La disfunción metabólica tiene efectos negativos de gran alcance en el organismo, que pueden manifestarse como enfermedades cardiovasculares y hepáticas. Tradicionalmente, estas afecciones se han tratado de forma organocéntrica, lo que ha dado lugar a una atención aislada. Sin embargo, debido al impacto sistémico de la disfunción metabólica, es necesario un enfoque multidisciplinar para lograr resultados óptimos en los pacientes. Este artículo destaca cómo los tratamientos cardiológicos pueden tener efectos positivos en el hígado y viceversa, y subraya la necesidad de abordar los procesos de la enfermedad en lugar de las consecuencias órgano-específicas de la disfunción metabólica.
Autoren
- Tanja Schliebe
Publikation
- CARDIOVASC
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