Los mareos en la vejez son uno de los principales problemas geriátricos y son algo más que una afección. Por lo tanto, debe tratarse con rapidez y eficacia para evitar las caídas y el consiguiente aumento del riesgo de mortalidad. Además de la fisioterapia y el entrenamiento cognitivo, las intervenciones farmacológicas incluyen la antivertiginosa.
Cuando la salud se deteriora en la vejez, suele ser en el ámbito de las funciones físicas. Especialmente son frecuentes la inmovilidad, la inestabilidad y la incontinencia. Pero los cambios también pueden observarse intelectualmente. A esto se añade el aislamiento, los efectos iatrogénicos de los medicamentos, la depresión y, finalmente, el vértigo de la vejez. Se trata de una restricción de la orientación espacial, que hoy en día también se denomina vértigo multimodal. Suele deberse a una alteración tanto del sistema nervioso central como del periférico (Tabla 1) .
Los mareos pueden producirse a cualquier edad, pero la frecuencia aumenta considerablemente con la edad. En un estudio, alrededor de una de cada cinco personas mayores de 65 años declaró haberse visto afectada por mareos y problemas de equilibrio en los últimos 12 meses. Mientras que la prevalencia en un grupo diferente de ancianos fue de media del 36% (mujeres) y el 29% (hombres), fue del 51% y el 45% en los muy ancianos (88-90 años).
Los mareos provocan una pérdida de movilidad y de participación en actividades propias de la edad y, por lo tanto, limitan considerablemente la calidad de vida. Porque el mareo asusta a muchas personas y las vuelve inseguras y demasiado precavidas. Los afectados salen de casa con menos frecuencia y se mueven cada vez menos en general. Esto significa que todo el sistema de equilibrio y la musculatura del sistema musculoesquelético apenas se ponen a prueba y pierden funcionalidad. Sin embargo, cuanto más inactivo es el estilo de vida, más rápido avanza el proceso de envejecimiento y se inicia un círculo vicioso (Fig. 1). Además, el mareo multimodal aumenta el riesgo de caídas per se en un factor de 2,6. Esto, a su vez, se asocia a un aumento de la mortalidad en un factor de 3. Por lo tanto, debe reducirse el riesgo de caídas, también para evitar la cronicidad debida a la “memoria del mareo”.
Reducir el riesgo de caídas, mejorar la calidad de vida
La terapia eficaz es multimodal y consiste en la activación de la fisioterapia, la mitigación del entorno vital, la indicación crítica de ayudas para caminar, la evitación de fármacos sedantes y el uso de fármacos antivertiginosos no sedantes. Estos últimos tienen un efecto calmante sobre el centro del vómito en el cerebro y sobre el centro del equilibrio. Además del jengibre, el cólquico y la betahistina, también incluyen la combinación de cinarizina y dimenhidrinato. Mientras que el jengibre demuestra su eficacia en la hiperémesis gravídica, la betahistina se utiliza principalmente en la enfermedad de Meniere. La cinarizina y el dimenhidrinato deben utilizarse como una combinación fija, ya que esto puede reducir los mareos mejor que las sustancias por separado. El cóculo es uno de los medicamentos naturales. Todos los componentes (Anamirta cocculus, Ambra grisea, Conium maculatum y Petroleum rectificatum) refuerzan la circulación sanguínea de los vasos del cerebro y mejoran así el procesamiento de las impresiones sensoriales responsables de un equilibrio estable. Como el tratamiento es sintomático y no curativo, la intervención farmacológica suele utilizarse como terapia a largo plazo.
Para el tratamiento físico se dispone de entrenamiento vestibular, visual y propioceptivo. Con Balanceboard, Health Games o MemoreBox, los pacientes pueden entrenarse de forma independiente. Una combinación de fisioterapia y entrenamiento cognitivo (doble tarea) ha demostrado su eficacia. Los estudios exitosos de prevención de caídas con intervenciones como el Tai Chi o la Rítmica Dalcroze lograron una tasa media de reducción de caídas de alrededor del 50% y se orientaron hacia métodos que tradicionalmente requieren y promueven habilidades motoras y cognitivas al mismo tiempo.
Para saber más:
- Jahn K, et al: Vértigo e inestabilidad de la marcha en la vejez. Causas, diagnóstico y terapia. Dtsch Arztebl Int 2015; 112: 387-393.
- Jönsson R, et al: Prevalencia del mareo y el vértigo en una población urbana de ancianos. J Vestib Res 2004; 14: 47-52.
- www.luks.ch/ihr-luks/wie-gefaehrlich-ist-schwindel-und-
qué-puede-hacer-contra-ello (última convocatoria el 31 de marzo de 2024). - www.schwindelambulanz-hadamar.de/schwindel-im-alter (última convocatoria el 31 de marzo de 2024).
- www.arztcme.de/elearning/schwindel-im-alter (última convocatoria el 31 de marzo de 2024).
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2024; 22(2): 32