En los conceptos fisiopatológicos actuales, la dispepsia funcional (DF) y el síndrome del intestino irritable (SII) se entienden como un trastorno de la interacción intestino-cerebro. Hasta la fecha, no existe un tratamiento causal ni una terapia estándar para el SII y la DF. La mentacarina ha demostrado efectos de alivio de los síntomas en numerosos estudios empíricos, incluido un estudio en condiciones reales de Noé et al. publicado en 2022.
Los trastornos gastrointestinales funcionales (TGIF) pueden diagnosticarse utilizando los criterios de Roma si se ha excluido una enfermedad estructural patológica orgánica [1–3]. En comparación con los criterios de consenso anteriores, los criterios de Roma IV hacen más hincapié en tener en cuenta el solapamiento entre la DF y el SDR [1–3]. En consecuencia, el dolor abdominal crónico o recurrente es uno de los síntomas más importantes tanto de la FD como del SII, que también se caracteriza por un cambio en los hábitos intestinales, la consistencia y/o la frecuencia y la aparición de flatulencias. Además del dolor, la DF provoca otras molestias en el abdomen superior como hinchazón, saciedad prematura y flatulencia [2,5]. El criterio temporal requiere que los síntomas hayan estado presentes durante al menos 6 meses antes del diagnóstico y que el dolor abdominal se haya producido al menos una vez a la semana durante un periodo de al menos 3 meses [4]. El curso crónico o recurrente de la FGID puede provocar un deterioro considerable de la calidad de vida y la capacidad funcional de los afectados [4].
Estudio observacional prospectivo
La mentacarina® es una combinación patentada de aceites esenciales de menta piperita (Mentha x piperita L.; 90 mg WS® 1340) y alcaravea (Carum carvi L.; 50 mg WS® 1520). En Suiza, el Carmenthin® (principio activo Menthacarin®) está autorizado por las cajas de enfermedad para la indicación FGID [6]. Para investigar la eficacia y la tolerabilidad en la vida cotidiana, Noé et al. un estudio de cohortes multicéntrico prospectivo [7]. Para ello, se reclutaron 50 sujetos femeninos que sufrían molestias dispépticas, en particular calambres leves en el tracto gastrointestinal, flatulencia y sensación de plenitud, y a los que se recomendó un tratamiento con Menthacarin® en forma de preparado comercial. La edad media de los participantes en el estudio era de 53,8 años. La aparición y gravedad de 13 síntomas dispépticos se evaluaron mediante la Escala de Calificación de Síntomas Gastrointestinales (GSRS) modificada. También se registraron la satisfacción y la tolerabilidad de los pacientes.
La presión del sufrimiento se redujo significativamente
Como resultado, la puntuación total de la GSRS disminuyó de 48,6 ± 17,1 a 22,8 ± 12,3 puntos después de 3 semanas (p<0,001). En el 68,7% de los participantes se produjo una mejoría en la primera semana de administración de Menthacarin®. Los mayores efectos de alivio de los síntomas se encontraron en el dolor abdominal, la flatulencia y la hinchazón. Al final del estudio, el 83,3% de los examinados informaron de una mejora en su estado general de salud. El 44,9% calificó el efecto percibido de “muy bueno” o “bueno” y el 30,6% de “satisfactorio”. La tolerabilidad fue calificada de “muy buena” o “buena” por el 83,3% de los participantes y el 87,7% de los farmacéuticos.
Los resultados forman parte de la base de pruebas
En un análisis conjunto publicado en 2019 por Madisch et al. En tres ensayos clínicos controlados aleatorizados, los efectos de la
Mentacarina® en subgrupos de 111 pacientes con DGF con problemas comórbidos de DF e SII [9]. Los resultados mostraron, entre otras cosas, que la intensidad del dolor se redujo una media del 50-75% en el transcurso de un periodo de tratamiento de cuatro semanas. Esto también se menciona en un metaanálisis publicado en 2023, aunque este estudio se centraba en el alivio de los síntomas en pacientes con FD [8].
Literatura:
- Tack J, et al: Trastornos gastroduodenales funcionales. Gastroenterología 2006; 130(5): 1466-1479.
- Drossman DA, Hasler WL: Roma IV-Trastornos GI funcionales: Trastornos de la interacción intestino-cerebro. Gastroenterología 2016; 150(6): 1257-1261.
- Talley NJ, et al: Superposición de síntomas gastrointestinales superiores e inferiores en pacientes con síndrome del intestino irritable con estreñimiento o diarrea. Am J Gastroenterol 2003; 98(11): 2454-2459.
- Lacy BE, et al: Trastornos intestinales. Gastroenterología 2016; 150(6): 1393-1407.
- Schmulson MJ, Drossman DA: Novedades de Roma IV. J Neurogastroenterol Motil 2017; 23(2): 151-163.
- Swissmedic: Información sobre medicamentos, www.swissmedicinfo.ch,(última consulta: 02.04.2024).
- Noé S, et al: Mentacarina en los trastornos gastrointestinales funcionales: un estudio de cohortes basado en la farmacia. Pharmadvances 2022; 4(2): 78-87.
www.pharmadvances.com,(última consulta: 02.04.2024). - Madisch A, et al: La mentacarina, una combinación patentada de aceite de menta y aceite de alcaravea, mejora múltiples molestias en pacientes con trastornos gastrointestinales funcionales: una revisión sistemática y un metaanálisis. Dig Dis 2023; 41(3): 522-532.
- Madisch A, et al: Eficacia de la mentacarina sobre los síntomas del síndrome del intestino irritable. Vienna Med Wochenschr 2019; 169 (5-6): 149-155.
PRÁCTICA MÉDICA GENERAL 2024; 19(4): 36