El magnesio es un mineral esencial que resulta crucial para muchas funciones celulares del organismo. Su papel en el tratamiento de enfermedades graves en pacientes pediátricos ha obtenido recientemente un reconocimiento cada vez mayor. Un artículo de revisión de la India examina el papel del magnesio en los cuidados intensivos pediátricos.
El magnesio es la base de importantes procesos fisiológicos en el cuerpo humano. Es un cofactor para más de 300 reacciones enzimáticas y es crucial para la producción de energía, la síntesis de proteínas y el metabolismo celular. También desempeña un papel clave en la regulación de la función neuromuscular y contribuye al funcionamiento de músculos y nervios.
El magnesio es crucial para mantener la homeostasis celular al estabilizar las membranas celulares y facilitar la síntesis de ácidos nucleicos. También contribuye a la regulación del ritmo cardiaco y al mantenimiento de la función cardiaca general. En el contexto de los cuidados intensivos pediátricos, la importancia del magnesio resulta aún más clara. La Dra. Accha Nandini Sagar, del Departamento de Pediatría del Colegio Médico Jawaharlal Nehru, Instituto Datta Meghe de Enseñanza Superior e Investigación, Wardha, India, y sus colegas realizaron un estudio exhaustivo en el que analizaron el papel del magnesio en los cuidados intensivos pediátricos, examinando sus mecanismos fisiológicos, implicaciones clínicas y aplicaciones terapéuticas [1]. Los objetivos de su estudio eran dilucidar las funciones fisiológicas del magnesio y su papel clave en el mantenimiento de la salud y evaluar el impacto clínico de la deficiencia de magnesio en pacientes pediátricos en estado crítico.
La carencia de magnesio puede producirse en niños gravemente enfermos debido a varios factores. Una de las causas principales es el aumento de la pérdida de magnesio debido a la disfunción renal. La excreción de magnesio por el tracto gastrointestinal, por ejemplo a través de la diarrea, también puede agravar la carencia de magnesio. Además, los diuréticos, que se administran a menudo en cuidados intensivos, también pueden aumentar la excreción de magnesio a través de la orina. La nutrición inadecuada es otro factor, sobre todo en pacientes que no pueden comer o que reciben nutrición parenteral sin un suplemento adecuado de magnesio. Además, ciertas afecciones como la sepsis, los traumatismos y las quemaduras pueden aumentar la demanda metabólica de magnesio o alterar su homeostasis, lo que puede provocar deficiencias de hasta el 65% en pacientes pediátricos en estado crítico.
Diversos síntomas de la carencia de magnesio
Los síntomas de la carencia de magnesio en niños gravemente enfermos pueden ser variados y graves. Desde el punto de vista neurológico, los pacientes pediátricos pueden experimentar síntomas como debilidad muscular, convulsiones y un aumento de la excitabilidad neuromuscular que provoca tetania y temblores. En cuanto al sistema cardiovascular, la deficiencia de magnesio se asocia a arritmias cardiacas, aumento de la frecuencia cardiaca e hipertensión, lo que subraya el papel clave del magnesio en la función cardiaca, escriben los autores. Los síntomas musculoesqueléticos pueden incluir espasmos musculares y calambres debidos a trastornos de la transmisión neuromuscular. Los síntomas generales como la fatiga, la irritabilidad y la alteración del estado mental también pueden indicar una carencia de magnesio y complicar el cuadro clínico general.
Para diagnosticar la carencia de magnesio, suele medirse el nivel de magnesio en el suero sanguíneo. Sin embargo, los autores subrayan que el nivel sérico puede no reflejar con exactitud las reservas totales de magnesio en el organismo, por lo que se requiere una evaluación clínica exhaustiva. Esto incluye la historia clínica y la exploración física, que son necesarias para identificar los factores de riesgo y los síntomas asociados a la deficiencia. La evaluación de otros niveles de electrolitos también es esencial, ya que la hipomagnesemia suele ir asociada a hipocalcemia e hipopotasemia, lo que complica aún más el tratamiento clínico en pacientes críticos.
Además del sistema cardiovascular y las funciones neurológicas, el magnesio también es crucial para la función muscular, y una carencia de magnesio puede provocar debilidad muscular y calambres que afectan a la movilidad y la rehabilitación general, sobre todo en pacientes que requieren ventilación mecánica o sufren trastornos neuromusculares.
La suplementación mejora los resultados clínicos
La administración de suplementos de magnesio en cuidados intensivos pediátricos es esencial para el tratamiento de diversas afecciones clínicas. Desempeña un papel importante en el tratamiento de la hipomagnesemia, un problema común en los pacientes en estado crítico que puede provocar complicaciones graves como arritmias cardiacas y un aumento de la mortalidad. Además, el magnesio está indicado en el tratamiento de las exacerbaciones graves del asma, donde puede ayudar a mejorar la función pulmonar y reducir los ingresos hospitalarios. El magnesio también es eficaz en el tratamiento de las arritmias cardiacas, en particular en afecciones como las torsades de pointes y la fibrilación auricular rápida. Además, puede ser beneficioso para los pacientes con trastornos neuromusculares y los que sufren sepsis o inflamación debido a sus efectos inmunomoduladores
La administración intravenosa (IV) se utiliza a menudo en condiciones agudas para la corrección rápida de la hipomagnesemia o los ataques graves de asma. Las dosis típicas suelen comenzar en 1-2 g administrados durante un periodo de 15-30 minutos para permitir una respuesta rápida en situaciones críticas. Otra opción es la suplementación oral, especialmente importante en la terapia de mantenimiento o en casos menos agudos, con dosis que suelen oscilar entre 200 y 400 mg diarios, en función de las necesidades y la tolerancia del paciente. Según los autores, en algunos casos puede ser necesaria una infusión intravenosa continua para mantener unos niveles adecuados de magnesio, sobre todo en pacientes con pérdidas continuas o necesidades elevadas.
