La enfermedad metabólica crónica osteoporosis es especialmente frecuente entre las mujeres posmenopáusicas y puede provocar graves complicaciones de salud [1]. La Dra. Judith Everts-Graber y el Prof. Serge Ferrari discuten en una entrevista en vídeo la estrategia terapéutica óptima para mantener bajo el riesgo de fractura a largo plazo.
Ya en el congreso anual de la Asociación Suiza contra la Osteoporosis (SVGO) de mayo de 2022, el Prof. Serge Ferrari, del Hospital Universitario de Ginebra, y la Dra. med. Judith Everts-Graber, de OsteoRheuma Bern, debatieron las ventajas y desventajas del tratamiento a largo plazo de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas con el anticuerpo monoclonal humano anti-RANKL denosumab (Prolia®) [2]. Su conclusión común: la estrategia terapéutica óptima depende de las condiciones y necesidades individuales de cada paciente.
Basándose en ello, el experto llega al fondo de las siguientes preguntas, entre otras, en esta entrevista en vídeo:
- ¿Qué pacientes pueden beneficiarse del tratamiento con denosumab?
- ¿Qué criterios deben cumplirse para un cambio de terapia a bifosfonatos?
- ¿Cuándo es el tratamiento a largo plazo con denosumab la opción óptima para un paciente?
Información general sobre el denosumab
El denosumab puede reducir el riesgo de fractura en mujeres posmenopáusicas a largo plazo [3]
En el estudio aleatorizado de fase III FREEDOM, la administración semestral de denosumab redujo significativamente el riesgo de fracturas vertebrales, fracturas no vertebrales y fracturas de cadera en mujeres posmenopáusicas al cabo de sólo tres años en comparación con el placebo y también aumentó la densidad mineral ósea (DMO) [4]. En el estudio de extensión abierto FREEDOM de siete años, la DMO incluso aumentó a largo plazo con denosumab y el riesgo de fractura se mantuvo permanentemente bajo [3]. En comparación con los tres primeros años de tratamiento, el denosumab mostró una reducción adicional del 26% (P = 0,008) y del 28% (P < 0,001) en las tasas de fracturas no vertebrales tras un total de cuatro a diez y de cuatro a siete años, respectivamente, a pesar del envejecimiento de la población de estudio. Estas observaciones apoyan la suposición de que el aumento continuo de la DMO bajo tratamiento a largo plazo con denosumab se asocia a una mayor disminución del riesgo de fracturas no vertebrales [5].
El denosumab muestra una relación beneficio-riesgo positiva durante 10 años [5]
En el estudio de extensión abierto FREEDOM, se observó un perfil de seguridad favorable con el tratamiento a largo plazo con denosumab, además de una eficacia creciente. La incidencia anual ajustada a la exposición de acontecimientos adversos con denosumab disminuyó a lo largo de 10 años de 165,3 a 95,9 acontecimientos por 100 pacientes-año, y la incidencia de acontecimientos adversos graves se mantuvo similar a lo largo del tiempo [3]. Las fracturas atípicas de fémur y la osteonecrosis de mandíbula se produjeron una y cinco veces, respectivamente, por cada 10.000 pacientes-año. Por tanto, la relación riesgo-beneficio del tratamiento a largo plazo con denosumab puede considerarse globalmente positiva [5].
Denosumab en las recomendaciones actuales de la SVGO [6].
Las actuales recomendaciones de tratamiento de la SVGO se basan en el riesgo individual de cada persona de sufrir una fractura. El denosumab se recomienda como terapia de primera línea en la categoría de alto riesgo y como terapia de seguimiento al tratamiento anabólico de duración limitada en riesgo muy alto e inminente, entre otros [6]. Para mantener el riesgo de fractura permanentemente bajo, el denosumab debe utilizarse a largo plazo. Si a pesar de todo se considera un cambio de terapia, debe tenerse en cuenta la reversibilidad de los efectos positivos con denosumab e iniciar un tratamiento temporal con bifosfonatos tras la interrupción para contrarrestar la pérdida de densidad ósea [7, 8].
Conclusión
El tratamiento con denosumab puede reducir significativamente el riesgo de fractura en mujeres posmenopáusicas a largo plazo y, al mismo tiempo, presenta un perfil de seguridad favorable [5]. La doctora Judith Everts-Graber y el profesor Serge Ferrari concluyen que la estrategia terapéutica óptima debe adaptarse a cada paciente, especialmente a largo plazo.
Literatura
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Sözen T et al. Visión general y tratamiento de la osteoporosis. Eur J Rheumatol, 2017. 4(1): p. 46-56.
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Información técnica actual Prolia® (denosumab). www.swissmedicinfo.ch.
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Bone HG et al. 10 años de tratamiento con denosumab en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis: resultados del ensayo aleatorizado de fase 3 FREEDOM y extensión abierta. Lancet Diabetes Endocrinol, 2017. 5(7): p. 513-523.
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Cummings SR et al. Denosumab para la prevención de fracturas en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis. N Engl J Med, 2009. 361(8): p. 756-65.
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Ferrari S et al. Reducción adicional de fracturas no vertebrales más allá de los 3 años para hasta 10 años de tratamiento con denosumab. J Clin Endocrinol Metab, 2019. 104(8): p. 3450-3461.
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Ferrari S et al. Recomendaciones 2020 para el tratamiento de la osteoporosis según el riesgo de fractura de la Asociación Suiza contra la Osteoporosis (SVGO). Swiss Med Wkly, 2020. 150: p. w20352.
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Meier C et al. Tratamiento farmacológico de la osteoporosis: duración y gestión tras la interrupción. Una declaración de posición de la Asociación Suiza contra la Osteoporosis (SVGO/ASCO). Swiss Med Wkly, 2017. 147:w14484.
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Kendler DL et al. Denosumab en el tratamiento de la osteoporosis: 10 años después: una revisión narrativa. Adv Ther, 2022. 39(1): p. 58-74.
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Dr. sc. nat. Jennifer Keim
Breve información técnica Prolia
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