La neuropatía periférica inducida por la quimioterapia puede estar asociada a un deterioro sensorial. En Japón se probó si el uso selectivo del frío durante la infusión del principio activo produce una mejora.
El remedio fue llevar guantes y calcetines congelados en el lado dominante del cuerpo durante la infusión del fármaco de una hora y durante quince minutos antes/después de cada infusión. En la mitad de tiempo, fueron sustituidos por otros nuevos. Tras una dosis acumulada de paclitaxel de 960 mg/m2, el criterio de valoración primario comparó la sensibilidad táctil (como indicador de la incidencia de NPIQ) en las 36 pacientes con cáncer de mama. La referencia fue la medición de referencia. El lado del cuerpo no tratado con frío sirvió como brazo de control. En segundo lugar, se evaluaron los déficits termosensoriales, los síntomas subjetivos y la destreza.
Diferencias significativas
La terapia con frío alivió los signos subjetivos y objetivos de la NPIQ. Las diferencias más importantes se muestran en la tabla 1; son estadística y clínicamente significativas. Esto incluye a los pacientes que mostraron síntomas correspondientes tanto en el lado de control como en el de prueba. Ninguna de las mujeres interrumpió el ensayo por intolerancia al frío.
Una CIPN pronunciada percibida subjetivamente se evitó casi por completo en el momento de una dosis acumulativa de 960 mg/m2. Así lo demostró la evaluación del cuestionario del paciente. Cuando se produjeron los signos de neuropatía, aparecieron significativamente más tarde que en el lado de control. La destreza de los dedos también fue mejor en el grupo de intervención, es decir, la prueba sensoriomotora se completó con mayor rapidez.
El autocontrol aporta ventajas
Por supuesto, la muestra del estudio es muy pequeña. Sin embargo, el diseño de autocontrol tiene la ventaja de que los factores de confusión potencialmente desconocidos a nivel interindividual pueden tener menos influencia en el resultado final. Además, los efectos en los diferentes criterios de valoración fueron consistentes y pronunciados, lo que apoya la afirmación básica de una eficacia de la terapia de frío. Esto podría explicarse por una reducción regional del flujo sanguíneo o una vasoconstricción durante la infusión y, por tanto, una menor exposición al fármaco.
No se puede descartar que el enfriamiento de un lado aumentara la temperatura corporal general y falseara así el resultado del lado de control. Aunque los valores de control estaban dentro de lo esperado, esto sólo puede refutarse mediante una comparación directa (pacientes con/sin intervención). Tampoco está del todo claro si la elección de la mitad dominante del cuerpo como lado de intervención desempeñó algún papel. Los autores desconocen las diferencias bilaterales en los síntomas de la NPIQ. Sin embargo, es probable que las actividades de la vida diaria (AVD, evaluadas subjetivamente mediante un cuestionario) sean más difíciles de realizar o compensar debido a una deficiencia del lado dominante. En general, los factores de confusión más fuertes pueden suponerse para la medición subjetiva, ya que el efecto placebo también desempeña aquí un papel más importante.
En pocas palabras
- El frío parece ser eficaz contra los síntomas de la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia
- Ahora es necesario reproducir el pequeño estudio
Fuente: Hanai A, et al: JNCI 2018; 110(2): djx178.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2018; 6(1): 3