Pocos pacientes con cáncer laríngeo o hipofaríngeo localmente avanzado se libran de la laringectomía quirúrgica. Esto se debe a que en el caso de estos carcinomas de células escamosas existe cierta incertidumbre sobre el efecto que podría tener la preservación no quirúrgica de la laringe en el pronóstico de supervivencia: no es infrecuente que los afectados se vean amenazados posteriormente con una laringectomía o incluso con la muerte. Por ello, investigadores de Leipzig proponen una nueva puntuación para tomar mejores decisiones.
En general, se recomienda comprobar la respuesta tumoral o la reducción del tumor mediante endoscopia tras un ciclo de quimioterapia de inducción. Los autores del estudio, en torno al Prof. Dr. med. Gunnar Wichmann, de la Clínica y Policlínica de Otorrinolaringología/Cirugía Plástica de la Universidad de Leipzig, complementaron este enfoque con una determinación del volumen mediante TC y los resultados de una PET/TC.
A partir de ahí, finalmente formaron una puntuación para definir a determinados pacientes como aptos para la laringectomía (porque su pronóstico de sobrevivir más tiempo sin laringectomía es significativamente mejor que el del resto de los pacientes). La puntuación se basó en los cocientes de riesgo, es decir, las probabilidades de supervivencia sin laringectomía de los distintos grupos.
Junto con el examen endoscópico, esta puntuación -además del riesgo de una laringectomía posterior- puede predecir qué pacientes vivirán más tiempo sin morir de cáncer o por otra causa, según los investigadores. De este modo, se facilitaría la toma de decisiones sobre la conveniencia de conservar la laringe tras un ciclo de quimioterapia de inducción.
Derivación de la puntuación
Para empezar, los respondedores con una reducción tumoral endoscópica de al menos el 30% y una puntuación de al menos 16 tienen una supervivencia prolongada libre de laringectomía, específica del tumor y global. Pero, ¿de qué se compone exactamente la partitura?
El estudio prospectivo comprobó en primer lugar qué tumores respondían precozmente a la quimioterapia de inducción según el régimen TPF (docetaxel, cisplatino y fluorouracilo ± cetuximab) en 52 pacientes. Los no respondedores fueron aquellos con una reducción tumoral endoscópica inferior al 30%. Estos se sometieron a una laringectomía total. En todos los demás, es decir, 39 de los 52 pacientes, se continuó con la quimioterapia de inducción, junto con la radiación. Además del examen endoscópico, se realizó un TAC para medir el volumen del tumor primario y de los ganglios linfáticos cervicales, así como 18F-FDG-PET/TC para un estudio del valor de captación estándar (SUV) máximo y medio.
Los valores basales y residuales tras el primer ciclo de quimioterapia se correlacionaron con la supervivencia libre de laringectomía, específica del tumor y global, dando como resultado la puntuación respectiva. Lo demostró:
- La mejor supervivencia global se observó en los no respondedores que se habían sometido a una laringectomía y en los respondedores con una reducción tumoral endoscópica superior al 70%.
- La respuesta temprana al primer ciclo de terapia predijo a su vez una respuesta completa a la quimioterapia de inducción posterior más radiación.
- El número de ganglios linfáticos cervicales positivos según la TC, el volumen residual del tumor primario y total, y la relación entre el SUV residual máximo y medio fueron predictores independientes significativos de la supervivencia sin laringectomía en los pacientes que respondieron a la inducción, es decir, estas variables podrían utilizarse para predecir si el paciente tiene buenas posibilidades de sobrevivir más tiempo sin laringectomía tras responder a la inducción.
¿Cuál es la “fórmula mágica”?
La fórmula, o puntuación, se muestra en la tabla 1. Los pacientes que no superan una puntuación de 16 son los que más se benefician de la laringectomía no quirúrgica, ya que sobreviven mucho tiempo sin necesitar una laringectomía después de todo. Por el contrario, y los autores consideran que éste es casi el mensaje más importante, los pacientes con puntuaciones superiores a 16 no son aptos para el mantenimiento con el régimen de tratamiento del estudio. Por supuesto, ahora se indica una validación de esta puntuación, que debe entenderse en primer lugar como una sugerencia.
Se requiere interdisciplinariedad
La pertinencia del estudio y de la puntuación es evidente: Conservar un órgano tan importante como la laringe, estrechamente vinculado al carácter y la identidad de una persona a través de la producción de la voz, corresponde al deseo natural del paciente, pero sólo si ello no limita gravemente su pronóstico posterior. La selección de pacientes adecuados es, por tanto, un primer paso hacia la toma de decisiones y la terapia personalizadas. Aparentemente no sólo necesita el endoscopio, sino también un TAC y un PET/TC. Por lo tanto, es necesaria la cooperación interdisciplinar. Los otorrinolaringólogos, radiólogos, especialistas en medicina nuclear, oncólogos radioterapeutas y patólogos deben cooperar estrechamente para tomar la decisión de tratamiento óptima junto con el paciente y bajo evaluación de los riesgos que ahora pueden evaluarse mejor.
Fuente: Wichmann G, et al: Quimioterapia de inducción seguida de radioterapia para la preservación laríngea en cáncer laríngeo e hipofaríngeo avanzado: Predicción del resultado tras un ciclo de quimioterapia de inducción mediante una puntuación basada en la evaluación clínica, la volumetría basada en tomografía computarizada y 18F-FDG-PET/CT. EJC 2017; 72: 144-155.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2017; 5(4): 4