El Dr. Sagar y sus colegas subrayan que es esencial controlar regularmente los niveles séricos de magnesio, sobre todo en pacientes con una función renal deteriorada o en los que reciben dosis elevadas de magnesio. Es crucial para garantizar la seguridad y eficacia de la terapia con magnesio. Los médicos también deben estar atentos a los signos clínicos de deficiencia de magnesio, como los calambres musculares y las arritmias cardiacas, así como a los signos de toxicidad, como la depresión respiratoria y la hipotensión. Debe tenerse en cuenta la función renal, ya que los pacientes con una función renal deteriorada pueden necesitar que se les ajuste la dosis de magnesio en función de sus niveles séricos y de su función renal general.
Los pacientes con insuficiencia renal, en particular, pueden experimentar hipermagnesemia, que puede provocar síntomas como hipotensión, depresión respiratoria e incluso parada cardiaca. Los niveles elevados de magnesio también pueden tener efectos neuromusculares, como debilidad muscular y reducción de los reflejos. Además, el magnesio puede interactuar con ciertos medicamentos como los diuréticos y los antibióticos, perjudicando su absorción y eficacia. Con la suplementación oral de magnesio, algunos pacientes pueden experimentar alteraciones gastrointestinales como diarrea o malestar.
Importante para la prevención y la terapia
La importancia del magnesio en la práctica clínica ha aumentado considerablemente en los últimos años. El magnesio desempeña un papel terapéutico y preventivo decisivo en muchas enfermedades, especialmente en el tratamiento de enfermedades críticas en pacientes pediátricos.
Los estudios retrospectivos han demostrado que la hipomagnesemia se asocia a un mayor riesgo de sepsis, con una fuerte correlación en la odds ratio. Además, estudios de cohortes han demostrado recientemente que la administración de sulfato de magnesio puede mejorar el aclaramiento de lactato en pacientes con sepsis, lo que sugiere un papel terapéutico potencial. El Dr. Sagar et al. señalan que el uso de sulfato de magnesio se asoció a una menor mortalidad por todas las causas a los 28 días en pacientes críticos con sepsis, lo que pone de relieve el efecto protector del magnesio. Además, el magnesio es crucial en el tratamiento del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA): la hipomagnesemia puede provocar debilidad muscular respiratoria y exacerbar afecciones como el SDRA. Aunque hay pocos estudios específicos sobre los efectos directos del magnesio en el SDRA en pacientes pediátricos, su papel en la modulación de las respuestas inflamatorias sugiere un beneficio potencial en el tratamiento de la afección, señalan los autores.
En las urgencias pediátricas para el tratamiento de las convulsiones, los estudios confirman la eficacia del sulfato de magnesio para reducir la frecuencia de las convulsiones y mejorar los resultados en los niños gravemente enfermos. Además, el papel del magnesio en la protección de la integridad neuronal durante la hipoxia puede contribuir a mejorar los resultados en pacientes pediátricos con trastornos neurológicos.
Varias organizaciones profesionales han elaborado directrices que subrayan la importancia del magnesio en el tratamiento de los pacientes pediátricos en estado crítico. La Asociación Americana del Corazón recomienda la administración de sulfato de magnesio a una dosis de 50 mg/kg (2 g como máximo) para afecciones como las torsades de pointes y las exacerbaciones graves del asma, en infusión durante un periodo de 10 minutos. Esta directriz subraya el papel fundamental del tratamiento oportuno con magnesio en situaciones de riesgo vital. El Programa Nacional de Educación y Prevención del Asma también incluye el sulfato de magnesio como terapia complementaria para las crisis asmáticas graves, sobre todo en situaciones de emergencia, apoyando su eficacia en la mejora de la función respiratoria.
Dada la alta prevalencia de desequilibrios de magnesio en pacientes pediátricos en estado crítico, se recomienda la monitorización periódica de los niveles séricos de magnesio. Además, a los pacientes diagnosticados de hipomagnesemia se les debe administrar sulfato de magnesio intravenoso según las pautas de dosificación establecidas. El tratamiento debe adaptarse al escenario clínico y tener en cuenta factores como el estado general del paciente y cualquier alteración electrolítica concomitante, escriben los autores. La integración de la terapia con magnesio en el plan general de tratamiento de los niños en estado crítico es crucial, sobre todo en pacientes con afecciones como el asma o las arritmias cardiacas.
Literatura:
- Sagar AN, et al: Una revisión exhaustiva del papel del magnesio en la pediatría de cuidados críticos: mecanismos, impacto clínico y estrategias terapéuticas. Cureus 2024; 16(8): e66643; doi: 10.7759/cureus.
PRÁCTICA GP 2024; 19(12): 36-37