Además del síndrome metabólico, la diabetes tipo 2 también afecta a los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones, tal y como han revelado las investigaciones científicas sobre la patogénesis de la enfermedad. El objetivo principal del tratamiento es ante todo la prevención de los acontecimientos macrovasculares y microvasculares. Por lo tanto, la gestión terapéutica moderna aborda la cartera cardio-nefrológica además de la reducción de la glucemia.
La diabetes de tipo 2 se basa en la hiperglucemia crónica, la disfunción de las células beta y la resistencia a la insulina. La carga de glucosa desempeña aquí un papel especialmente importante, ya que la respuesta de la insulina disminuye a medida que aumenta la glucosa en ayunas. Además, se considera un factor de riesgo de enfermedades micro y macrovasculares secundarias, que deben evitarse, informó el Prof. Mathias Blüher, de Leipzig (D). El objetivo de una gestión eficaz del tratamiento es, por tanto, reducir permanentemente la glucemia. La mayoría de los fármacos antidiabéticos influyen en la secreción o la acción de la insulina. La metformina y las tiazolidinedionas aumentan la sensibilidad a la insulina; las glinidas, las sulfonilureas, los inhibidores de la DPP-4 y los agonistas del receptor GLP1 aumentan la liberación de insulina. Por el contrario, los inhibidores de SGLT2 redujeron la carga de glucosa independientemente de la insulina al excretar la glucosa directamente. Además, los estudios muestran un efecto beneficioso sobre los factores de riesgo cardiovascular en una fase temprana. Entre ellos se incluyen la edad, el sexo, la duración de la diabetes y el estilo de vida, así como la hipertensión, la obesidad y la albuminuria. Los estudios demuestran que la administración de inhibidores de SGLT2 puede reducir eficazmente tanto la tensión arterial como el peso corporal, además del valor de HbA1c.
Mayor riesgo de mortalidad
El profesor Dr. med. Jochen Seufert, de Friburgo (D), también confirma que los nuevos fármacos antidiabéticos pueden hacer algo más que “sólo” reducir el azúcar en sangre. Esto es esencial porque la diabetes tipo 2, la insuficiencia cardiaca y la insuficiencia renal aumentan de forma aditiva el riesgo de mortalidad. La probabilidad de mortalidad por cualquier causa y cardiovascular aumenta en un 60-80% en los pacientes diabéticos con insuficiencia cardiaca. Además, se ha demostrado que el deterioro de la función renal puede ser un factor predictivo de mortalidad más importante que el infarto de miocardio previo. La base de la terapia multimodal de la diabetes tipo 2 son los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, el ejercicio y dejar de fumar. Si no son suficientes, se recurre a terapias farmacológicas. La metformina sigue siendo el fármaco de primera elección para ello. Sin embargo, las directrices nacionales e internacionales recomiendan ahora la combinación precoz con un inhibidor de SGLT2 o un agonista del receptor de GLP1 si existe un riesgo cardiovascular elevado. Mediante la secreción de insulina, la supresión del glucagón y la supresión del apetito, los agonistas del receptor GLP1 reducen la inflamación, la coagulación y los niveles de lípidos posprandiales, al tiempo que mejoran la función del VI. Esto reduce el riesgo de eventos cardiovasculares, la albuminuria, la presión arterial, el peso y, por último pero no menos importante, el nivel de HbA1c. Los inhibidores de SGLT2 median los efectos cardio-renal-metabólicos beneficiosos a través de toda una serie de otros mecanismos, incluidas las vías ateroscleróticas clásicas, señaló el experto. Los resultados incluyen una reducción de MACE, muerte cardiovascular, HHF, enfermedad renal grave y albuminuria.
Congreso: Congreso de Diabetes (DDG)
Literatura:
- Jaeckel E, Schneider C, Simon J, Haller H: Las enfermedades preexistentes determinan la terapia moderna de la diabetes: reducción de las complicaciones cardiacas y renales. Diabetes Metabolismo y Corazón 2019; 28: 339-348.
- National health care guideline type 2 diabetes 2021; disponible en: www.leitlinien.de/themen/diabetes
CARDIOVASC 2021