A principios de año se desató un auténtico hype. ChatGPT salió al mercado y se puso a disposición de todos los internautas de forma gratuita. Rápidamente se alzaron las primeras voces de que el gremio de escritores – en cualquiera de sus formas – pasaría a ser superfluo. Al fin y al cabo, todo lo que su corazón desea es entregado gratuitamente en su puerta por la inteligencia artificial (TI) en el menor tiempo posible. Pero, ¿es realmente así? Un intento.
Tengo que admitir que yo también sentía curiosidad. No sólo por razones profesionales. Me parece fascinante en qué dimensiones se mueve ahora la digitalización. Cuando pienso en cómo me peleaba con los primeros experimentos informáticos en la escuela en la nueva asignatura de “informática”, luego en la interfaz de usuario simplificada y hoy en día deambulamos por el metaverso en tiempos pasados. Así que ahora el último paso: ChatGPT. Una inteligencia artificial que tiene a su disposición el conocimiento de todo Internet y puede recuperarlo en unos instantes. Me atreví a intentar que se escribiera un artículo sobre la IA en neurología. El resultado (sin procesar) aparece resaltado en gris:
Inteligencia artificial y diagnóstico de enfermedades La inteligencia artificial puede utilizarse en neurología para diagnosticar enfermedades. La IA puede ayudar a examinar imágenes y escáneres del cerebro y poner de relieve anomalías o anormalidades. Una de las aplicaciones más comunes de la IA en el diagnóstico de enfermedades neurológicas es la resonancia magnética (RM). Mediante el análisis de imágenes de resonancia magnética, la IA puede identificar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple. La precisión del diagnóstico suele ser mayor que con los médicos humanos porque los sistemas de IA son capaces de detectar pequeñas variaciones en las imágenes que pueden escapar a los ojos humanos. Otro ejemplo es el diagnóstico de las apoplejías. Los sistemas de IA pueden analizar tomografías computarizadas e imágenes de resonancia magnética para determinar la gravedad del ictus. Un diagnóstico y un tratamiento rápidos de los accidentes cerebrovasculares pueden salvar vidas, y la IA puede ayudar a acelerar y mejorar estos procesos. Terapia asistida por IA La IA también se está utilizando para desarrollar nuevas terapias y tratamientos para enfermedades neurológicas. Los sistemas de IA pueden analizar datos genéticos, moleculares y neurológicos para desarrollar nuevos medicamentos específicos para las necesidades del paciente. La medicina personalizada es un campo emergente en neurología, y la IA puede ayudar a hacer realidad esta visión. La IA también puede utilizarse en el desarrollo de prótesis y otros dispositivos médicos. Las interfaces cerebro-ordenador (BCI) son cada vez más populares en neurología. Estos dispositivos pueden utilizarse para leer e interpretar las señales del cerebro y luego convertir esta información en órdenes que pueden enviarse a prótesis u otros dispositivos médicos. La IA puede ayudar a mejorar estos sistemas y optimizar la interacción entre el cerebro y el dispositivo. Inteligencia artificial y prevención La IA también puede utilizarse para prevenir enfermedades neurológicas. Por ejemplo, la IA puede utilizarse para identificar a las personas con mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Mediante el análisis de escáneres cerebrales y otros datos, la IA puede identificar patrones que indiquen un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Basándose en esta información, los médicos pueden tomar medidas preventivas…… |
ChatGPT de un vistazo ChatGPT es un chatbot, es decir, un sistema de diálogo basado en texto y basado en el aprendizaje automático. La inteligencia artificial es capaz de generar conversaciones similares a las humanas en forma de texto. Usted hace una pregunta, ChatGPT responde. En el proceso, el bot puede incluso recordar preguntas formuladas anteriormente e incorporarlas a la respuesta. No obstante, no hay que creer necesariamente todo lo que escribe el programa. Los propios desarrolladores advierten de ello, ya que la IA aún no está lo suficientemente madura y, por tanto, también puede reproducir información incorrecta. El chatbot se puede utilizar en diferentes idiomas y está disponible en la versión básica a través del navegador en https://chat.openai.com/chat de forma gratuita. |
Conclusión
Bueno, eso fue todo. Como puede ver, falta algo. ¿Por qué? No lo sé. Pero como supongo que una máquina (y por tanto también ChatGPT) sólo es tan buena como su usuario, supongo un error de funcionamiento por mi parte. Por lo tanto, haremos caso omiso de este hecho y examinaremos más detenidamente el artículo en sí. Está bien estructurado y tiene sentido. En cuanto al estilo lingüístico, creo que aún se puede mejorar. Por lo tanto, actualmente vería ChatGPT más como un apoyo para fines de investigación que como un comprador de trabajo. Pero esto es sólo una primera impresión. Y como podemos ver en la introducción del artículo, la IA evoluciona constante y rápidamente. Por tanto, tengo mucha curiosidad por ver hacia dónde se dirige el viaje. Quién sabe, quizá pronto haya una nueva serie de temas bajo el título “Yo pregunto, la IA responde”.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2023; 21(2): 35