contacto de la persona y en su comportamiento. El trastorno del espectro autista es uno de los trastornos del espectro autista. Se trata de un trastorno profundo del desarrollo con un inicio en la primera infancia y un curso crónico. El término “trastornos profundos del desarrollo” significa que las desviaciones cualitativas del curso de desarrollo apropiado para la edad pueden expresarse en todas las áreas de la vida y que estos rasgos conspicuos varían en su grado de expresión y fenómenos en el curso del desarrollo, pero se muestran como un patrón consistente desde la más tierna infancia y persisten en sus causas neuronales centrales durante toda la vida. A nivel mundial, la prevalencia media se estima actualmente entre el 0,62% y el 0,70%.
Un síntoma típico es la capacidad reducida para reconocer intuitivamente las señales no verbales en otras personas. Por lo tanto, las posibilidades de interacción social son limitadas. Esto puede provocar una disminución del interés por los demás seres humanos. Los trastornos de interacción se refieren al inicio, mantenimiento y configuración de las relaciones interpersonales en el contexto de la familia, la amistad, la pareja, así como con los compañeros en la guardería, la escuela y el trabajo. Sin embargo, a diferencia del autismo en la primera infancia, no existen otros trastornos o retrasos del desarrollo, como en el lenguaje o la cognición. Los niños con TEA, por otra parte, tienden a destacar por sus intereses especiales, que persiguen intensamente. También se producen patrones de comportamiento repetitivos. Además, los afectados destacan por su fijación en rutinas diarias rígidas y un entorno lo más constante posible. Aunque estos comportamientos aparecen por primera vez antes de los tres años y persisten durante toda la vida, la presentación clínica cambia a lo largo de la vida. A menudo, también se aprenden estrategias que facilitan la vida cotidiana.
Gravedad de los síntomas a lo largo de la vida
En la infancia, los pacientes buscarán poco o ningún contacto visual. La atención y el placer se comparten con menos frecuencia con los demás y los afectados no utilizan expresiones faciales ni gestos para establecer o regular los contactos sociales. En consecuencia, les resulta difícil juzgar el estado de ánimo de los demás en función de esas características. Por lo tanto, los malentendidos son inevitables. La enfermedad completa se desarrolla en la edad preescolar, mientras que la gravedad suele disminuir de nuevo en la edad escolar. En la adolescencia y al principio de la edad adulta, aproximadamente la mitad de los afectados logran una mejora significativa de su comportamiento. Sin embargo, la gravedad de los síntomas y la variedad de los mismos varían de una persona a otra.
Diagnóstico en la infancia
El síndrome de Asperger implica anomalías específicas del autismo en la interacción social y en el ámbito del comportamiento estereotipado y repetitivo, incluidos los intereses especiales. El desarrollo lingüístico y cognitivo son discretos. La clasificación exacta de un trastorno del desarrollo con rasgos autistas a menudo sólo puede hacerse tras una larga observación. Mediante un exhaustivo examen físico, psiquiátrico, neurológico y de laboratorio, se diferencian otros cuadros clínicos como la epilepsia, el TDAH, la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos y los tics. También deben descartarse posibles trastornos auditivos y visuales.
La diferenciación diagnóstica puede ser difícil, especialmente de los trastornos esquizoide y esquizotípico de la personalidad. Porque también con estas dos enfermedades los afectados se retraen y suelen ser solitarios. El tipo esquizoide presenta indiferencia emocional, desapego afectivo y una capacidad disminuida para la alegría. El trastorno esquizotípico de la personalidad se caracteriza por un comportamiento que se percibe como extraño con un contenido de pensamiento a menudo mágico y una vivencia de las relaciones entre desconfiada y paranoica. Ambos trastornos carecen de los intereses particulares estrechos típicos del TEA, así como de la tendencia al comportamiento estereotipado.
Gestión de la terapia individual
No todos los síndromes de Asperger tienen valor de enfermedad y, por tanto, deben tratarse. Sin embargo, si los síntomas son lo suficientemente pronunciados, parece indicado un concepto de terapia multimodal con elementos farmacológicos y psicoterapéuticos orientados a los síntomas. Hasta ahora, no hay posibilidad de curar el ASA. Los métodos terapéuticos establecidos se basan en enfoques de terapia conductual y ejercicio, combinados con la psicoeducación de la persona afectada y su entorno. Por encima de todo, los pacientes con trastornos del espectro autista necesitan un entorno manejable y predecible para sentirse seguros. Para los pacientes con TEA cognitivamente medios, el entrenamiento en habilidades sociales específico para el autismo en grupo es especialmente eficaz para mejorar la interacción social, la propia planificación de acciones y el propio manejo de la ira y la rabia. Las enfermedades comórbidas deben tratarse en consecuencia. En este contexto, las intervenciones farmacológicas también pueden llegar a ser necesarias.
Para saber más:
- https://move-autismus.de/was-ist-eine-autismus-spektrum-stoerung (última consulta: 15.08.2023)
- www.neurologen-und-psychiater-im-netz.org/kinder-jugend-psychiatrie/erkrankungen/autismus-spektrum-stoerung-ass/therapie (última consulta: 15.08.2023)
- www.awmf.org/uploads/tx_szleitlinien/028-018l_S3_Autismus-Spektrum-Stoerungen_ASS-Diagnostik_2016-05.pdf (última consulta: 15.08.2023)
- Roy M, et al: Síndrome de Asperger en la edad adulta. Dtsch Arztebl Int 2009; 106(5): 59-64; DOI: 10.3238/arztebl.2009.0059
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2023; 21(4): 32